Capítulo 21

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Los rayos del sol que atravesaban en la fina tela de la carpa me despertaron. Abrí los ojos despacio para que la luz no me hiciera mal. Mi cabeza dolía de puta madre.

Quise levantarme, pero un brazo pesado que me rodeaba lo impedía, no sabía quién era ya que lo tenía de espaldas, pero estoy rezando que no sea quien pienso que es porque sería más raro de lo normal, Patrick no era porque lo estaba viendo, estaba delante de mi completamente dormido y con un gorro de la fiesta de anoche color flúor sobre su cabeza, así que solo quedaban dos opciones.

Me di la vuelta lentamente y vi a Noha. Madre mía, no recuerdo nada de anoche, rogué por no haber cometido ninguna estupidez y con todo el temor del mundo baje mi mirada y... ¡ESTOY VESTIDA! Gracias madre santa, por un momento creí que perdí mi dignidad.

Levante la vista de nuevo para volver a ver a Noha, se veía tan tierno durmiendo que no parecía él, no me sentía rara con su brazo sobre mí pensándolo bien, pero aun así quería levantarme. Quite cuidadosamente su brazo y lo deje sobre mi almohada, ahora sí, libre de el, pude salir de la carpa, un olor fresco inundo mis sentido y una paz hermosa yacía en todo el bosque.

Supongo que es temprano y todos duermen, si ayer hubo fiesta no creo que se despierten aun, es decir, no sé qué hora es, pero parece temprano. Fui hasta el hotel para cambiarme de ropa y lavarme los dientes, pero recordé que no podíamos entrar a la habitación por lo que tome mi bolso y rebusque dentro de este un par de chicles de menta y me los metí a la boca, tome una muda de ropa y unas píldoras para ayudar con la resaca que normalmente son para Emma, pero mi cabeza me está matando. Fui hasta la recepcionista.

-Buenos días -salude- ¿usted no tendrá algún lugar en el que me pueda cambiar?

-Oh, buenos días, sí claro, pasa -me llevo por el mismo pasillo por el cual ya había pasado antes y me indico que entrara por una pequeña puertita, yo le agradecí. Entre encontrándome con un pequeño baño y me lamente por no haber traído mi cepillo de dientes, pero por lo menos ahora podre tragar la pastilla con el agua de aquí.

Me cambie lo más rápido que pude y salí de ahí con mi ropa sucia, que metí en el bolso, donde encontré el libro azul y verde que parecía una enciclopedia y lo tome por curiosidad.

Cerré el bolso y con el libro en la mano tome mi celular. Fui hacia unos pequeños sillones que había en la recepción del hotel, me senté con las piernas cruzadas y puse el libro encima de estas.

Volví a leer aquellas raras letras en la portada del libro, ¿qué rayos significara "Aqua fabulas"? recorrí con mi dedo cada una de las letras con relieve y se me ocurrió una gran idea.

Tome mi teléfono y busque las palabras en el traductor, pasándolas a español y salió "historias de agua"

Qué raro título para un libro, debe ser algún libro de cuentos de sirenas y cosas de ese tipo, para pequeños. Pensé.

Al abrirlo me recordé algo: al igual que el título, todo él bendito libro estaba en otro idioma ¿es que solo yo tengo tanta suerte? Y lo peor es que ahora tengo que traducir toda una biblia de quien sabe que tema, solo porque no me aguanto no saber qué demonios hay ahí.

Cerré el libro y vi entrar a Isaac por la puerta principal del hotel, cuando me vio rápidamente camino hacia mí y se sentó conmigo.

-Buenos días -saludo con la voz ronca y cara de dormido, daba demasiada ternura.

-Buenos días -respondí. Pude divisar que tenía una marca en el cuello, no puedo créelo. Solté una risita y no pude evitar comentar-. Noche loca, eh... -me observo sin comprender por unos segundos, pero luego se llevó la mano hacia su marca, hecha por un "mosquito", y sus hermosas mejillas no tardaron en teñirse de carmesí, se mordió el labio inferior tratando de evitar reír. No podía dejar de pensar en que quizá lo incomode y rápidamente se me cruzo una idea por la cabeza- Oye ¿tú sabes leer esto? -extendí el libro con mis manos y él lo tomo examinándolo mientras se frotaba los ojos.

Mientras el crimen sucedeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora