Capítulo 18

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 Capitulo 18:

Un mes había pasado, un mes desde que Jack me rompió el corazón y un mes desde que yo rompí mi alma, cerrándome a todos, no hablándole a nadie. Un mes desde que casi no comía y desde que solo salia de mi cuarto para ir al colegio. Un mes desde que no hablaba con mi mamá, ni con nadie más.

Había avanzado bastante en aceptar las cosas con mi psicóloga pero habíamos llegado al acuerdo de que para poder saber mas sobre mi pasado y sobre mis pesadillas tenia que saber la historia entera y la única forma era preguntando.

Decidí empezar con mi mamá, por más de que estaba enojada y dolida con ella, seguía siendo una de las personas en las que más confiaba.

Nunca en mi vida, había había tenido de una conversación tan difícil y triste. Cuatro horas estuve con mi mamá sentada, hablando y llorando mientras ella me contaba todo, cuatro horas en las que todo parecía una realidad paralela y no una verdad, por lo menos NO MI verdad. Cuatro horas que me permitieron, no poder perdonarla, pero si abrazarla y aceptar su consuelo, aceptar los brazos de la persona que me cuidaba y me quería desde chica, aceptar los brazos de la persona que me hacia sentir protegida y con nada a que temer, que me daba las fuerzas para salir a comerme el mundo y la persona que estuvo ahí cuando mi familia de sangre no lo estuvo. Esa noche dormí entre mis padres como cuando tenia 5 años. No me importo, ni me pareció incomodo, lo disfrute, dormí tranquila, sin miedo a nada y acompañada. Dándome la fuerza para intentar cambiar, para intentar recomponer las piezas del rompecabezas y no dejar que esto me mate. Lo que no te mata te hace más fuerte, dicen, y yo estaba determinada a que esto me haga más fuerte, a renacer de las cenizas, por que aun que no sea la hija biológica de mi madre, si era la hija, en corazón y en espíritu, y su espíritu era el más fuerte de la tierra.

A la mañana siguiente me levante decida a hablar con mis abuelos, mi mamá no estaba segura pero no hizo ningún comentario, veía en sus ojos que temía de mi, de que me rompa, me trataba como un pedazo de cristal que al cualquier movimiento se puede romper.

La charla con mis abuelos fue menos emocional que la charla con mi mamá pero mucho mas complicada, trágica e incomoda. Yo parecía una entrevistadora haciendo preguntas y anotando notas, y ellos dos almas rotas, que te daban ganas de abrazar bien fuertes hasta que se recompongan. Sin embargo, no deje que lo emocional me gane. El ultimo tiempo aprendí bastante a no dejarme llevar por mis emociones, por lo menos en publico, por que cuando llegaba a mi casa o a la psicóloga, todo lo que había estado internacionalizando durante el día, salía, y créanme no quieren estar cerca cuando eso pasa.

Después de tener toda la información anotada en diferentes notas las pase en limpio en un cuaderno que me había comprado para todo esto nuevo que me estaba pasando. La idea fue de mi psicóloga, no estoy tan neurótica, claro que su idea era para que anote mis pensamientos y sentimientos pero eso era simplemente estúpido a mi razonar, así que la use para anotar todo la información nueva que podía conseguir. Hacer las conexiones y que todo empiece a cuadrar en mi cabeza de a poco.

Por lo que pude recolectar, mi madre biológica tenia 19 años cuando me tuvo. Yo soy su viva imagen según Louis que de echo me regalo una foto de ella. Aun qué no dije nada, disentí con ella, mi madre era mucho mas bella, en esa foto ella estaba en París, su pelo rubio llegaba a los hombros, sus ojos no eran verdes, si no que erran de un marrón caramelizado y su sonrisa parecía iluminar todo el lugar, tenia facciones suaves y delicadas, dignas de una princesa.

Cuando mis abuelos se enteraron que estaba embarazada la quisieron obligar a abortar, había quedado embarazada en su intercambio a Landres y todavía le quedaban 3 años de universidad, ademas de que pertenecían a una clase élite y les avergonzaba que su hija haya quedado embarazada de tan joven.

Emma y JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora