-Capitulo 13-
Amelie Crawford
- Ya que no, nos presentaron allá adentro, tendré que hacerlo yo, Chris Rothchild- me extendió su mano.
-Amelie Crawford, aunque bueno eso ya tú lo sabías- tome su mano, espero que la mía no este sudando.
-¿Crawford? Pensé que tu apellido era Lambert- dijo.
Aquí vamos con esa pregunta, es decir lo acabo de conocer.
-Apenas nos conocemos, ¿ya comenzamos, con las preguntas personales? - le conteste con una sonrisa como la que él me había dado momentos antes.
Él sonrió
-Tienes razón, no nos conocemos, pero ¿podríamos? - dijo.
Yo solo me reí es decir nos acabamos de conocer, y comienza a coquetear.
- ¿Qué? - todo rastro de diversión salió de su rostro.
-Tú, uno no va por la vida coqueteando con cada persona que se le cruza en el camino- dije.
-Pero entonces como conoces a las personas-dio un paso hacía donde estaba.
-Para conocer a alguien no es necesario coquetear- me encogí de hombros.
El dio otro paso hacia mí, yo por mi parte di uno para atrás, me ponía nerviosa lo que causaba en mi tenerlo cerca.
-Pero y si tus intereses en esa persona no son los de alguien que solo quiere conocer a otra- dio dos pasos hacia mí, yo retrocedí mi espalda topo con la pared, eso me hizo tragar grueso, estaba atrapada entre él y la pared- ¿Cómo debería, hacerlo? Amelie- la forma en la que dijo mi nombre me hizo temblar, y apretar mis piernas, su voz era tan sexi- Nos acabamos de conocer y ya estas temblando- dijo.
Yo me limitaba a observar la pared de enfrente, evitando el contacto de sus ojos, me ponía nerviosa.
Donde estaba Herman cuando lo necesitaba, es decir no aparece durante diecisiete años, y aparece cuando le da la gana... mientras pensaba en mi situación no me di cuenta en que momento él puso su mano en mi cara, elevando mi cara hacia él, yo era alta, pero en definitiva me sacaba una cabeza.
Cuando mis ojos hicieron contacto con los suyos, él sonrió- ¿Por qué me tienes miedo Amelie? - otra vez dijo mi nombre, es que acaso mi nombre jamás sonó mejor- Nos, acabamos de conocer, no es como si supieras de todo de lo que soy capaz- sus pupilas se dilataron, la forma en la que lo decía te invitaba a descubrir de todo lo que él era capaz.
Se escucharon voces cerca de la puerta, mierda aun estábamos enfrente de la oficina, Chris se alejó, yo me quede repasando todo lo que había pasado hace algunos segundos, cuando lo voltee a ver el solo sonrió, como si hubiese conseguido lo que quería.
-Amelie, ¿estás bien? - ese fue Herman.
Me voltee hacia él, confundida.
-Estas roja, tienes ¿calor? - pregunto tocando mi frente.
-No... yo- escuche una pequeña risa, mire en dirección a Chris, ¡el maldito se estaba burlando de mí! Aun cuando todo esto era su culpa- estoy bien.
- Bueno nosotros debemos irnos, fue un gusto conocerte Amelie- me dio la mano en forma de despedida- Herman, nos veremos mañana entonces- se despidió.
Se acercó Chris, me dio un beso en la mejilla, pero antes de quitarse, se acercó a mi oído y dijo.
-Wir sehen uns Amelie- esa acción hizo que sintiera como los vellos de mi cuello se erizaron, justo cuando creí que su voz era sexi, este hombre viene y me habla en alemán dios mío-
-Hasta pronto señor Lambert- se despidió de Herman-
-Igualmente Chris- dijo Herman.
Nos quedamos ahí hasta que subieron al elevador...
Chris Rothschild
Estaba en el elevador con mi padre.
-Es bonita- dije.
-Ni si quiera lo pienses, y dile lo mismo a tus hermanos- contesto él.
- ¿Qué? - dije sonriéndole.
-Es la hija de Herman y Cassandra, ¿crees que no conozco a mis propios hijos? Sé que en cuanto tus hermanos la vean, no querrán tener algo con ella.
- ¿Qué importa que sea hija de esa tal Cassandra? - pregunte.
-Eso no te importa Chris y espero me hagan caso, esta vez lo digo enserio- en eso las puertas del elevador se abrieron, y el salió.
El que mi padre dijera eso solo hacía a Amelie Lambert mucho más interesante de lo que ya era...
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ROTHSCHILD (EN EDICION)
Teen FictionLos hermanos Rothschild, condenadamente guapos, condenadamente misteriosos y condenadamente ricos, como dicen no juzgues un libro por su portada, tal vez ese fue su mayor error o uno de ellos, auque... no se le puede considerar error si lo disfruta...