Es un viernes por la tarde, y mientras todos deben estar arreglándose para salir en la noche yo estoy recostada en mi cama sin sentir mi cuerpecito. ¿Quién le dijo a la profesora de gimnasia que tengo resistencia como para correr alrededor de todo el instituto cuando apenas y puedo levantarme de mi cama por las mañanas? Sentí que estaba por vomitar hasta mi alma y ni hablemos de que si corría un minuto más hubiera logrado ver a San Pedro.
El lado bueno es que mamá se encuentra trabajando puesto que hoy tiene el turno nocturno en el hospital, así que no la veré hasta mañana y gracias a eso podre estar acostada todo el día si es necesario y no me podrá retar por no hacer nada con mi vida. Aunque creo que de estar tanto tiempo acostada ya comenzó a dolerme la espalda, ni si quiera parece que apenas tuviera 17, cuerpo de adolescente y alma de anciano, esa soy yo.
El silencio de mi habitación se ve interrumpido por el sonido de una notificación en mi celular, intente pararme para alcanzar el celular que se encontraba en mi escritorio pero no me fije en la mini pelota que mi mascota había dejado en mi habitación, resbale y amortigüe la caída con mi cara. Afortunadamente caí encima de una montaña de ropa por lo que no me rompí la nariz del todo, o eso creo.
Me levanto del suelo como puedo y camino hasta mi escritorio en donde mi celular se encuentra cargando ya que yo no fui bendecida con tener un toma corriente junto a mi cama.
Al tomarlo puedo ver que me ha llegado un mensaje de Alexa, enseguida llega un segundo mensaje y antes de que pudiera responder me llega una llamada.
—Hola Kells— me saluda Alexa energéticamente.
—Hola Alexa —respondo caminando de vuelta a mi cama mientras me agarro la nariz por si se le da por desprenderse de mi cara en el camino.
—¿Se podría saber por qué la señorita no contesta mis mensajes?
Porque casi me parto a la mitad por una caída que tuve gracias al desorden que tengo en mi cuarto.
Bueno no me voy a humillar de esa forma.
—No escuche ninguna notificación, tal vez mi celular se encontraba en silencio— dije dejándome caer de espaldas en mi cama.
—Mmm no te creo pero lo dejare pasar. Bueno vamos al punto, arréglate porque hoy nos vamos de fiesta.
Nooo, apenas y siento mis piernas sin contar que ya deje de sentir la nariz. Lo único que me apetece es dormir por unos 100 años para ver si me recupero de todo el cansancio que me ha dejado el instituto.
—Mmmm..— dije fingiendo pensar.
—Oh no, no voy a aceptar un no como respuesta. Esta semana hemos estado demasiado estresadas con los exámenes así que es justo que salgamos a divertirnos.
—¿Hemos? según recuerdo no estudiaste para ningún examen, es más, toda la semana la pasaste en fiestas— dije riendo.
—Bueno puede que tengas razón pero hoy quiero salir con mi amiga así que llego en dos horas para llevarte a un nuevo bar que abrieron.
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Más que amigos *TERMINADA*
RomanceKelly, Matías y Alexa son tres mejores amigos que se conocieron en la infancia y desde aquel momento se han vuelto inseparables. Siempre han estado el uno para el otro, se han apoyado en cada momento de sus vidas y nunca se han dado la espalda. El...