CAPÍTULO 26:
JACK
Decir que el ambiente de la cena era tenso, era poco. Nadie la estaba pasando bien más que Emma, o al menos, eso parecía. Pocas veces me pasaba de no poder descifrar a Emma, saber como estaba, como se sentía y que pasaba por su mente, con tan solo una mirada. Esta era una de esas veces. No sabia si estaba en su burbuja, como otras veces, en la que todo siempre esta perfecto y nada pasaba, sin importar que el exterior se este destruyendo, o si su risa y sonrisas educadas eran parte de una mascara para evitar que las demás personas en la mesa vean o sientan su incomodidad.
Es que no solo era que cuando Emma decía papá, Tristan y John se volteaban, si no que la mamá de Emma estaba tan nerviosa que no se dejaba de mover, y nadie en la mesa sabia muy bien que decir, ni como comportarse.
Al cabo de una hora, que creo poder hablar por todos en la mesa cuando digo que fue la hora más larga y pesadas de nuestras vidas, todos se habían relajado un poco y estaban, no se si más tranquilos, pero si más cómodos. Sin duda, el ambiente había cambiado y no se sentía tan tenso como al principio de la cena.
Lo único que no cambiaba era EL, Han, Tom, Lon o como sea que se llamaba. Me estaba poniendo nervioso desde la tarde y, aunque sabía que no debería, no lo podía controlar. Tenia sus manos en Emma TODO EL TIEMPO, la abrazaba, tocaba el pelo y ahora la mano y la rodilla, tratando de calmarla. Y mi mente no podía evitar pensar que ese lugar debería ser mío. Y ni siquiera hablo de una relación de novios como la de ellos, o cualquiera que sea su relación, si no que hablo de nuestra relación principal, de la relación que nos unió y nos mantuvo juntos como mermelada y mantequilla de maní, por no un año o dos, si no que por 12. Hablo de nuestra relación de mejores amigos, en la que yo sabia todo de ella, o al menos eso creía, y ella todo de mi. Si podría volver al pasado, me gritaría una y mil veces, no separarme nunca de ella, no anotarme al equipo de futbol, por más que había conocido buenos amigos, pues nadie valía tanto como Emma y por ultimo, no haberla besado nunca. Y no, no por que no me gustara, maldita sea, me moría por probar sus labios de nuevo, una y otra vez, como un adicto, pero mis acciones me habían hecho darme cuenta que no era lo suficiente bueno para ella, y aunque no creo que nadie la pueda amar como yo, estoy seguro que hay gente que la va a poder acompañar mejor en su camino de éxito.
Nunca debí dejar que las cosas se enreden tanto como para interponerse en nuestra amistad de 12 AÑOS. Era mi lugar estar calmándola y esos ojos que lo miran con admiración y amor tendrían que estar mirándome a mi. En ese momento me pregunte, ¿Emma me miraba con los mismos ojos de amor que ahora lo miran el ? . De ser así, ¿ como puedo haber sido tan inútil de no darme cuenta? ¿ Como había permitido que esos ojos me miren así y no romperla la cara de un beso? Si ya ahora me costaba gran parte de mi energía diaria, no llamarla, no mandarle mensajes, no molestarla, no tocarla, ¿ Como no lo hice antes cuando ella quería y necesitaba que lo haga?. Si algo quedaba claro de todo esto, es que si, claramente, yo no era la persona ideal para acompañarla, no era su alma gemela, ni ninguna de esas mierdas que creiamos de chicos. Emma merecía alguien mucho mejor que yo, y yo por mi parte, no merecía nada.- Han – lo llamo Eva, la mamá de Emma, sacándome de mis pensamientos- Emma me dijo que se conocieron antes. ¿Dónde y como fue eso? Nunca me contó.
- En la plaza que queda cerca de mi casa – dijo Han iba a seguir hablando pero Eva lo corto:
- Esta mintiendo – dijo Eva mirando a la Abiee, la mamá de Han. Era bastante obvio como Eva se había dado cuenta y es que Emma no podía mentirle. Algo que era bastante molesto cuando éramos chicos, ya que vivíamos haciendo travesuras y cuando nos encontraban y llegaba el momento de mentir, Emma empezaba a balbucear cosas sin sentido o a mirar para cualquier lado. En realidad, Emma no era buena mintiendo en general, los nervios siempre le ganaban, se entrecortaba mucho y generalmente sus mentiras eran tan exageradas que era bastante obvio que estaba mintiendo. Sumándole que además, la culpa le ganaba y terminaba llorando.
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Emma y Jack
Novela JuvenilEmma y Jack,dos mejores amigos desde los 4 años,empiezan su anteultimo año,con distintas metas pero felices de empezarlo juntos. Mientras Emma,busca trabajo,intenta mantener sus calificaciones en 10 y lucha contra su ansiedad,ataques de panicos y su...