Fiesta en Edoras

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Encontré a Eowyn en la entrada del castillo de Edoras. Habíamos vuelto ya del Abismo de Helm y el rey Theoden, junto con su sobrino, su guardia personal, mi hermano, Legolas, Gimli y Gandalf habían partido en busca de Merry y Pippin. Según en mago los encontrarían en el Bosque de Fangorn.

Eowyn se encontraba en la entrada del castillo mirando el horizonte.

-¿Sucede algo? -Se giró alarmada. Era evidente que no esperaba que apareciera tras ella.

-Están tardando mucho -contestó volviendo la mirada el frente-. Me temo peor.

-Fangorn no es distancia corta. Es normal esta tardanza. Pero partieron a galope tendido -vislumbré unas manchas que se aproximaban a gran velocidad-, y regresan también con rapidez.

Bajé a la entrada de la ciudad lo más rápido que pude y avisé a los guardias de apostados en las puertas que las abrieran. Al abrirse, los caballos entraron a galope y fueron reduciendo la velocidad para detenerse en mitad de la plaza. Todos los vecinos observaban a los a animales y a sus jinetes.

Me acerqué a los animales y descubrí a los hobbits sentados sobre las monturas: Merry tras Eomer y Pippin tras Aragorn. Ayudé a los medianos a bajar de los caballos a la vez que los saludaba. Me alegraba de volver a verlos. También ayudé a Gimly a bajar de detrás de Legolas mientras se quejaba del camino que habían tenido que realizar y algo referente al mago Saruman.

Una vez todos juntos, el rey Theoden invitó a la cuidad a entrar al interior del castillo. Todos portábamos una jarra de cerveza en la mano.

Eowyn se acercó al monarca con una copa de vino. Se inclinó frente a su tío y, cuando el rey hubo cogido la copa, se colocó a su lado.

El monarca levantó la copa al frente y todos nos levantamos de nuestros asientos y lo imitamos.

-Esta noche -habló el rey-, recordamos a aquellos que dieron su sangre por defender esta tierra. Salve a los victoriosos caídos.

Todos levantamos la jarra gritando "¡¡Salve!!", antes de llevarnos la cerveza a los labios. Varias mujeres también bebíamos. Después comenzó un banquete...

(...)

Había mesas y bancos con gente comiendo, bebiendo y festejando por la victoria del Abismo. Algunas personas portaban barriles de cerveza llenos para sustituirlos por otros vacíos o viceversa. En las mesas había bandejas con comida para que todos pudieran disfrutarla y una barra para pedir cervezas aisladas de los grandes barriles repartidos por la sala.

Me encontraba en la barra limpiando algunas jarras. Encontré a Legolas y Gimli al otro lado junto a Eomer que les entregaba una pinta a cada uno.

-Sin parar -decía el hombre-, ni derramar.

-Tampoco regurgitar -añadió el enano cogiendo la jarra.

-¿A ver quién bebe más? -sugirió el elfo.

-El que quede en pie, gana -sentenció Gimli.

Ambos cogieron las jarras y se la acercaron al rostro. Gimli comenzó a beber sin pensarlo dos veces. Legolas sin embargo se acercó la jarra al rostro, olfateo y, vacilante, se la llevó a los labios. El enano debía de llevar media pinta cuando el elfo empezó a beber de la suya.

En aquel momento, con ese ambiente de fiesta, me sentía de vuelta en Brie, en El Poney Pisador, antes de conocer a los hobbits y descubrir el anillo en manos de Frodo.

Eowyn llegó, cogió una jarra que se encontraba en la barra, sin dueño, y se la llevó. La joven Hila apareció con su hermano y el joven pidió una cerveza que le entregué con una sonrisa dirigida a su hermana. Hila, al verme tras una barra, se sorprendió, pero no dijo palabra.

Cierto "Orejas Picudas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora