Capitulo 7: Adam

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Adam tres días antes

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Adam tres días antes.

Viernes por la mañana, ya es bastante tarde, esa reunión se alargó más de lo que me hubiera gustado, ya vengo con inicio de uno de esos dolores de cabeza, que no me dejan en todo el día. Bajo apresurado del auto y me encamino por la explanada del edificio, doy algunos pasos, cuando alguien choca contra mi pecho, no lo vi venir aún así, por reflejo tomo del brazo a la chica que esta a punto de irse de espaldas del impacto. Levanta su cara y tardo unos segundo en lo que veo, es esa cara que siempre recordaré, forma de corazón, naris fina y un poco respingada, labios semi carnosos y esos ojos oscuros de pestañas, ojos tristes. Su cabello lacio, largo y castaño oscuro como lo recuerdo. No trae sus lentes, pero es ella: Carmen. 

Estoy aún sorprendido pensando, cuando se disculpa soltando mi agarre y sale rápidamente; pero la detengo antes de que avance mas, solo da un par de pasos.

-Carmen ¿eres tu? con una sonrisa tímida me responde que si, que no pensó que la recordaría. Comentamos cuantos años sin vernos  ocho, me dice que si ,desde principios de la universidad; me paso la mano por el cabello recordando eso, como olvidarlo. 

Le pregunto que hace por ahí, y cuando me contesta que vino a una entrevista de trabajo en la empresa que dirijo, no lo puedo creer, pero no alcanzo a decirle nada mas,  porque se despide rápidamente y solo me deja darle un adiós, nos vemos. Y la veo subirse a un taxi que recién bajó pasajeros.

Ya no es esa flaquita de aspecto frágil que recordaba, la falda que trae, destaca sus caderas y trasero bastante decentes, y unas piernas largas y torneadas. Pero sigue con su cinturita de muñeca y ese cabello castaño oscuro que brilla al sol. 

Me quedo unos segundo observando el taxi alejarse y me dirijo a la oficina. Al entrar me recibe Nicole como siempre, exageradamente simpática. Después de años de mucho esfuerzo, tratando de hacer siempre lo mejor, logré quedarme con el puesto más alto de la empresa, cuando el señor Williams decidió retirarse, y al no tener hijos que heredaran su puesto accedió a venderme la mayoría de las  acciones, con lo que pasé a ser prácticamente el dueño.

-Buenos días señor.

-Buenos días Nicole. Aún estoy dudando de darle a esta chica el puesto de mi asistente, porque me coquetea descaradamente, Demian seguido me recuerda que si quisiera podría pasarla mucho mejor en el trabajo, insinuando que le haga caso a la rubia, pero se muy bien lo que esa clase de chicas puede ocasionar, el es mi mejor ejemplo. Así que paso por alto sus insinuaciones y vivo mi vida en paz es mejor así. Ya había caído en sus juegos una vez y no lo haría de nuevo. 

Me dirijo a recursos humanos, en lugar de ir a mi oficina.

-Señora Morgan, digo tomando por sorpresa a la encargada, que seguramente no se esperaba mi llegada. Necesito los documentos de Carmen Logan, es probable que sea ese nombre.

-Si señor, Carmen Logan fue la última entrevistada, es una buena candidata debo decirlo. Aquí tiene.

-Gracias, los revisaré personalmente, fue una recomendación de alguien de confianza. Me retiro dejando a la encargada con cara de asombro, nunca había hecho algo así, me voy directo a mi oficina con una sensación extraña aún. 

Me siento y empiezo a revisar la solicitud, me sorprende ver que su única experiencia es encargada del negocio de su familia, hasta hace pocos meses, me pregunto que pasaría, lo último que supe fue que se había casado, en una visita a casa de mis padres , vi una fotografía que tenía mi madre entre sus cosas. Estaban mis padres, su mama y ella sonriente abrazada a su nuevo esposo, un moreno, de cabello corto y sonrisa socarrona, se veía hermosa en su vestido blanco, ya en ese entonces tenía años sin verla. 

Hice tantas cosas mal con ella, fui un tonto dejándome llevar por lo que creí que era lo mejor para cumplir con las expectativas. Cerré la carpeta después de guardar su teléfono y registrar su dirección. Llame a mi asistente.

-Ana, le dije al verla entrar con un café, estoy pensando en colocar a  alguna de las candidatas a la recepción, como mi nueva asistente. Acepté darle el puesto a Nicole porque con tanto trabajo quería evitar ese proceso. Pero estoy cambiando de opinión. ¿Me harías el enorme favor de apoyar y capacitar a quien elija, solo por unos días antes de irte ?, le dije esperando que me dijera que sí. Se que no toleras a Nicole le digo levantándole una ceja de manera cómplice.

-No es eso señor, usted puede poner a quien crea mejor y por supuesto que puedo capacitar a quien decida; pero ya que lo menciona Nicole no me parece la más adecuada, si he de ser sincera siendo tan amiga de chismes de la asistente del señor Demian, solo llegará tener problemas se lo aseguro. 

-Entonces lo pensaré y te diré que decido. Aunque ya sabia muy bien lo que quería, no podía resistirme a tener de vuelta en mi vida a Carmen, aunque me repetía a mi mismo que era solo para ayudar a tener un buen empleo, se lo debía. 







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