Halloween

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𝟏𝟎: ℋ𝒶𝓁𝓁ℴ𝓌ℯℯ𝓃

𝟏𝟎: ℋ𝒶𝓁𝓁ℴ𝓌ℯℯ𝓃

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La fiesta que había organizado tu instituto había sido preparada meticulosamente por los profesores y algún que otros alumno voluntario. Todos os habíais reunido enel gimnasio, donde debíais ir disfrazados. Había ponche, un montón de aperitivos con calorías más que de sobra, ponche, un escenario donde se celebraría el concurso de disfraces, música a topa, luces de discoteca y, evidentemente, una decoración digna de aquellas fechas.

Tú y tu amiga Nora habíais planeado disfrazaros de Freddy Krueger y Jason, pero su novio se había acabado metiendo de por medio y, al final, Jason iba acompañando a una monja con un hábito demasiado corto y un cura. Te habías pasado todo el camino gruñendo y diciendo entre dientes que tu idea era mucho mejor que aquel cliché de pareja. Porque cuando entrásteis en el instituto, tu amiga y tú contásteis más de seis monjas y cuatro curas, diez Harley Quinns y demasiados Jokers, una calabaza, un trozo de pizza con piña, varios pokemons y algún que otro esqueleto con traje.

—Te lo dije— le reprochaste a tu amiga. Ella puso los ojos en blanco, sin soltar la mano de su novio. Desventajas de ser soltera.

—Vale, pues siento mucho no haberte hecho caso con respecto al disfraz— acabó diciendo la otra, resignada —. La próxima vez nos disfrazaremos como tu quieras.

—Ya— murmuraste, cruzándote de brazos. Obviamente eso no pasaría —, ahora no podemos apuntarnos al concurso de disfraces.

—Pues nos apuntaremos...

—Sí, sí, el año que viene— la interrumpiste, enunciando la frase que sabías que diría. Ella no dijo nada, solo tiró de la mano de su novio para ir a la mesa de los aperitivos a por ponche. Tú le echaste un rápido vistazo al decorado del gimnasio, observaste el escenario en el que un par de profesores presentaban a los concursantes disfrazados y, después, decidiste seguir los pasos de la pareja a la que acompañabas. Ibas a ir a por un poco de ponche también, pero advertiste a Duncan Gaffey, el matón del instituto, echando un líquido transparente en él. Se te quitó la sed y optaste por coger un dulce con forma de cerebro ensangrentado.

—Esta fiesta no está nada mal, ¿sabes?— una chica de tu clase, Lana, se había acercado a ti con un vaso de ponche en la mano. Iba disfrazada de diablesa con unos cuernos que lucían en un tono rojo neón —Estuvimos presionando a los profesores para que hicieran algo así. Haremos lo mismo cuando se acerque la navidad.

Sonreiste.

—No es una mala idea para motivar a los alumnos a seguir en el centro y no abandonar los estudios a la mitad— Lana rió por tu comentario. Ambas os quedásteis en un silencio muy incómodo mientras tú encontrabas con la mirada a tu amiga y su novio, entre la multitud, haciéndose fotos juntos en las que ponían posiciones no muy apropiadas para una monja y un cura. Soltaste un suspiro y le diste otro mordisco a tu chuche. 

—Oye.

Te giraste par ver a Lana, que te había llamado. Al instante, ella alzó la mano y señaló con el dedo n dirección hacia lo que era caso la esquina del gimnasio. Seguiste la dirección de su dedo, pero no viste nada.

—¿Qué pasa?

—Ese chico no deja de mirarte. Da mucho miedo.

Escrutaste con la mirada la zona que te había señalado Lana, observaste a la multitud y buscaste a alguien que te estuviese mirando. Pronto lo encontraste. Llevaba una chaqueta amarillenta y unos vaqueros azules desgastados. No podías ver su cara porque tenía un pasamontañas cubriendo su cara con dos ojos y una boca encorvada hacia abajo que formaba una mueca triste. Aun así, sabías que te eataba mirando directamente.

—¿De qué va disfrazado?— preguntaste, extrañada.

—A saber— se desentendió Lana —. Es demasiado siniestro.

Se dio media vuelta y se fue.

Tú hiciste lo mismo. Te diste media vuelta metiéndote en la boca el último pedazo de chuche que te quedaba y te comenzaste a perder entre la multitud para despistar al chico del pasamontañas.

—Chicos, acercaos, por favor— tuviste que cambiar de rumbo cuando el director del centro apareció en medio del escenario —Vamos decidir quiénes son los tres ganadores del concurso de disfraces de este año.

No querías ni verlo. Una de las seleccionadas podrías haber sido tú si tu amiga te hubiera hecho caso desde un principio, pero quiso cambiar de planes en el último momento para ponerse de acuerdo con su novio y conspirar contra ti.

Hasta la música había parado. Te cruzaste de brazos y te quedaste con la espalda apoyada en la pared, buscando cualquier otra cosa que hacer, hasta que viste que el chico del pasamontañas salía de entre la multitud y, de manera sigilosa, se escabullía por la puerta del gimnasio.

Algo te olía mal. Algo no andaba bien, por lo que decidiste seguirle.

Seguisteis sus pasos hasta el pasillo del instituto, lo cruzaste con sigilo y acabaste en la salida de emergencia del centro. Empujaste la puerta con fuerza y viste que aquella salida daba al bosque de pinos de la ciudad, que se veía mucho más terrorífico y siniestro de noche, o quizá porque era Halloween.

Tal vez fue una mala idea venir, pensaste. Los árboles se sacudieron por el frío y tú giraste sobre tus talones para volver dentro del instituto, pero te detuviste y volviste a tu anterior posición al escuchar unos ruidos extraños cerca de la entrada del bosque.

No fue necesario que te acercaras, en seguida viste al chico del pasamontañas negro con la mueca negra acercándose al bosque y alzando la mirada demasiado. Te quedaste en silencio observando hasta que él mismo se giró a verte.

Te entró una oleada de calor y un nerviosismo extraño. Una mezcla entre miedo y vergüenza.

—Perdona— hablaste, rápidamente —, no quería molestarte, solo pasaba por aquí porque necesitaba tomar el aire...

Él no dijo nada. La situación se estaba volviendo demasiado incómoda.

—Ya me marcho...— anunciaste, mientras caminabas lentamente hacia la puerta de salida de emergencia. No te atreviste a mirar atrás hasta que ya estabas dentro e ibas a cerrar la puerta. El chico había desaparecido. En su lugar, había una especie de símbolo extraño tallado en el tronco de un árbol: una equis dentro de un círculo.

  
𝙷𝚘𝚘𝚍𝚒𝚎.

𝐇𝐀𝐔𝐍𝐓 ❨Creepypastas' one-shots❩©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora