XIV. Kiss

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— Estás loca — susurra suavemente. Dios tengo mis manos en su espalda baja, se siente tan jodidamente bien.. podría estar horas sosteniéndola así.
— Probablemente — murmuro con voz ronca. No puedo evitar ver sus labios, son demasiado tentadores. Tengo que besarla.. la necesito.
De repente siento el viento frío alrededor.. tengo piel de gallina en mis brazos desnudos. Quise hacerme la valiente y ahora me estoy convirtiendo en hielo. Genial, eso sólo me pasa a mí. En las películas no cuentan que la persona que le da la chaqueta a la otra pueda morir de hipotermia. Kat se quita rápidamente la bufanda de su cuello.. bien ahora si puedo ver su tersa piel sin obstáculos. Sus manos ágiles envuelven la prenda en mi cuello. Quiero que me siga tocando.. que me dé su calor.
— Ahí.. estas mejor? — Dios esta chica me vuelve loca. Puedo oler su perfume de vainilla.. es tan irresistible.
— Aún no — tengo que besarla para estar más que bien.
Estrello mis labios en los suyos antes de arrepentirme. Son tan suaves y carnosos. La acerco un poco más a mi cuerpo. Su pecho está aplastado contra el mío y las palmas de mis manos se encuentran en su espalda para que no pueda escapar de mis brazos. La tela de su camisa es muy fina y puedo sentir el calor de su cuerpo.. esto se siente perfecto. Sólo la estoy besando dulcemente.. probando la sensación de sus labios sobre los míos. Sus manos suben por mi pecho y se enganchan en mi cuello. Podría gruñir de puro placer en este momento. Siento su cálida lengua tocar el borde de mi labio inferior. Oh dios quiere profundizar el beso? Con mucho gusto. Abro la boca permitiéndole explorar.. nuestras lenguas se entrelazan como si ya se conocieran mutuamente. Quiero ser suave y lenta. Necesito disfrutar de esto.. de probarla, de explorarla con mis manos, de saborear su boca.
De pronto ya no me importa el frío, ni que estemos en un parque tan tarde, ni quien mierda será el idiota que le manda mensajes.. sólo me importa la persona que tengo en mis brazos. Siento sus manos enredarse en mi cabello acercándome más a ella. Ahora estoy besándola con más deseo, como si estuviera hambrienta. No puedo recordar cuando fue la última vez que besé a una chica de esta forma.. lo único que puedo decir es que ninguna se sintió así. Mis manos bajan por su espalda hasta ahuecar su trasero. Dios he querido hacer esto toda la noche, espero que no piense que voy muy rápido o algo. Escuché una especie de gruñido provenir de su garganta, supongo que eso es un permiso. Espero que sea eso porque tendrían que cortarme las manos para que suelte su pequeño y respingón traserito. Estoy tan encendida.. quiero sentir su piel desnuda sobre mi cuerpo, quiero que sus labios me exploren por todas partes, quiero mordisquear ese hermoso cuello que tiene. Por el momento me conformo con atrapar su labio inferior con mis dientes.. se presiona más estrechamente contra mí. Mm los mordiscos parecen gustarle. Oh dios tengo que parar antes de que la tire sobre el césped y comience a desabrocharle la camisa.
— Tenemos que parar — digo separándome un poco de sus labios. Pero los suyos parecen seguirlos como si fueran atraídos con un imán.
— No — oh dios esa vocecita infantil me vuelve loca.
— Me va a dar una hipotermia.
— No te estoy manteniendo caliente? — enarca una ceja. — Debo estar haciendo algo mal.
— Estoy muy caliente no te preocupes.
— Entonces no veo el problema de seguir haciendo esto.
— Minji..
— No digas mi nombre como si fuera una niña..
— Ok. Pero podemos seguir con esto en el auto?
— Está muy lejos — si se pone a hacer pucheros la voy a follar aquí mismo. Sólo digo. Y es justamente por eso que tengo que detenerme. Toma todo mi autocontrol pero lo logro.
— Vayamos.. al.. auto
— De acuerdo — me rueda los ojos. Tengo que sacar mis brazos de su cuerpo. Están tan cómodos allí y se sienten calentitos. Con otro esfuerzo de mi parte la libero de mis garras. Caminamos muy rápido hacia el coche.
— Asiento trasero? — pregunta cuando llegamos y yo sólo puedo asentir. Estoy nerviosa y ni siquiera sé por qué.. esto no es algo que no haya hecho antes. Apenas entramos y sus labios, manos, cuerpo.. todo está sobre mí. Parece algo desesperada.. definitivamente voy a usar esto en su contra cuando quiera hacerla enojar. Se sienta sobre mi regazo sin ninguna vergüenza y me sigue besando como si no hubiera mañana. Quiero hacerla mía en este preciso momento, en este jodido auto.. pero no puedo. Por más tentadora que sea la idea. Su mano roza mi muslo y se da cuenta de que tengo algo en el bolsillo.
— Qué tienes ahí? No pienso que sea lo que estaba esperando — dice alzando ambas cejas.
— Es tu teléfono.
— Lo has tenido en el bolsillo todo el tiempo?
— Yep
— Dámelo!
— Ok no tienes que alterarte..
— Soy muy sobreprotectora con mi bebé lo siento.
Su bebé? en serio? ni siquiera es tan moderno como el mío.
— Donde está mi Iphone? — la pregunta cruza por mi mente tan pronto como pienso en el.
— Lo dejé en mi bolso — dice encogiéndose de hombros.
— Por qué? creí que lo intercambiaríamos.
— Nop.. dijiste que la cena era para que me lo dieras. No especificaste que tenía que hacer con el tuyo — me da una sonrisa maliciosa. Esta chica siempre sale con algo nuevo. Y saben qué? me encanta.
— Y que tengo que hacer para tener mi celular?
— Ya lo pensaré.. ahora dame el mío.
Lo saco del bolsillo pero corro la mano antes de que lo alcance.
— Uh uh.. primero tienes que besarme — me da un pequeño beso seco antes de alejarse..
— Eso fue patético.. tienes que intentarlo mejor.
Toma mi rostro con sus manos y me besa. Creo que acaba de devorar mis labios, eso acompañado al movimiento de sus caderas me llevó al infierno.
— Así está mejor? — dice inocentemente. Asiento y le doy su jodido celular. Estoy sin aliento.. dios eso fue intenso.
Cuando comienza a revisar su celular frunce el ceño y luego sonríe ampliamente. Estará leyendo los mensajes del idiota-coranzoncito? Mientras sigue en mi regazo? Cuidadosamente me muevo saliendo debajo de su cuerpo y trepó hacia el asiento del conductor. Estoy molesta y un poco celosa. Quién la llama princesa?
— Qué pasa?
— Nada.. se nos está haciendo tarde para entrar a los dormitorios eso es todo.
— Todavía hay tiempo hasta el toque de queda.
Si pero no quiero seguir viéndote mientras sonríes por otro tipo.
— Ya tienes el celular.. eso era todo lo que querías no? ya podemos irnos — ok estoy siendo una imbécil pero en serio me fastidia y y.. bueno no estoy pensando claramente.
— De acuerdo — dice insegura. Abre la puerta y sale del coche. Qué diablos? Tanto se enojo? oh por dios soy una estúpida. Antes de que pueda salir corriendo pidiéndole perdón.. abre la puerta del copiloto y se sienta a mi lado. Menos mal — Si que sabes arruinar el ambiente.
Y luego de eso no hablamos el resto del viaje. Sip soy así de cabeza hueca. Cómo volvemos a donde estábamos? Tal vez si me disculpo. Cuando nos detenemos en el campus decido que debería intentarlo.
— Lo siento.. yo.. sólo dije eso porque tenía miedo de no poder controlarme si seguíamos así — no puedo decirle que estoy molesta por los mensajes. No quiero que descubra que soy una acosadora pervertida. Esto es lo mejor que se me ocurrió para justificar mi cambio de humor.
— Ok.. te entiendo, no tienes que disculparte. Pero podrías haberme dicho que nos detuviéramos en vez de ser una imbécil — dice ofreciéndome una pequeña sonrisa. Doy un suspiro de alivio parece que me creyó.
— Considerando que estabas muy reacia a separarte de mi en el parque pensé que no funcionaría.
Ahora se ve algo avergonzada. Es tan linda..
— Creo que tengo que ir a mi cuarto..
— Te acompaño?
— Yo.. no. Déjalo así — se saca mi abrigo y me lo tiende.
— Pero..
— Puedes conservar la bufanda por ahora.
— No tendrás frío?
— Nop.. voy a estar bien. — se inclina y deja un suave beso en mis labios.
— Nos vemos luego Yoohyeon — oh dios me encanta como suena mi nombre con su voz seductora. Parece un simple susurro.. Antes de que pueda decir algo sale del auto y se va hacia su edificio. Perdiéndose en la oscuridad. Estoy completamente jodida.
Cuando mi mamá me dio consejos sobre chicas no dijo nada sobre esto. Aún recuerdo la carta que leí el viernes.. pensar que sólo pasaron tres dias y ahora todo es diferente.
Estaba en mi habitación y de pronto me sentí como.. vacía por dentro, no puedo explicarlo fue una sensación extraña. Es como si mi conciencia me gritara que leyera una de las cartas y no pude negarme. Abrí mi armario y ahí estaba la caja.. junto con mis zapatos, escondida.. enterrada en un lugar profundo. Agarre una de las hojas de consejos al azar y me recosté a leer.

Mi querida y pequeñita Yoohyeon:
No tengo idea de que edad tendrás cuando leas esto.. ahora te estoy viendo jugar un videojuego de esos sangrientos que tanto te gustan. Debe ser raro saber que te estoy viendo mientras escribo esto y ahora cuando lo lees ya no existo más. Bueno cambiando de tema en esta carta te voy a hablar de las mujeres. No ruedes los ojos jovencita. Somos muy complicadas y extrañas para la mente de los hombres. Y en realidad somos bastante sencillas.. sólo queremos una cosa. Que nos amen y respeten. Así que mi consejo es que hagas justamente eso.. debes tratar a todas las chicas con respeto, no seas una hermafrodita que piensa igual que esos imbéciles que se aprovechan y luego nunca más las vuelven a ver. Que las usan como si fueran trapos sucios. Encuentra una chica que gire tu mundo, que te haga feliz.. y sólo amala. Te quiero pequeñita.

Tu mamá desde el cielo.

Creo que ya encontré una chica que gire mi mundo.. ahora el problema es si podré amarla.

If You Love Me - JiYoo [Completa ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora