Capítulo 14

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Me levante de la cama y me propuse bañarme, parecía que aquel olor fétido y repugnante de la casa abandonada se había impregnado en mi piel.

Entre a la ducha y deje que el agua caliente cayera sobre mi cuerpo, mis músculos se relajaron y el olor fétido desapareció junto con la horrible experiencia de esta noche.

Al salir de la ducha me resbale y prácticamente casi me mato, comencé a reír de lo torpe que soy y de la suerte que tengo de que nadie haya apreciado mi acto de estupidez.

Ya me había cambiado y estaba cargando mis bolsos en el maletero del coche, cuando mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, dando a entender la llegada de un nuevo mensaje.

Lo saque y leí el mensaje de Emma:

"Buenos días, lindura, necesito que me pases a buscar por casa para ir al cole, mi coche está en el taller"

"Buenas, buenas Emmy Emm. Estoy saliendo, estate lista" respondí.

Cerré con llave mi casa y luego salude con la mano a mi vecina, la señora Wilson, una viejita viuda con pelo blanco y llena de arrugas, que siempre a la mañana temprano sale con su perrito hércules. Es una buena vecina, siempre me lleva comida ya que sus hijos no la vienen a visitar, pero ella le gusta la cocinar y siempre que practica alguna receta nueva me lleva de regalo sus exquisiteces, también cuida mi casa cuando no estoy.

—Adiós, señora Wilson.

—Adiós, cariño —devolvió el saludo.

Conduje hasta la casa de Emma y cuando llegue toque la vieja puerta de madera, a los pocos minutos el rostro de Emma salió detrás de la puerta, con una gran sonrisa en su rostro.

—Heyyyy ¿Estas lista para la aventura?

—No, pero ya vayámonos que llegamos tarde —siendo sincera no tenía ni el más mínimo interés en este viaje, pero para Emma era lo mejor que le podía pasar a sus dieciocho años.

—Oh, aguarda que voy a por mis cosas.

—Claro—dije mientras fui a abrir mi maletero, pero Emma tardaba mucho y cuando volví a la entrada ella estaba con tres bolsos enormes.

— ¿Llevaras todo eso? ¿No te parece mucho?—la ropa que yo llevaba era prácticamente mi guardarropas entero.

— ¿Tú crees? Yo aún creo que es poca.

—Para mí es bastante, pero da igual, no tenemos tiempo, mejor carguemos las cosas y vayámonos.

Estamos en el auto con Emm rumbo al colegio y no podía creer que de un día para otro Emma estuviera tan bien, a pesar de todo lo que ocurrió anoche. Ella siempre estaba con una enorme sonrisa en su rostro y un gran entusiasmo para todo, parecía feliz, pero... alguien no puede estar así de feliz cuando casi la violan.

La mire y comprendí que Emma ocultaba muchos secretos, sufría mucho, pero nunca dejaba verse tal cual era, nos mostraba a todos que era una chica fuerte, alegre y dulce, aunque es así, por dentro estaba dolida y ahora lo sabía, su sonrisa ocultaba un montón de lágrimas acumuladas y me hacía sentir mal.

—Emma ¿sabes que puedes contar conmigo para lo que sea no? Sabes que si tienes algún problema lo puedas contar ¿verdad?

—Oh, sí, Lía ¿por qué lo dices?

—Es que, siento que tú me estas ocultando algo, porque no es posible que una persona sea tan alegre y tan radiante como tú, es decir, si se puede, pero no entiendo... con todo lo que paso anoche... y tú siempre con una sonrisa en tu rostro.

Mientras el crimen sucedeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora