ROTHSCHILD (EN EDICION)

-Capitulo 16-

-Capitulo 16-

Caden Rothschild

Me había despertado tarde, ayer me había ido de fiesta con Hannah y Nicolás, debí hacerle caso a Connor, me levante de mi cama para cambiarme entrenaría un rato me puse una camisa deportiva, con mis shorts y tenis.

Cuando iba bajando me encontré a mis madres en la mesa salude a cada una con un beso en la mejilla, me percate que en la mesa estaban, Crono y Caleb.

-Buenas días hermanito- dijo bromeando Crono- ¿Cómo estuvo la fiesta anoche? - le saque el dedo de en medio.

Mi madre Isabella intervino.

-Crono deja a tu hermano y termina de comer, y tu Caden siéntate a comer estoy segura que debes tener resaca, y maduren ambos- se sentó de nuevo en su lugar a continuar hablando con mis otras dos madres.

Me senté a un lado de Caleb el cual me observaba con superioridad, había veces en que lo detestaba que acaso no se cansaba de actuar como el hijo perfecto.

-Toma agua, seguramente bebiste sin haber comido antes- dijo tendiéndome un vaso con agua.

-Gracias Caleb-el sonrió.

-De nada hermanito- revolvió mi pelo.

Caden era el típico hijo perfecto, no llegaba tarde, cumplía con lo que debía, no llegaba borracho a casa, era molesto, pero en si era el único que se preocupaba por Connor y por mí, ya que nuestros hermanos mayores cada quien tenía su vida.

-Mañana no hay salidas, tenemos un compromiso con los Lambert mañana les diré a qué hora estén listos- hablo Emma nuestra tercera madre.

Crono iba a replicar, pero una mirada de nuestras madres basto para que se callara, Caleb asintió, al igual que yo, no es como que quisiera retar a mis madres ahora o nunca. Había terminado mi comida así que me levanté, me despedí de mis madres.

- ¿A dónde vas? - pregunto Camille la primera esposa de mi padre.

-Ire a entrenar si ven a Connor díganle que estaré en el patio- dije encaminándome hacia el patio.

Al pasar por la cocina pude ver Julieta darme una mirada de pies a cabeza, le guiñé un ojo, ella mordió su labio era bonita, su piel estaba bronceada, sus ojos color miel, pero no estaba tan urgido no era un prostituto como Crono.

Al salir, deje mi botella de agua en una de las mesas que había afuera empecé a calentar un poco mis músculos se sentían contraídos, sentí la mirada de alguien en mí, mire hacia todos lados incluso en la cocina por si se trataba de Julieta hasta que mire hacia la casa de los Lambert.

Había una chica no podía ver bien su rostro, pero me estaba observando, quite mi camisa a propósito, quería ver algo le daría algo que ver.

-Caden, Caleb me dijo que me querías...- era la voz de Connor- ¿Qué haces idiota? - pregunto.

Voltee a verlo.

-Idiota tú, te hablaba para entrenar ayer dijiste que querías hacerlo hoy- le dije.

-Cierto, ¿Qué veías? - dijo.

Volteé de nuevo, pero ya no estaba, sonreí.

-Nada en especial- conteste.