Kelly, Matías y Alexa son tres mejores amigos que se conocieron en la infancia y desde aquel momento se han vuelto inseparables. Siempre han estado el uno para el otro, se han apoyado en cada momento de sus vidas y nunca se han dado la espalda.
El...
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Sé que ese beso puede cambiarlo todo. Puede poner nuestros mundos de cabeza y puede ser que con mi acción haya creado una barrera entre los dos, una que va a ser muy difícil derribar. Pero no me puedo olvidar de esos hermosos labios rojizos que se amoldan con facilidad a los míos.
No Matías deténte, no puedes pensar eso por el simple hecho de que es tu mejor amiga. Lo que paso simplemente fue un impulso del momento que no debió pasar y por supuesto no se repetirá.
Pero también me aterra el hecho sobre ¿qué fue lo que causó ese impulso? ¿Acaso estoy confundiendo mis sentimientos por Kelly? No puede ser posible, lo que hay entre nosotros no es más que una amistad, y querer algo más allá de eso sería poner en riesgo nuestra amistad. Lo que paso puede ser un error que lleve a nuestra relación a un abismo y tengo en claro que debí de pensar en eso antes de precipitarme a hacer lo que hice, pero no puedo pensar en lo que hubiera hecho, ya que el hubiera no existe, solo el presente.
Así que decidí poner distancia entre nosotros, por lo menos por un día. Me di a la tarea de evitar cualquier tipo de contacto con Kelly, eso me serviría de ayuda para pensar. Intentaba de todo para evitar encontrarnos en el instituto, en las clases me sentaba alejado de ella e incluso cuando me la encontraba en los pasillos y veía que se escondia detras de otra persona y pasaba agachada por mi lado, fingía que no me daba cuenta, aún cuando todos observaban la escena y yo reprimía una sonrisa estupida que me asaltaba en esos momentos.
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Era martes y un día no había servido de mucha ayuda para saber que hacer, tanto con lo que paso como con mi forma de ver las cosas. Llegue al instituto, estacione mi camioneta y baje para caminar en dirección a mi primera clase.
Llegue al salón, pero este estaba casi vacío, excepto por unos cuantos chicos que se encontraban en sus celulares, me sente en una banca y deje mi mochila. El profesor aún no había llegado ya que aún quedaban 10 minutos para que la clase empezara, así que decidí sacar mi celular para enviar un mensaje a Dalton. Lo busque en los bolsillos de mis vaqueros pero no lo encontre.
—Debería estar aquí— pense en voz alta mientras agarraba mi mochila para seguir buscandolo.
Estaba buscando en mi mochila cuando el recuerdo de haber dejado mi celular en el asiento del copiloto me asalto. Vi en mi reloj que aún faltaban 5 minutos para que la clase empezara, así que decidí ir a buscarlo a mi auto.
