Como era de esperarse, cuando volví a la oficina al siguiente día, Nicole me estaba esperando para disfrutar de lo que me había hecho enviándome el mensaje con las imágenes, pero no le di el gusto. Llegue como siempre, dispuesta a encargarme de mis asuntos, ella estaba parada en mi puerta con una enorme sonrisa. Inmediatamente escupe:
-¿Qué se siente que te cambien tan fácil por un juguete mejor que tú?
-No lo sé, tú dímelo. Tienes experiencia en eso. Yo no soy el juguete de nadie, te han mal informado. Le respondo sonriendo, lo que la desconcierta y aprovecho para entrar y cerrar la puerta detrás de mí, sin darle oportunidad de reaccionar.
No le daría el gusto de molestarme, ¿estaba feliz? No, pero por molestarme no iba a afectar mi relación con él, tarde o temprano acabaría el proyecto, seguiría siendo yo misma apoyándolo, haciendo mi trabajo, y amándolo, porque estaba condenada, cada día lo amaba más. Deje mis cosas y me dirigía a preparar café, cuando el entró.
-Buenos días, me dice inclinándose para darme un beso.
-Buenos días. Llegaste más temprano hoy.
-Sí, ya no pude quedarme en cama. Si te hubieras quedado conmigo, hubiera sido diferente.
-Lo siento, quería, pero necesitaba hacer esas compras. Compre algunas cositas que espero que te gusten.
-¿Son un regalo para mí?
-Algo así.
-Ooo, muy bien. ¿Comemos juntos hoy?
-Claro, ¿qué quieres que pida?
-Nada, saldremos fuera.
Unas horas más tarde, Marguery estaba ya en la oficina, no se suponía que viniera hoy, pero encontró un pretexto para hacerlo. Ese día estaba especialmente sonriente, estiro el brazo y acarició la mano de Adam, antes de que el la retirara, malhumorada coloque con más fuerza de la debida los papeles que tenía en mis manos, en la bandeja de papeles, derramándolos todos frente a mi escritorio en el suelo. Eso es perfecto Carmen sigue así, me regañe a mí misma, suspirando molesta, mientras me levantaba y de espaldas a ellos me puse a recoger todo y ordenarlo de nuevo en el escritorio. Estaba terminando, cuando sonó la notificación de un mensaje en mi celular, lo tomé abriendo la aplicación y era de Adam.
*Adam 12:30p.m.: Si sigues inclinándote así sobre tu escritorio, iré y te tomare ahí mismo. Estás logrando que mis pantalones me aprieten considerablemente con esa vista.
Sentí sonrojarme violentamente, y miré hacia atrás a verlo, el miraba las hojas en su mano, pero una media sonrisa estaba en sus labios traviesos.
*Carmen 12:32 p.m.:¿ Y que lo detiene señor?
*Adam 12:33p.m.: ¿No te importa tener público?
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Destinados
Любовные романыDivorciada, escapando, llego a Nueva York con la firme desicion de salir adelante, demostrarme a mi misma que puedo con todo. El destino me tiene preparado un reencuentro inesperado con un amor que creía olvidado. Aunque mi pasado me persiga no me d...