-𝕰𝖘𝖕𝖊𝖈𝖎𝖆𝖑 𝖉𝖊 𝕳𝖆𝖑𝖑𝖔𝖜𝖊𝖊𝖓-
𝟐𝟎𝟏𝟗
One-shots de creepypastas.
➨ Capítulos independientes con historias diferentes.
❝La oscuridad acecha en cada rincón. No te fíes de nadie. Confía en tu instinto. Escucha. Cuántas veces te habían...
-¡Dios!- chillé, con los nervios a flor de piel y unas ganas inaguantables de romper el lienzo que tenía frente a mí. Tiré el pincel sobre una pequeña mesa de madera donde tenía mis pinturas y me llevé las manos a la cabeza, sin que me importara mancharme el pelo.
-Tranquila, Patri, tienes todavía un mes por delante hasta la fecha de entrega.
-En realidad, me queda menos de un mes, Donny- espeté, estresada.
Mi compañero me miró con las cejas alzadas, llamándome exagerada sin pronunciar una sola palabra. Sin embargo, ya nos conocíamos desde hace un tiempo y sabía que los trabajos de final de semestre me ponían muy nerviosa. Especialmente cuando se trataba del final de curso.
Nuestra profesora de pintura siempre proponía trabajos para finales de semestre. Trabajos en los que exigía todo tipo de sentimientos, expresiones y símbolos plasmados en las obras que presentáramos. Esta vez, para variar, nos ha pedido algo innovador y chocante.
Y a mí se me ha quedado la mente en blanco.
¿Qué puede ser innovador y chocante? Llevaba haciéndome esa pregunta algo más de una semana. Me estaba poniendo muy nerviosa y se me estaba haciendo cada vez más cuesta arriba.
Tenía unas notas realmente buenas en bellas artes y una media bastante alta, no iba a permitir que se bajara por un único trabajo. De modo que cumpliría con todas las expectativas.
Pero, ¿cómo?
Donny se levantó de su silla y se acercó a mí para darme unas palmaditas de ánimo en la espalda.
-Todo irá bien, lo vas a petar- me dijo -Por Dios, eres la chica más creativa de todo el curso, seguro que se te ocurre algo en menos de lo que canta un gallo.
Sonreí y lo abracé, agradecida de tenerlo conmigo.
El problema es que aquella creatividad de la que Donny me había hablado había decidido esfumarse por completo. Cuando él decidió regresar a casa para comenzar el boceto de su trabajo, yo seguí intentando sacar algo del lienzo en el que había empezado a pintar antes. Desgraciadamente, acabó en la basura.
Estresada y hecha un desastre por las pinturas de todos los colores, me di una ducha larga para limpiarme, cené y me fui a la cama con un nudo en el estómago del tamaño de mi puño. Aún así, mis párpados no tardaron en empezar a cerrarse por el sueño y acabé durmiéndome en menos tiempo del que pensaba.
