Isaac acaricio mi cabello y beso mi frente, tan cursimente como solo él sabe hacerlo.
—¿Estas Bien? —pregunté tomando un poco de distancia, pero aún seguíamos abrazados.
—Eso no importa, ¿tu estas bien? —Me examinó la cara— me siento tan culpable... Lía, no tienes idea, lo siento muchísimo.
—Oye, eh —lo detuve—. Tranquilo, no es tu culpa —aclare.
—Si, lo fue, no supe defenderme y tuviste que arriesgar tu vida para rescatarme —bajó la mirada.
Había olvidado un poco que Isaac es como un osito bebé, de esos extremadamente tiernos, literalmente un bebé. Coloque una mano en su mejilla algo ruborizada.
—Isaac, no digas estupideces. Ni yo puedo contra uno de ellos, llevan años en estas cosas, es obvio que les ganarían a unos adolescentes como nosotros que sólo piensan en café y series —sonrió haciendo lucir sus hoyuelos, pude escucharlo reír y eso me hizo sentir mejor, no quiero que Isaac se sienta culpable—. Esto no fue culpa de ninguno, no sabíamos que un maldito libro podría hacer que toda esta locura suceda —luego recordé que Issac realmente no sabe la importancia de ese libro, ni que este secuestro fue parte de una pelea ancestral entre dos rasas.
—Si... Pero...
—Nada de peros —lo interrumpí—, no te eches toda la carga encima, no funciona conmigo, niño. Sé que en el fondo sabes que no fue tu culpa, y espero por tu bien que lo sepas porque te quitaré el café —lo amenace— y las series —trate de sonar como una madre enojada.
—Está bien, pero... ¿en serio no te duele nada? —preguntó.
— Bueno, tengo que admitir que tener moretones no es agradable y duele un poco, pero luego se irán y eso no importa ahora, estas a salvo, si algo te pasaba no me lo hubiera perdonado...
—Tranquila —río—, no es culpa de ninguno ¿recuerdas?
—Si, pero...
—Nada de peros.
—Me estas copiando —dije indignada haciéndolo reír—. Bien, voy a ducharme.
—Bien, te espero en la sala —dijo, y antes que saliera volví a hablar.
—Issac, creo que hay algo que mereces saber —él se frenó y volvió a sentarse en mi cama. Realmente quiero que él sepa la verdad, pero no sé cómo decirlo, apenas estoy tratando de asimilar todo yo como para intentar explicárselo a otra persona.
—Lia... tranquila, se lo que vas a decir, no te preocupes, Noha y los chicos ya me explicaron todo.
— ¿Todo? ¿Qué es todo? —pregunte un poco nerviosa. Él me miro y volvió a hablar.
—Todo, lo que significa el libro y que todas sus palabras no eran un cuento de hadas como nosotros pensábamos. Todo era real, por mas loco que suene –no creí que Noha se lo hubiera dicho, pero ahora me siento mas tranquila sabiendo que Issac esta al tanto de todo.
—Oh, entonces ya lo sabes —dije con alivio—, y... ¿tienes alguna pregunta?
— ¿Eres una de ellos verdad? ¿un acuo? —pregunto un poco tímido y como si le costara creer lo que estaba diciendo. Yo asentí. Él sonrió, luego de eso beso mi frente y se fue. Cerré mi puerta con seguro y fui al baño de mi habitación.
Mientras me duchaba la recordé... perder a Isaac se hubiera sentido igual que me sentí al perderla a ella. La diferencia era que Paipper no murió por mi culpa, aun así, sentía que aquel día podría haber hecho algo más que solo golpear y maldecir a su asesino.
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Mientras el crimen sucede
Teen FictionAmistades, Pasiones, Secretos y Traiciones. Lía Sutton ha despertado, pero ahora desea que eso jamás hubiera pasado. En su búsqueda por encontrar al responsable de la muerte de su mejor amiga, Lía recorrerá un camino angustiante y desesperante, don...