Capitulo 17: Invitación

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Al día siguiente, Thomas estaba esperándome en la puerta del edificio, y estuvo más atento a nuestro alrededor, Adam debió darle instrucciones, me siento avergonzada, pero al mismo tiempo agradecida, es frustrante sentirte tan insegura, y que una ...

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Al día siguiente, Thomas estaba esperándome en la puerta del edificio, y estuvo más atento a nuestro alrededor, Adam debió darle instrucciones, me siento avergonzada, pero al mismo tiempo agradecida, es frustrante sentirte tan insegura, y que una persona logre hacerte sentir como si no pudieras hacer nada para defenderte, tan débil. Afortunadamente después del incidente pasaron días y no volvió a aparecer.

Quien volvió a dar señales de vida fue Nataly, llegó a la oficina, yo me encontraba parada al lado de Adam esperando unos documentos, entró sin avisar contoneandose, estaba por sentarse cuando puso su atención en mi, y abrió los ojos como platos.

-¿Tu? ¿Qué haces aquí?

-Trabajo aquí, le respondo levantando la barbilla en un intento de hacer ver que no me intimida.

-Esto nada más me faltaba. Se ve muy contrariada, pero decide ignorarme. -¿Puedo hablar contigo a solas?

Tomo los papeles y salgo, observo como ella empieza a acercarse a Adam y el se levanta alejándose de ella. No tardan mucho en empezar a discutir. Adam se acerca y le abre la puerta para que se retire, pero ella no cede y sigue hablando.

-Pero Adam yo puedo darte ese hijo que tanto querías, por favor me haces falta querido.

-Mas bien te hace falta quien te de la vida que quieres, y ese ya no seré yo, por favor retírate y ya no vuelvas.

Ella se ve a punto de explotar, y entonces me mira, y descarga su frustración conmigo.

-¿Como es que ésta llegó aquí?, Nunca fui suficiente para ti, no creas que no lo supe siempre, y esta es la prueba, otra ves estas en medio, dice ahora dirigiéndose a mi.

-Y si lo sabías ¿porque te encaprichaste conmigo ?, ¿porque no podías perder?

Ella no le contestó. Se acercó y se paró frente a mi.

-Si piensas que te quedarás con el, estás muy equivocada, siempre serás muy poca cosa, entiéndelo de una vez. 

-Yo no estoy aquí para quitártelo, no es un objeto por el que me tenga que pelear, el es el único que decidirá a quien quiere en su vida y a quien no. Por algo las cosas están como están no crees? Yo no necesito a nadie para valerme por mi misma, deberías seguir mi ejemplo.

Sobra decir, que se puso más furiosa, y me saltó encima, pero Adam se interpuso entre las dos y la agarro de los brazos sacándola de ahí. Un rato después volvió acomodándose la corbata, solo baje la vista con pena. 

-Creo que no ayude mucho a aligerar la tensión verdad? Lo siento.

Y el hiso lo que menos pensé, soltó una carcajada con tantas ganas que me contagió. 

-Así que ahora quiere darte hijos, digo ya que pasamos a su oficina mientras vemos por el ventanal, sus ojos brillan ámbar con el sol en ellos.

-Sabes que por eso me decidí a dejarla. Un día me lleve la desagradable sorpresa de que se había practicado un aborto, tenía días sabiendo que estaba embarazada, no me lo dijo y a mis espaldas se saco al bebe. Ahora se que no hubiera sido lo mejor tener un hijo con ella, pero en ese entonces me sentí traicionado, inútil, era mi bebe y yo lo hubiera querido y protegido con mi vida. Y ella lo desecho como basura. Se que las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo, pero era mi hijo y ella lo rechazo por no perder su cintura. 

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