Kelly, Matías y Alexa son tres mejores amigos que se conocieron en la infancia y desde aquel momento se han vuelto inseparables. Siempre han estado el uno para el otro, se han apoyado en cada momento de sus vidas y nunca se han dado la espalda.
El...
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Vi a Kelly caminando con Alejandro hacia su coche. No interferiría, no quería tener más problemas con Kelly así que seguiria mi camino e iria a casa, haría como que no los vi juntos y no me dieron ganas de romperle la cara a Alejandro, fácil ¿no es así?
¿Estas seguro que es así de fácil?
Sí, ¿por que lo preguntas?
Porque estas caminando hacía ellos en este momento, no se solo digo.
No se que paso pero cuando me di cuenta ya estaba parado frente a ellos, no sabía ni como había llegado hasta ahí inconcientemente, pero ya que estaba aquí tendría que impedir que ellos dos vayan solos a casa de Kelly.
—Hola Matías— me saludo como si no le importara mi presencia en lo absoluto.
—Hola kelly, tenemos que irnos—
Muy directo ¿no te parece? ¿no quieres arrastrarla al coche de una ves? digo si vamos así de directos no me sorprendería en lo absoluto.
Bueno dime como hacer esto sin que parezca una escena de celos.
¿No lo es?
Nunca he sentido celos.
Y eso es lo que la hace distinta, eso demuestra que no es una amiga y ya.
—Tu mamá me pidio de favor que te llevara a casa, sabe que Alexa salió de clases por enfermedad y no quiere que te regreses sola— Fue lo primero que se me vino a la cabeza y creo que no estuvo nada mal porque por un momento parece que lo creyo.
—No te preocupes, la llevare yo— contesto el chico nuevo.
Como que ando muy preguntón ¿verdad?
En ese momento Alejandro paso su brazo por los hombros de Kelly y me sonrió con burla, haciendo que tensara la mandibula e intentara con todas mis fuerzas no romperle la cara.
Okey, que quede de constancia que intente controlarme pero el está colmando mi paciencia y no es que me quede mucha después de ver la confianza con la que la abraza.
—No creo que sea necesario, ire con Alejandro— lo dijo sin tomarle la más minima importancia, mientras yo moria de celos cada vez que la veia con el.
—Kelly— dije en tono de advertencia, ya no sabía de que manera convencerla sin que me contradijera.
—Matías— me imito, haciendo que sonriera sin poder controlarlo.
Sabía que lo haría y esa es una de las tantas cosas que me gustan de ella.
Te saco una sonrisa aún cuando estabas pensando en romperle la cara al chico de su lado, si no te casas con ella lo hago yo.
