Los ojos del corazón.
Capítulo 18.
—Narradora—
Se puede sentir amor de tantas maneras posibles que más de una vez tememos a hacer algo malo, nos da miedo que esa persona que queremos vea algo malo en nosotros que acabe con todo, pero entre querer ser perfectos no nos damos cuenta de que nuestras actitudes pueden acabar con todo.
Jacob, un chico guapo con un futuro realmente brillante, nunca esperó que en medio de su trabajo llegaría a enamorarse de alguien menor que él, de alguien que solo conoce poco de la vida y que ha sufrido en silencio. Jacob es de un mundo donde «el dinero mueve todo», acostumbrado a tenerlo todo, pero sabe que tener los pies sobre la tierra no está nada mal.
Jazmín, hermosa y con ganas de salir al mundo, nunca esperó que el comienzo de todo sería «señor Becher». Fue el comienzo de un amor que se dio en poco tiempo, fue el comienzo de tantos problemas y tantas lágrimas. Jazmín no esperaba que desearía tener tanto a alguien para sentirse completa, ella nunca planeó poner sus ojos en un chico con la vida casi resuelta y que para todos ya sería un chico casado, ella no esperaba sentir amor por alguien que la haría sentir que lo era todo, pero a la vez que no era nada.
Todo puede esperarse en este punto donde la vida ya no es nada, donde el destino preparará tantas sorpresas y donde muchas personas resultarán siendo de lo peor que puede haber, nada está planeado, pero todo puede suceder en el momento exacto.
—Jazmín Tanner—
Nunca esperé que sentir amor por alguien doliera tanto, dolería hasta el punto de sentir que te duele el alma. No esperaba que Jacob estuviese aquí y menos en la misma habitación, nadie me dijo nada.
Sentí como si me despedazaran cuando me dijo con tanta arrogancia que yo era ciega, ¡joder, yo lo sé! Nadie debe repetirme que no puedo ver porque lo tengo presente cada vez que recuerdo cómo solía hacer de todo cuando podía ver. Ahora sé que nada es perfecto como yo pensaba cuando mi vida era lo más de tranquila y nadie me hacía sentir tan miserable. Quise gritarle que sí lo quería y que si me alejé fue por su mamá, porque ella comenzó con toda esta mierda sin sentido.
Me levanto de la cama cuando escucho el toque de la puerta y seco mis lágrimas, no dejaré que nadie me vea triste por alguien que me ha hecho sentir tan miserable. Cuento los pasos hasta la puerta y cuando la abro sé que es Cinthya y Endry por sus olores, me hago a un lado para que entren.
—Ya nos contó Jacob que discutieron, ¿qué pasó? —mi prima camina hasta la cama y lo sé porque escucho sus pasos y el sonido de la cama—. ¿Qué fue lo que te dijo?
—Pensé que te encontraría llorando y luces muy calmada —habla Endry en voz baja—. ¿De verdad no te duele que se hayan peleado de nuevo?
—No tengo por qué estar mal por alguien que vino aquí a recordarme lo miserable que soy, y necesito que para hoy mismo me busquen una habitación.
—¿No te quieres regresar a casa?
—¿Por qué hacerlo? Vine a pasar vacaciones y ni Jacob ni nadie me hará regresar —trato de sonar lo más convencida posible—. Si quiere irse él que se vaya, yo no lo haré.
—Actuar como si no te doliera que Jacob esté aquí y que no estén juntos no te hace bien, para nadie es un secreto que lo quieres y nadie se come ese estúpido cuento que todo lo de él te da igual —me reprocha Endry—. Nunca te había visto actuando de esta manera, Jazmín, ¿por qué no dejas de fingir que no lo quieres? ¡Por Dios, te acostaste con él y sales que no lo quieres!
—No eres nadie para que me hables de esa manera, Jacob no es nada para mí y si no me crees me está valiendo un centavo.
—¿Por qué no dices que algo pasó con la mamá de Jacob? Deja de mentir —me quedo paralizada al escuchar lo que dice—. Yo la vi saliendo de tu cuarto, la seguí y supe que era la mamá de Jacob por su enorme parecido.
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Los ojos del corazón
Teen FictionNunca un amor te va doler tanto como ese que te muestra un mundo el cual desconoces y se va dejando un gran vacío en tu alma, nunca te va doler tanto saber que ese amor que te dio fuerzas de seguir ya no estará a tu lado y que sólo lo verás con...lo...