7. ¿Celosa?

707 97 8
                                    

Los ojos del corazón.

Capítulo 7.

—Jazmín Tanner—

Me he quedado muchas horas hablando con los chicos que han venido para saber de mí, entiendo que todo este tiempo los he echado y algunas veces los he tratado mal, pero ¿quién se siente bien cuando sabe que mamá no estará o que tu papá que creías perfecto solo es un mentiroso más? Nadie se podría sentir bien enterándose de mil cosas que pensó que jamás pasarían en su familia, pero entiendo que debo cargar con eso por mucho tiempo.

Estoy en la cocina preparando unos sándwich, tal vez, no me queden tan buenos, pero mi prima me dejó cada cosa en su lugar para que me guiara por los olores y eso es lo que estoy haciendo. Miguel, Javier, Endry y Cinthya están en el supermercado comprando algunas bebidas para ellos, Estela está en la sala jugando videojuegos con Pablo, —no me hace gracia que esté junto con nosotros—, y Jacob está junto con ellos, o bueno, eso pensaba hasta que sentí sus manos en mi cintura para luego sentarse en un taburete, obvio lo sé porque escuché cuando rechinó en el piso.

—¿Cuatro horas haciendo unos sándwich?

—Y si te lo sigues comiendo no saldré nunca de la cocina —le doy un manotazo y deja de masticar—. Soy ciega no tonta, Jacobo.

—Eso de Jacobo no me gusta, es tan vejestorio —se ríe—. Pero ya en serio, ¿necesitas ayuda en algo?

—Podría ayudar también —dice Pablo haciéndome borrar la sonrisa—. Bueno, si quieren, mamá decía que donde están los novios uno no puede hacer mal tercio.

—No necesitamos tu ayuda y tampoco me interesa lo que dijo o no tu mamá.

—¿Por qué tienes que ser así conmigo? Yo no tengo culpa que mi papá te haya mentido sobre la casa chica como le llamas cada vez que discuten, yo no tengo culpa de nada, Jazmín, solo quiero caerte bien, pero todo lo que hago te molesta —hace una pausa y sigue hablando—. Yo también perdí a mi mamá.

Azota sus pies sobre el piso, así que lo más seguro es que se haya ido. Entiendo que haya perdido a su mamá, pero justo por ella y nuestro papá yo perdí a la mía.

—No deberías ser tan dura con él, es solo un niño que quiere ganarse tu cariño.

—¿Debería importarme eso? —contando mis pasos voy hasta la lacena y saco una bandeja para colocar todos los sándwich—. Le he dicho que no me gusta tenerlo cerca.

—Tú no eres así, solo tienes rabia por pensar que tu papá era perfecto y te falló —Jacob me hace girar para quedar entre sus piernas—. Respóndeme algo, ¿tan mal te cae Pablito?

—¿Y si mejor te vas con tu novia? —le cambio de tema—. Debe andar buscándote, con eso que es tan insegura.

—¿Celosa? —suelta una risita—. ¡Jazmín Tanner está celosa!

—No te equivoques, yo no podría estar celosa de… —siento su aliento tibio cerca de mis labios y no me queda de otra que tragar—. Creo que iré donde los chicos, ya llegaron.

—Te acompaño —deja sus manos en mis hombros y me gira para que salga y él lo hace detrás de mí, antes de llegar donde los chicos me detiene—. Habla con Pablo.

—Más tarde lo hago —me alejo y me voy directo a uno de los muebles, los chicos ya han llegado y solo se escuchan las risas de todos.

Todavía recuerdo las veces que estuve aquí sentada con mi familia completa, las risas y comentarios chistosos de mamá, todo parecía tan perfecto hasta que mi vida se empezó a destruir poco a poco. Estamos riendo mientras comemos y los chicos toman un poco, todos se escuchan muy divertidos.

Los ojos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora