Los ojos del corazón.
Capítulo 24.
—Jazmín Tanner—
Meses después.
—Primero de diciembre—
El sonido de la lluvia contra el techo me hace saber que ya es tiempo de abrigarnos, para estas fechas siempre está nevando y hay lluvias fuertes con granizos en ciertas ocasiones. Desde niña me han gustado estas fechas de diciembre porque se siente un ambiente muy bonito, todos parecen ser felices y olvidar un poco el dolor que cargan dentro de sí mismos.
Es el primer año que paso sin mamá, me duele, pero puedo sentirla desde cerca, ella me cuida porque soy su hija, soy su pequeña.
Han sido meses donde he aprendido tantas cosas que me servirán para la vida, pero sobre todo, he aprendido a decir «lo siento» cuando es necesario. Aprendí a levantar la cabeza y ser yo misma, he aprendido a decir lo que siento en el momento exacto. Tal vez, te estarás preguntando por qué digo estas cosas, pero los pondré al día sobre lo que ha pasado estos meses desde que todos nos juntamos.
Miguel y Estela. Por lo que supe tuvieron problemas porque Estela estuvo con Adrián cuando ellos tenían una relación. Los dos se dijeron tantas cosas que dolieron sin ponerse a pensar el alcance de sus palabras. Por semanas estuvieron distanciados hasta que se llegó el día que Miguel decidió buscar a Estela para aclarar todo.
Nada iba a volver a ser lo mismo porque sería inútil tener una relación cuando los dos habían cambiado con el pasar del tiempo sin darse cuenta. Los dos se dieron cuenta de que sus sentimientos ya habían cambiado desde hace mucho.
Se quisieron en el momento y tiempo exacto, pero todo dio un giro cuando comprendieron que debieron hablar sin importar el miedo que les causara pensar que todo cambiaría, y justo por quedarse callados fue que los dos cometieron errores que no tenían marcha atrás. Hoy los dos saben que no debieron juzgarse sin preguntarse antes ¿qué pasó con nosotros? Los dos ahora sanaron sus heridas y empezaron de cero vidas diferentes donde ya las mentiras pasaron a un segundo plano.
Cinthya. Totalmente testaruda y negada aceptar que se había enamorado de Miguel. La vi llorando tantas veces pensando que no era suficiente para nadie hasta el día que no pude más y exploté gritándole que tenía todo lo que buscaba un chico, y que debía enfrentar sus miedos sin importar lo que la gente dijera o pensara de ella porque se enamoró de un chico que tenía novia en un comienzo.
Estuvo largos segundos callada y entre lágrimas me dijo «gracias, gracias por enseñarme a ver el mundo como tú lo has hecho todo este tiempo». Durante tres meses se negó a aceptar las invitaciones de Miguel, luego comprendió que era inútil seguir ignorando a Miguel cuando él había aceptado que la quería, que durante el tiempo que compartieron aprendió a quererla.
Ahora empezaron una relación, y aunque no es perfecta están dispuestos hablar con la verdad por más dolorosa que sea porque no quieren pasar por lo mismo, no quieren sufrir y saben que empezar de nuevo a mitad del camino no está mal, que el amor no se demuestra con palabras sino con hechos, porque esto es la vida real y no hay amores perfectos como en las películas románticas.
Endry y Javier. Siguen juntos como cuando los conocí, han tenido algunos problemas, pero en menos de un mes se irán a la universidad. Lo que siempre me ha gustado de su relación es que son sinceros sabiendo que a veces la verdad duele, pero duele menos que una mentira.
Han aprendido a quererse por encima de los problemas y de la distancia. En sus años de relación han pasado por muchas cosas, pero su amor sigue latente. Saben que no todo saldrá como ellos quieren, que no todo será color de rosa y que no todo es amor cuando se debe hablar con la verdad.
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Los ojos del corazón
Teen FictionNunca un amor te va doler tanto como ese que te muestra un mundo el cual desconoces y se va dejando un gran vacío en tu alma, nunca te va doler tanto saber que ese amor que te dio fuerzas de seguir ya no estará a tu lado y que sólo lo verás con...lo...