Los ojos del corazón.
Capítulo 14.
—Jazmín Tanner—
—¡Por fin! —Se queja Adrián cuando nota mi presencia, creo que sí me tardé mucho tiempo en mi habitación. No supero que Jacob se haya ido enojado por la visita de mi amigo. ¡Dios, es tan desesperante!
Con la ayuda de Adrián me siento en el mueble. Huele muy bien.
—Lo siento, me tardé un poco —me disculpo—. Nunca avisas que vienes, no me culpes de la demora.
—Tan exagerada como siempre, pero si vine es para…
—Para ver este hermoso rostro que me gasto, bebé —bromeo y recibo un golpe—. ¡Adrián, te pesa la mano!
—Ok, ya, vine a buscarte para salir, ¿vamos?
—Por supuesto, me compras desayuno y dulces —sonrío—. ¿Si?
—Como quieras, pero los dulces no, ya sabes que no puedes comerlos en cantidad.
—Traidor.
Me levanto para ir por mi celular a mi habitación, pero siento un horrible mareo que desestabiliza mi mundo, es como si todo a mi alrededor diera vueltas, como si mis pies no estuvieran sobre el piso. Adrián al parecer se da cuenta, siento sus brazos detenerme cuando estoy por caer al suelo, últimamente me dan mareos, pero este ha sido el más fuerte hasta el momento.
—¿Estás bien? Luces muy pálida, Jazmín —me percato de su preocupación por su tono de voz—. ¿Quieres que nos quedemos? No te ves bien.
—Solo estoy mareada, ayúdame a llegar a mi habitación, debe ser porque no tomé mi medicamento.
Se escucha el timbre de la puerta y le pido a Adrián que abra, no me siento muy bien para hacerlo. Mis fosas nasales se llenan de ese olor tan conocido que jamás confundiría: Jacob.
No sé qué hace en mi casa cuando hace menos de una hora se fue. No me equivoco cuando escucho su voz en un tono muy raro, parece celoso.
—Hola, Jazmín —saluda como si nada y no lo escucho saludar a Adrián. Qué grosero—. Vine para ir a comer.
—Saldré con Adrián, deberías estar con tu esposa y no aquí —hablo con ironía.
—Podemos salir otro día, Jaz —interviene mi amigo como si he pedido su opinión.
—No, lo haremos hoy.
—Ah, te irás con él, se supone que nosotros…
—Nosotros nada, te acabo de decir que saldré con Adrián.
¿Celos? Es por eso que Jacob está aquí de nuevo, estoy segura de que no llegó a su casa porque se tardaría más tiempo, no sé qué busca de mí si le dejé en claro que saldría con mi amigo.
No entiendo en qué momento todo se sale de control y Jacob empieza a decir cosas sin sentido que por más que le pido que se calle no lo hace. Adrián empieza a responderle y temo que mi papá escuche algo porque me metería en líos.
Estoy por hablar cuando de la boca de Jacob sale lo que menos esperaba.
—Es absurdo que pienses que con este chico vas a olvidar que ayer te hice mía, Jazmín, que me pedías más cada vez que te tocaba.
—¡¿Qué acabas de decir?!
Siento que todo se detiene cuando la voz de papá se hace presente, no quería que esto pasara porque terminaría metida en un problema. Todo se vuelve tenso y no sé qué decir, temo decir algo que desate problemas en mi familia.
—Papá, no es lo que piensas —mi voz tiembla—. Jacob no quiso decir eso.
—Te acostaste con un hombre casado, ¡¿qué mierda pensabas?! —Me grita, haciéndome retroceder—. Pero aquí tú eres la menos culpable. Jacob, te di mi confianza y terminaste envolviendo a mi hija para llevártela a la cama.
—Señor, yo… —no escucho nada más porque el impacto de un golpe me hace saber que papá le ha dado un golpe a Jacob. Me guío por el olor de papá para pedirle que se calme y solo recibo un empujón.
—¡Papá! —Me quejo ya con lágrimas en mis ojos.
Trato de hablar, pero los mareos vuelven y antes que pueda decir algo empiezo a ver como si todo me diera vueltas, mi cuerpo parece no moverse hasta que me desvanezco en el piso, todo empieza a dar vueltas con rapidez y escucho las voces de todos, pero lo más lejano posible, mis ojos se cierran por completo y no sé nada más del mundo real.
—Especial Adrián—
Desde el primer momento que volví a ver a Jazmín supe que ya no era la misma niña que conocí hace un par de años, sabía que había crecido y que sus sentimientos ahora estaban puestos en alguien más. No me costó mucho saber que se había enamorado de Jacob cuando la encontré llorando porque él se estaba casando, la abracé para calmarla y cada lágrima me dolía como si fuera yo quien las derramara.
Todavía recuerdo la carta que me mandó cuando éramos niños, ella me dejó porque sentía que me iba a atar si seguíamos con nuestro juego de ser novios, sonreí leyendo esa carta, pero por dentro mi alma lloraba. Duré mucho tiempo tratando de verla y ella nunca quiso verme, le rogué a su mamá que me dejara verla cuando me iba para Colombia y ella no aceptó. Jazmín ha sido parte de mi vida desde que era un niño y es por eso que me duele su estado de salud, el doctor no ha dado respuestas positivas sobre su enfermedad.
Cuando la vimos desvanecerse en el piso todos reaccionamos trayéndola al hospital, no se veía nada bien y cuando el doctor dijo que a Jazmín no le quedaba más de seis meses de vida sentí que todo volvía a ser como antes: Todo volvería a ser triste si ella no está a mi lado. ¿Estoy enamorado? Sí, pero entiendo que su amor por Jacob es sincero y no trataría de evitar que vivan su amor de la manera que sea, ellos se quieren a pesar de que se conocieron en circunstancias difíciles, ella queriendo conocer el mundo, y él siendo lo más parecido «al hijo perfecto» que querían sus padres y «el mejor novio» que pensaba su novia que tenía.
Estoy sentado en una de las sillas de espera con los amigos de Jazmín, Pablo y su prima, nos damos cuenta de que el señor Thaison va directo a Jacob que está en una de las esquinas y no parece nada feliz, sus puños están apretados. Me levanto antes que llegue y lo detengo.
—Señor, no lo haga —le digo, tomándolo del brazo—. Formar un escándalo ahora no es la manera de arreglar las cosas.
—¿Quieres que no le diga nada cuando se aprovechó de mi hija? Se la llevó a la cama, ¡es una niña! —Cada palabra que sale de su boca sale tan dolida que sé que puede terminar golpeando a Jacob como lo hizo hace rato.
—¿Una niña? —Jacob parece que escuchó todo y se nos acerca, tiene sus ojos levemente enrojecidos y su nariz roja—. Jazmín no es una niña como usted piensa, por pensar así es que no la deja ser libre, ¡le quedan menos de seis meses de vida y sigue pensando que es una niña! No, señor, Jazmín ya creció hace mucho tiempo y usted no quiere darse cuenta —Jacob se le entrecorta la voz con cada palabra que dice, hace una pausa y sigue—. Está furioso porque ella se enamoró de mí y no por lo que pasó. Déjela ser feliz.
—No sabes lo que dices, Jazmín no puede estar contigo porque eres casado y solo quieres jugar con ella —trata de soltarse y lo evito—. Aléjate de mi hija o te juro que me las pagarás.
—Alejarme sería una tontería. Acepto que no debía meterme con ella estando casado, pero eso no quita que la quiera. Y puede hacer lo que quiera, no pienso alejarme de Jazmín a menos que ella me lo pida.
—Jamás la harás feliz.
—¿Está seguro? Le voy a demostrar que puedo hacerla feliz si me lo propongo.
—¡Aléjate de mi hija o te mando a una cárcel!
—¡Se callan los dos! —Cinthya se mete en medio de los dos—. Tío, deja de ser tan egoísta, te he considerado como parte de mi familia todo este tiempo y no quiero que eso cambie por tu actitud de querer proteger a Jazmín todo el tiempo, déjala que ella misma conozca el mundo real y no ese mundo donde todo es perfecto que has creado para que no sufra, entiendo que no debió meterse con Jacob, pero no le jodas más la vida. Y tú, Jacob, si en serio la quieres haz algo para que estés con ella, mi prima merece ser feliz por lo menos en el tiempo que le queda, los dos no sean tan egoístas de ponerse a pelear porque la harán sufrir.
Los dos hacen silencio y veo cómo reprimen la rabia, Jacob se va por un lado y el señor Thaison se me suelta y se va del otro lado. Los dos tienen que entender que Jazmín hará con su vida lo que quiera, no es tiempo de pelear cuando lo único que deben hacer es esperar que Jazmín despierte y decirle toda la verdad. Una jodida verdad que le dolerá.
(….)
—Una semana más tarde—
—Si me duermo aquí me llevas a una camilla —sonrío un poco cuando Cinthya acomoda su cabeza en mis piernas, todavía seguimos en el hospital. Nos vamos todos los días y regresamos en las mañanas para estar pendiente si Jazmín despierta—. Me desperté muy temprano para venir.
—Deberías llamarte Cinthya quejona, ¡por Dios, cómo te quejas por todo! —La molesto, sacándole risitas.
—Para tu información, yo…
Se queda corta cuando se escucha el sonido de una guitarra, nos levantamos a mirar quién es porque proviene del mismo pasillo donde está el cuarto de Jazmín. Nos miramos la cara cuando vemos a Jacob tocando y cantando frente al cristal que lo separa de Jazmín. No canta tan bien, pero es un buen detalle de su parte. Nos concentramos en ver y en rogar que no aparezca el papá de Jazmín porque lo correría a palazos.
[Buenas noches
Mucho gusto, eras una chica más
Después de cinco minutos
Ya eras alguien especial
Sin hablarme
Sin tocarme algo dentro se encendió
En tus ojos
Se hacía tarde y me olvidaba del reloj
Estos días
A tu lado me enseñaron que en verdad
No hay tiempo determinado
Para comenzar a amar
Siento algo
Tan profundo que no tiene explicación
No hay razón ni lógica en mi corazón
Entra en mi vida
Te abro la puerta
Sé que en tus brazos ya no habrá noches desiertas
Entra en mi vida
Yo te lo ruego
Te comencé por extrañar
Pero empecé a necesitarte luego].
[Buenas noches
Mucho gusto, ya no existe nadie más
Después de este tiempo juntos
No puedo volver atrás
Tú me hablaste
Me tocaste y te volviste mi ilusión
Quiero que seas dueña de mi corazón
Entra en mi vida
Te abro la puerta
Sé que en tus brazos ya no habrá noches desiertas
Entra en mi vida
Yo te lo ruego
Te comencé por extrañar
Pero empecé a necesitarte luego
Entra en mis horas
Sálvame ahora
Abre tus brazos fuertes
Y déjame entrar
Entra en mi vida
Te abro la puerta
Sé que en tus brazos ya no habrá noches desiertas (no más noches desiertas)
Entra en mi vida
Yo te lo ruego (yo te lo ruego)
Te comencé por extrañar
Pero empecé a necesitarte luego
Te comencé por extrañar
Pero empecé a necesitarte luego].
Vemos cuando pone la mano en el cristal y dice algunas cosas que no alcanzamos a escuchar, es obvio que se enamoró de Jazmín, pero pesa muchísimo que está casado y será papá en unos meses.
«Esto es un caos».
—Nota—
Amores, espero les haya gustado el capítulo tanto como a mí, lo hice corriendo porque debía mandar unos trabajos, pero valió la pena este capítulo.
¿Qué piensan sobre Adrián?
Amores, la canción se llama «Entra en mi vida» y la canta «Sin bandera». Se las dejaré arriba en un vídeo
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Los ojos del corazón
Teen FictionNunca un amor te va doler tanto como ese que te muestra un mundo el cual desconoces y se va dejando un gran vacío en tu alma, nunca te va doler tanto saber que ese amor que te dio fuerzas de seguir ya no estará a tu lado y que sólo lo verás con...lo...