Ya habíamos llegado cuando se me ocurrió comprar palomitas de maíz, aún faltaba un poco para que comience la película.
—Chicos, voy a comprar unas palomitas, si la cola de compra es larga tardaré en llegar ¿les parece esperarme dentro de la sala? No quiero que se pierdan parte de la película por mi culpa, si es que llega a comenzar antes de que yo llegue.
—Palomitas... eso sería genial —sonrió Emma.
—Claro, no hay problema, te esperamos dentro —me respondió Dimitri.
—Bien, los veo ahí —camine hacia el mostrador y espere a que la chica que trabajaba allí terminará de atender a las personas delante de mí. Cuando llegó mi turno vi que está llevaba un uniforme color naranja que tenía el nombre del cine. Con una gran sonrisa que la hacía parecer simpática, me dijo ni bien me acerque:
—Hola, buenos días ¿qué podría ofrecerle?
—Hola. Quiero dos bolsas de palomitas de maíz... —tendría que llevar más porque entre los cuarto no alcanzaría— y unos chocolates, por favor.
—Claro —me tendió las bolsas y los chocolates, junto con el precio de la compra, sobre el mostrador.
—Toma -le tendí el dinero-, muchas gracias -sonrei-. Adiós —dije.
Me dirigí a comprar las entradas cuando vi a el mismo chico que había visto en el colegio junto al auto gris, o bueno se le parecía, solo que ahora tenía la ropa diferente y nuevamente estaba de espalda pero sabía que era el por la forma de su cuerpo, igual a la que había visto antes, muy parecido a Noha, pero el chico de ahora era más flaco y, por lo poco que había he visto a Noha sé que era como más musculoso y ancho de espaldas. Le iba ir a hablar pero no estaba segura de que fuera él, además ¿de qué le hablaría?, o ¿por qué lo haría? es un extraño aunque me haya ayudado.
Pague mi entrada y entre a la sala, me senté junto a los chicos, quienes ya están ahí. Comencé a ver la película, era una comedia romántica, a Emma y a Dimitri le encantan, pero a mí lo romántico no me gusta para nada. Al cabo de lo que me pareció una eternidad ahí dentro, la película aún no acaba así que decidí salir porque se había vuelto muy odioso, casi todos besándose en la película como si nada. Odio las películas así, siento que nunca acaban y sé que es porque no son mi tipo de película, si fuera una de terror se me habría pasado en un santiamén.
Salí y al recibir la luz de golpe cerré los ojos y tropecé con un escalón que había allí y choque con algo, al abrir los ojos me di cuenta de que era Noha, pero tenía algo distinto.
—Lo siento, no te vi —me disculpe.
—No hay problema, tranquila —soltó una risilla—, todos nos hemos caído alguna vez —me pareció raro que fuera tan simpático, después de que la última vez que lo vi no terminamos muy amigablemente que digamos, quizá no me recuerda y pensar eso me hizo sentir mal, aunque parezca estúpido, bueno, en realidad no lo parece, es estúpido ¿por qué debería sentirme mal si no me recuerda?
—Te acuerdas de mi, ¿no? —pregunte ya que estaba segura de que no era así.
— Disculpa, pero yo no te conozco —bien ahora no entendía nada.
— ¿No recuerdas el día de la tormenta? —dije tratando de que me recordara pero no lo logre.
—Creo que me estas confundiendo con mi hermano, yo soy Nathan no Noha, joder no somos tan parecidos, él es muy diferente a mí una pizca de molestia en su voz se notaba de lejos y lo entendí, no debe ser lindo que te confundan con otra persona.
—Lo siento, no sabía que tenía un hermano —trate de disculparme de nuevo.
Oí la voz de Noha apareciéndose detrás de mí.
— ¿Qué haces con ella, Nathan? —pregunto en un tono un tanto extraño, cuando lo vi note que iba vestido casi igual a su hermano, solo que él llevaba la chaqueta gris y Nathan no, pero eran prácticamente iguales, a excepción de unos pequeños detalles que no había notado antes, como por ejemplo que Nathan tiene los ojos azules y Noha color miel, además de que este último tenía el cuerpo mucho más trabajado.
—No hacíamos nada, solo nos chocamos por accidente y me confundió contigo —Noha miro a su hermano con el ceño tan fruncido que hasta yo pude notar el mensaje que le transmitía, e inmediatamente Nathan, frustrado, salió caminando hacia la salida.
Estaba por decirle algo a Noha cuando una chica se nos acercó, era rubia, o eso me pareció a simple vista ya que se le notaban las raíces negras, llevaba ropa tan ajustado que me cuesta imaginar cómo puede respirar, le apretaba todas las curvas haciéndolas más voluminosas, tenía un piercing en la nariz, y en sus grandes pechos se veía un tatuaje horroroso.
Al llegar se tambaleo con sus zapatos y cayó sobre Noha, él hábilmente la sujeto de la espala y la ayudo a no tocar suelo.
—Oh, amor, gracias por ayudarme, siempre tan caballero —sonrió—. Ya ha empezado la película vamos que nos espera tu hermano —examine una vez más a la chica y, no sé porque, tuve la sensación de que no nos llevaríamos bien, quizás solo sea por su aspecto que no encajaba en nada con el mío, aunque sabía que no debía juzgar a un libro por su portada. Viendo la escena, supuse que ella era la amiga o algo más de Noha, digo no puedes llamar "amor" a alguien (de la manera coqueta en que ella lo hizo), sin que sea algo más que tu amigo, o por lo menos yo no lo haría. La chica miraba a Noha de tal manera, que lograba percibir las ganas que esta le tenía desde aquí, él parecía saberlo, y no le molestaba.
Mire con un poco de desagrado a Noha, puedo estar equivocada, pero siento que era uno más de todos los típicos chicos del mundo, antes no lo habría creído, bueno o por lo menos no me lo puse a pensar, pero ahora viendo esta escenita parecía que él pasatiempo de Noha era salvar a damiselas en apuros y me siento idiota por figurar en su lista de "La Buena Acción del Día", o como quieran llamarlo. Me sentía molesta por algo, el no saber porque me enojaba e irritaba aún más.
Noha se quedó pensativo un instante sin ninguna expresión en la cara, pero luego solo me miro directo a los ojos con sus ojos color miel y de repente dijo:
—Si, amor, vamos —despego la mirada de mi y sujeto la mano de la chica.
— Adiós, Lia, nos vemos pronto —Dijo y me guiño un ojo, como demostrando que sabía algo que yo no. Me mostró su hermosa sonrisa, ¿pero que estoy pensando? Por dios, me mostró su horrorosa sonrisa y se fue hacia la entrada de la sala de cine con su novia y desapareció. Yo mientras me quede pensando en la sensación que me hizo sentir al verlo con la chica, era como... ¿decepcion? Pero ¿por qué? Quiza por el hecho de que él, aquí y ahora, no parecía ser lo que aparento aquel día en su casa al ayudarme, pues no parecía ser un chico cerrado, maduro y molesto, sino un chico más de la sección de "¿con qué nos divertimos hoy?". Negué con la cabeza. Estoy pensando demasiado.
Decidí ir a tomar un café para borrar la extraña sensación, que por un instante pensé que era algo demasiado ridículo como ¿celos? Me reí ante ello, obviamente no era eso, a penas y vi a Noha ¿dos? ¿Tre veces?, no podría sentir eso de él.Salí del cine no sin antes mandarle un mensaje a Dimitri de que me iría, busque mi auto y fui hacia un café, pedí uno para llevar. Seguí conduciendo sin saber bien a donde ir y pensando en Paipper, en la perdida que sufrí, y en que, si yo la había sufrido, los padres de ella lo habrían pasado peor, aún deben estar devastados, eso me ha dicho Dimitri antes, que la habían pasado pésimo. Mientras recorría las calles mi café se terminó. Me arme de valor y decidí ir a hablar con los padres de Paipper, me sentiré más miserable de lo que ya me siento, pero quería estar con ellos de cualquier modo y acompañarlos, a pesar de que ya hayan pasado meses y que la mayoría ya han superado un poco la muerte de Paipp, yo quiera estar allí para ambos, sabía que la perdida de una hija no se supera tan fácil al igual que la de una amiga, pero quizá lo podamos superar algún día, juntos, como antes.
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Mientras el crimen sucede
Roman pour AdolescentsAmistades, Pasiones, Secretos y Traiciones. Lía Sutton ha despertado, pero ahora desea que eso jamás hubiera pasado. En su búsqueda por encontrar al responsable de la muerte de su mejor amiga, Lía recorrerá un camino angustiante y desesperante, don...