Capítulo 3

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Vi por la perilla de la puerta y pude observar a una Alexa en estado etílico que literalmente se había quedado dormida mientras tocaba el timbre, razón por la que el sonido nunca se detuvo

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Vi por la perilla de la puerta y pude observar a una Alexa en estado etílico que literalmente se había quedado dormida mientras tocaba el timbre, razón por la que el sonido nunca se detuvo.

Abrí la puerta y Alexa comenzó a tambalearse peligrosamente hasta casi caer, pero por suerte se agarro de mí y logro abrazarme. Intente mantenernos en pie pero me fue imposible ya que yo estaba aguantando todo el peso de la dos y terminamos cayendo al suelo.

—¡¡MATIAS!!

Grite cuando Alexa comenzó a acomodarse encima de mi y empezaba a aplastarme.

—Esta cama es muy incómoda — dijo dando un puñete a mi pobre estomago.

— Auch — es lo unico que pude decir después de que me dejara sin aire.

— ¿Desde cuando las camas hablan?— se quejaba mientras se estiraba encima mío buscando su comodidad— ¿y qué es esto que está aquí?

Dijo tomándome por sorpresa cuando sentí como me agarraba una bubi.

—¡¡MATIAS AYUDAAAA!!

—Oh, creo que es una mini almohada. Espera, hay dos mini almohadas yeiii— comenzó a reírse una intoxicada Alexa mientras me agarraba las bubíes.

Ok me siento más manoseada que fruta de mercado, y creo que me siento insultada ¿Cómo que mini?

En ese momento bajo Matías corriendo y con cara de preocupación provocado tal vez por mis gritos de auxilio. Se detuvo en el filo de las escaleras y aguanto la risa cuando vio la situación en la que me encontraba.

— ¿Que está pasando aquí? —dijo acercándose mientras intentaba mantenerse serio.

—Encontré dos mini almohadas en la cama, ¿quieres tocarlas tú también? Están muy suaves— dijo Alexa media dormida aun encima de mí.

—Si tú insistes...

—Ni te atrevas — lo fulmine con la mirada.

Alcance con mi mano uno de los cojines y se lo lance a la cara haciendo que retroceda. Matías comenzó a reír mientras me ayudaba a quitármela de encima. Cuando por fin cayó dormida y dejo de insultar mis limones la llevamos hasta el sofá y apenas lo toco quedo profundamente dormida.

—Parece que estuviera muerta —dijo viendo en la extraña posición en la que quedo después de acomodarse.

—Creo que me lastime la columna ¿cómo es que una chica de su contextura pesa tanto? —dije causando que Matías riera.

El se dejo caer en uno de los sillones, y cuando me disponía a sentarme a su lado el celular de Alexa comenzó a sonar. Lo agarre de la chaqueta de mi amiga y me quede helada al ver que sus padres la estaban llamando.

—Mierda —maldije por lo bajo.

Conteste inmediatamente y me dispuse a responder al interrogatorio que decidieron hacerme con respecto a el paradero de su hija. Les dije que Alexa se había quedado a dormir en mi casa y ella seguía profundamente dormida, tenía que hacerlo, ella era mi mejor amiga y ya me había salvado algunas veces.

Más que amigos *TERMINADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora