Roses

2.8K 188 51
                                    

𝟏𝟕: 𝓡𝓸𝓼𝓮𝓼.

𝟏𝟕: 𝓡𝓸𝓼𝓮𝓼

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


  
  

Otro trabajo en el que te rechazaban.

Te sentías tan inútil últimamente... cuando empezaste con tu carrera de actriz te volviste muy demandada, incluso habías aparecido en una película, aunque como un personaje muy secundario. A la gente le gustaba ese aire de niña inocente que tenías, aunque en el fondo no eras del todo así, lo que te volvía impredecible.

Mientras te escribías con tu agente por mensaje, cada vez estabas más enfadada debido a las largas que te estaba dando. Era como si ya no le gustaba trabajar contigo.

Al borde de las lágrimas por la rabia, le dijiste que te dejara en paz y apagaste el móvil para no recibir sus llamadas. Sabías que no tardaría en llamarte, pero tú ya estabas harta de que te dijera que no a todo solo porque él pensaba que no estabas preparada. ¿Por qué tenía que decidir por ti? Ya eras mayorcita.

En ese momento, caíste en que estabas justo en medio de un paso de cebra, que estaba en rojo y que un honda iba desbocado hacia ti.

No te dio tiempo ni a rezar.

Escuchaste un frenazo y el derrape de los neumáticos sobre la carretera, pero no sentiste ningún dolor. Ni siquiera te diste cuenta de que habías cerrado los ojos. 

Cuando los abriste, te descubriste sobre la acera, a salvo y agachada. Algo te había agarrado del brazo y te había apartado en el último segundo para evitar que aquel honda te llevara por delante. Te pusiste una mano al pecho y te levantaste a pesar de que no sentías tus piernas. Aguantaste las náuseas y te diste la vuela para ver a tu salvador:

Era un hombre muy alto, de piel pálida y vestido con una gabardina de cuero negro y una corbata. Llevaba un sombrero del mismo color que te impedía ver su rostro. Lo único que apreciaste fue una sonrisa amplia y de dientes afilados que no te gustó. Te dio un mal presentimiento a pesar de haberte salvado la vida.

—Gracias— te forzaste a decir, con la voz temblorosa.

—¿Te encuentras bien?— cuestionó. Su voz era grave y sensual, aterciopelada.

Ibas a asentir, pero te dio un mareo repentino y él tuvo que sujetarte para que no cayeras de bruces al suelo.

—Solo estoy un poco mareada— respondiste, quitándole importancia mientras te apartabas de él lentamente.

—Me alegra saber que he llegado a tiempo.

Tomó tu mano con delicadeza y te sonrió, parecía un caballero. Educado, amable, alguien que se preocupaba por los demás; una buena persona.

𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓 ❨Creepypastas' one-shots❩©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora