-Capitulo 15-

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Disfruten del segundo capitulo del día feliz Lunes!!!

-Capitulo 15-

- Alec puedes llevar las bolsas y equipaje de Amelie a su habitación- el asintió- gracias.

Al entrar yo seguía pensando en las personas que me miraban, es decir ¿tenía Herman dos padres? Tal vez la señora se divorció, tengo curiosidad, pero definitivamente no le preguntare eso.

- Amelie- volteé a verlo- quieres ir a arreglarte, saldremos a cenar- yo asentí.

Iba a empezar a caminar, pero recordé que no sabía dónde quedaba, me volteé hacia ellos.

-No sé dónde queda mi habitación- dije.

Herman iba a hablar, pero la señora lo interrumpió.

-Yo la llevare, ustedes hablen pasare tiempo con mi nieta- eso me hizo tragar grueso.

-Ven cariño- dijo.

Les sonreí a los tres hombres, y seguí a Amelia, subimos todas las escaleras, al llegar a la segunda planta me di cuenta que había más escaleras, que llevaban al tercer piso, en algún momento Amelia dejo de caminar.

-Es aquí- dijo ella.

Me quede ahí sin hacer nada.

-Vamos es tu habitación, puedes pasar- dijo sonriéndome.

Me acerque a la puerta y gire la perilla, al entrar me quede con la boca abierta, era mucho más grande de lo que era mi antigua habitación, las paredes estaban de un lila muy claro, lo único que había era el tocador, la cama con una cabecera color crema, encima de la cama se encontraba mis maletas, y las bolsas donde estaba el vestido y zapatos.

- ¿Te gusta? - pregunto ella.

-Es... muy bonita- respondí.

-Puedes pintarla y decorarla como quieras, ya sabes darle tu toque personal- dijo guiñándome un ojo.}

Sonreí.

Ella camino hasta donde estaban las bolsas, iba a tomarlas cuando volteo hacía mí y dijo.

- ¿Puedo? - asentí, eso la hizo sonreír.

-Es precioso, estoy segura que en ti se verá espectacular, puedes ir a ponértelo allá esta el baño- señalo una puerta cerca de donde habíamos entrado.

Asentí y comencé a caminar hasta allá al entrar el baño era espacioso, había lo necesario, pero la regadera era grande, dentro del baño había otra puerta me dio curiosidad, deslicé la puerta encontrándome con lo que parecía un closet, solo que no había ropa, salí de ahí y comencé a desvestirme, tomé una ducha quería despejarme ya que desde que bajé del avión eh andado de un lado para otro.

Abrí la regadera y entre en ella, tenía una abuela, y lo que parecía ¿dos abuelos? Sonreí, me quedé pensando en Chris ese chico era... dios todo un adonis, suspire no llevaba ni un día y ya tenía un crush con un chico que acababa de conocer.

Salí de la regadera, tome una de las toallas que había en el estante, me seque tome otra y la enrolle en mi cabello, iba ponerme el vestido, pero olvide mi ropa interior, mierda tome la toalla y la enrolle en mi cuerpo y salí, dios que pensara de mí.

Al salir la encontré sentada en la cama, levanto la mirada y me sonrío.

-Lamento haber tardado es que...- me corto.

-No te preocupes cariño, yo entiendo ¿se te olvido algo? Pensé que llevabas el vestido- preguntó.

-Olvide mi ropa- me corto.

ROTHSCHILD (EN EDICION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora