-𝕰𝖘𝖕𝖊𝖈𝖎𝖆𝖑 𝖉𝖊 𝕳𝖆𝖑𝖑𝖔𝖜𝖊𝖊𝖓-
𝟐𝟎𝟏𝟗
One-shots de creepypastas.
➨ Capítulos independientes con historias diferentes.
❝La oscuridad acecha en cada rincón. No te fíes de nadie. Confía en tu instinto. Escucha. Cuántas veces te habían...
—¿De dónde crees que sacan a los voluntarios, tonta? ¿De un centro psiquiátrico?
—Puede ser. Todo esto está yendo demasiado rápido, ¿prácticas en el primer año?— se alarmó mi compañera —¡Se supone que este año debe ser para acostumbrarnos!
Me crucé de brazos mientras esperábamos en la fila de clase para que nos dieran la ficha de la persona a la que atendería dentro de unos días.
En el fondo me estaba poniendo de los nervios. Sin embargo, Kenzie era propensa a los ataques de pánico y ansiedad, por lo que tenía que mostrarme tranquila frente a ella para que no se desmayara.
Estaba tan desconcertada como ella. Por alguna razón, nuestro profesor de bases antropológicas y sociológicas de la conducta, durante los exámenes finales, había decidido reemplazar su examen teórico de cuatro páginas por ambas caras por un examen teórico en el que debíamos atender a los voluntarios con los métodos que habíamos estudiado en su clase. Además, añadió que debíamos aprender a tratar correctamente a los clientes.
Y esto para unos novatos que simplemente van a acabar el primer año.
—Todo irá bien, Kenzie, no te preocupes.
Le entregaron la ficha a mi compañera y después a mí. El profesor me pidió que me acercara a su mesa y me alargó una carpeta de color café con leche. Yo la acepté con las manos temblorosas.
—Eres mi mejor estudiante, Lucía, espero lo mejor de ti en esta prueba.
Sonreí como agradecimiento, pero la verdad es que me quería morir.
No era el primer profesor que me decía eso, y siempre acababan subiéndome el listón más que al resto de mis compañeros.
Cuando me reuní con Kenzie en la cafetería del campus después de clase, me centré en mi batido de chocolate caliente mientras ella se terminaba su trozo de tarta de zanahoria.
—¿Qué te ha tocado al final?— me preguntó, como si fuéramos niñas otra vez y estuviéramos descubriendo paquetes de cromos nuevos.
—Todavía no lo he mirado— respondí, fingiendo no estar demasiado interesada —¿Y a ti?
