Divorciada, escapando, llego a Nueva York con la firme desicion de salir adelante, demostrarme a mi misma que puedo con todo. El destino me tiene preparado un reencuentro inesperado con un amor que creía olvidado. Aunque mi pasado me persiga no me d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El resto de la semana fue bastante movido, poco a poco fui tomando el control de todo, y me sentí mucho más confiada, estaba completamente acoplada a la rutina que se tenía en la oficina. El trato con Adam era muy cortés, como si de verdad lo acabara de conocer. Cuando me tocaba estar con el, solía estar imperturbable, pero sentía como si me observara en ocasiones, tal vez aún dudando si podía con el puesto.
Y así llego el viernes, me estaba sirviendo un café para despejarme y poder seguir con el papeleo que Ana me estaba ayudando a ordenar en el archivo, cuando escuche a alguien llegar con un estruendo de tacones. Escuche a Ana alarmada tratando de evitar que la mujer entrara a la oficina de Adam, cuando salí la mujer ya estaba dando pasos a su escritorio y Ana se disculpaba porque no pudo detenerla.
- Así que no puedo entrar a tu oficina sin que lo autorices primero ?, que acaso olvidaron quien soy ?, que demonios les pasa?
Adam visiblemente enojado se levanto, mientras la mujer se sentó en una de las sillas frente a su escritorio. La rubia tenía pechos y trasero muy grandes, uñas largas muy decoradas, un vestido muy corto y escotado de un rosa fucsia, y en el brazo un bolso enorme. El caminó y comenzó a bajar las persianas de la pared de cristal, desde que llegue aquí siempre estaban arriba, por lo que podía verlo trabajar concentrado, con gesto serio, pasando de ves en cuando su mano por su cabello negro. Lo cual agradecía, porque el y la ciudad por las enormes ventanas eran algo que me encantaba ver, cada que podía.
Cando cerraba la última fijo sus ojos en mi, con una mirada que no supe definir y fue entonces cuando la mujer volteo y pude ver su cara detrás de el. Santa madre de dios, era Nataly, estoy segura que Adam alcanzó a ver, como mi boca se abrió por reflejo.
-Esa mujer insufrible, que dios me perdone, pero no la soporto, exclamó Ana irritada mientras regresaba a su silla. -Prepárate para los gritos siempre que llegue aquí, porque estoy segura que lo seguirá haciendo, si puedes avísale primero al ingeniero, se supone que en recepción no la deben dejar pasar- Ana estaba visiblemente alterada y yo no sabía ni que pensar, ella siguió -¿Que si olvidamos quien es ?, como si eso fuera posible, pensé que después de firmado el divorcio lo dejaría en paz, pero no es así y ahora menos. Puedes creer que todavía pretende sacarle dinero al jefe?, en que cabeza cabe? el ya no tiene ninguna obligación con ella, primero eran pequeños prestamos, después trato de seducirlo de nuevo, como no logró nada quiso demandarlo, por supuesto no procedió en ningún modo. Y aún no se decide a dejarlo vivir en paz.
-Entonces esa era su mujer y están divorciados. Dije siguiendo la conversación, moría por saber más.
-Oh si querida , se divorciaron hace más de tres años, antes que el subiera a esta posición, el vivía para trabajar y darle sus gustos, hasta que lo hartó y mando todo al traste, fué un proceso largo, casi lo dejó sin nada. Pero el señor Williams lo apoyó y salió todo bien. Pero te digo ella en cuanto supo lo que el había progresado, se ha propuesto seguir fastidiandole la vida. Debe querer aún más operaciones y ve en el, un banco, no entiende que no tiene nada que hacer ya con el.
Y valla que debe tener varias operaciónes estéticas, yo no tengo nada malo que decir de ese tipo de procedimientos, cada quien decide sobre su cuerpo, pero a veces se les pasa la mano , como en este caso, por poco no la reconozco, ya era una chica hermosa no necesitaba nada de eso.
De pronto se escucho la voz fuerte de Adam, se escuchaba visiblemente enojado, era imposible no oírlos.
-En que idioma debo dejarte claro que yo no tengo ninguna obligación contigo?
-Te dí mis mejores años , no lo olvides.
-Podría decirte lo mismo, me partí la espalda para tenerte contenta, aún cuando yo no lo estaba, y todo para que nunca me tomaras en cuenta mas que para pedirme dinero. Primero fueron mis padres el problema, luego el departamento demasiado chico, más ropa, más bolsos, fue lo único que te importó, no me vengas con tonterías ahora. No tengo la culpa de tus problemas, si mal gastaste todo lo que te di, te lo repito ya no es mi problema. Haz el favor de retirarte y no vuelvas. Porque pediré que te saquen.
-Quiero ver que lo intentes.
-No me retes , porque saldrás perdiendo.
-Ya lo veremos querido.
Corrí al cuarto del archivo antes de que salga, no quiero que me vea , lo hago justo a tiempo, pasa taconeando da un portazo y se va. Ana sale murmurando que irá a reprender a los guardias y yo me quedo sin saber que hacer. La puerta de la oficina esta abierta , Adam esta de espaldas mirando la ciudad por la ventana con las manos enlazadas en la espalda.
Sin saber porqué me acerco a el, creo que sintió mi presencia porque sin voltear me dice.
-Pídele a Ana que arregle con seguridad que restrinjan su entrada.
-Ya se fué a hacerlo, ¿necesita algo señor?¿un café?
-Debes estar pensando ¡Te lo dije!, me dice hablándome de tu, con confianza por primera ves , lo que me descoloca por un momento. -porque bien me dijiste que ella no era buena para mi y no te quise escuchar, y no fuiste la única. Su rostro muy serio, ceño fruncido y sus orejas rojas salieron un poco de su cabello.
-¡Te lo dije !, le dije tomando confianza y le sonreí un poco, el me miro de reojo y dibujo una ligera sonrisa en sus labios , lo que me dio confianza para seguir hablando-todos nos equivocamos, a veces es mas difícil superar nuestras equivocasiónes, pero si algo he aprendido es que siempre se puede estar peor, el tiempo no se puede recuperar, mi amiga Rose me dice siempre que hay que dejarlo atrás , y se que además de eso, debemos aprender de el , porque nadie escarmienta en cabeza ajena. No eres el único que se dejó llevar y se equivocó. En este punto me mira fijamente , sus ojos brillan color ámbar por la luz del sol que está bajando en la ciudad.
-Duraron mucho casados?
-No mucho, y aún así fué demaciado. Dice sonriendo , oh se ve tan hermoso sonriendo aunque sea esas pequeñas sonrisas de lado.- solía ser cariñosa, era hermosa, sabía muy bien manipularme. Se gira un poco hacia mi -Carmen yo...y lo que iba a decirme no lo termino porque Ana entró informando que todo estaba arreglado.
Más tarde Ana me daba las últimas indicaciónes , estaba entre triste y alegre, melancólica supongo , fueron muchos años de la misma rutina. Adam se paró en la puerta de la oficina , mirándonos.
-Mañana a las 6 en punto pasaré por ustedes para ir a celebrar con una cena tu jubilación Ana, hubiera querido hacerte una fiesta o algo así pero no aceptaste.
-Sabe que no me gustan esas cosas señor y no debería molestarse.
-Claro que si, es lo menos que puedo hacer, te lo mereces. Nos acompañarás verdad? me dice mirándome.
-Debería? llevo aquí solo una semana. Ana me interrumpió antes de que me negara.
-Claro que debes ir, me molestaré contigo si no vas.
-Esta bien, entonces si.
-Pueden retirarse ya a descansar, mañana nos vemos, vistan elegantes, buenas noches.