16. Un nuevo despertar.

841 97 4
                                    

Los ojos del corazón.

Capítulo 16.

—Jazmín Tanner—

Intento abrir mis ojos y siento que pesan, quiero moverme y no puedo, mi cuerpo está adolorido. Un pito verdaderamente molesto me hace saber que estoy en el hospital, lo último que recuerdo es la discusión con mi papá porque escuchó lo que dijo Jacob sobre nosotros.

No escuchar algún ruido me hace pensar que estoy sola, algo que me ha molestado desde que perdí la vista es que cuando las luces son muy fuertes parpadean y veo entre colorado, eso es molesto y está pasando justo ahora. «Maldita ceguera».

No sé cuántos días llevo aquí, pero me siento adolorida, parece que me dieron una paliza.

—Despertó, señorita Jazmín —escucho pasos seguidos de una voz suave y bastante cariñosa—. ¿Cómo te sientes?

—Perdida, así es como me siento, ¿dónde está mi papá?

—Es por los medicamentos que te sientes aturdida, al rato te sentirás mejor. Yo debo irme porque mi turno terminó, pero mandaré al enfermero de turno y le avisaré a tu padre que has despertado, ¿vale?

—Está bien, gracias.

Espero un poco al enfermero de turno con la posibilidad que aparezca con mi papá y así poder arreglar las cosas, escucho la puerta abrirse y supongo que es el enfermero o algún doctor. Solo escucho ruidos cuando caminan y no sé por qué mi corazón amenaza con salirse, creo que debe ser algún medicamento que me han puesto.

Estoy tranquila hasta que escucho su voz.

—Tanner —me quedo quieta al saber que es Jacob quien ha entrado—. Qué bueno que hayas despertado, te extrañé.

—¿Qué haces, estás loco? Si papá te llega a ver aquí te manda a sacar —me ayuda a sentarme en la camilla y de repente siento un beso en mis labios, pero lo hago a un lado—. Espérate, vete porque papá debe estar furioso.

—Me ha sacado del hospital durante toda esta semana, no creo que lo haga nuevamente y menos cuando estoy vestido como enfermero y mi cabello luce peinado hacia atrás —su risa se hace presente, lo puedo escuchar—. Estela se ha robado un uniforme para mí.

—¡No me jodas con eso! Cómo se van a llevar algo sin… —sus labios me hacen quedar callada—. Róbate todo.

—Eso está mejor, pero era la única manera que tenía de entrar a verte —su mano acaricia mi brazo izquierdo—. Me asusté mucho, pensé que te perdería.

—No me tienes muy contenta, por tu culpa papá me dará un sermón, se supone que lo que pasó quedaría entre nosotros y te dejaste ganar por los celos.

—Preferiste a tu amigo por encima de mí, ¿cómo querías que reaccionara?

—Te quiero, pero no te pondría por encima de mis amigos nunca.

—¿Ni porque te hice gemir mi nombre mientras apretabas tus sábanas, Tanner? —Su aliento choca contra mis labios y odio su maldita voz seductora—. Te hice correr con mis dedos, eso me da poder sobre ti.

—Que mal estás, tuve mi primera vez contigo, pero eso no te da poder para nada, ¿ok?

—Me empiezas a caer tan mal —bromea—. Te estás ganando unos golpes por niña maleducada.

—Ajá, sí, pero ya en serio búscame algo de comer, tengo hambre.

—Voy a la cafetería por algo de comer, ya regreso —deja un beso en mi frente y escucho sus pasos.

Definitivamente, sería una tontería negar que me gusta Jacob, lo quiero porque me hace sentir especial y me gustaría tenerlo por mucho tiempo a mi lado. Nunca me había enamorado, pero estoy segura de que lo que me hace sentir Jacob es amor, mi corazón quiere salirse con su presencia, me sudan las manos y mi cara arde cuando me acaricia o me besa.

Tengo mis ojos cerrados cuando siento mi piel erizarse, me pasa cuando alguien está cerca y no será nada bueno.

—¿Jazmín Tanner? —Una fina voz llena la habitación.

—¿Sí? —Eso sonó más a una pregunta—. ¿Quién es usted?

—Soy la mamá de Jacob. No le voy a dar rodeos porque odio los hospitales, quiero que te hagas a un lado para que mi hijo sea feliz con su esposa.

—Señora, yo…

—Tú nada, desde que llegaste a la vida de mi hijo has puesto su mundo de cabeza, a tu lado solo ha conseguido problemas y por tu culpa quiere dejar a Rina. ¿No te has puesto a pensar que la bebé que viene en camino necesita a sus papás juntos? Jacob no le dará el cariño que necesita si está contigo que únicamente eres una distracción. Mi hijo no te tomaría en serio nunca.

Las lágrimas empiezan a salir, sus palabras suenan tan llenas de odio que me hace sentir que estoy dañando una relación, que no hay cabida para mí en sus vidas.

—Jacob me quiere —mi labio ha empezado a temblar—. Usted no tiene idea de nada, así que no hable de lo que no sabe.

—No seas patética, Jacob ha tenido todo lo que se le antoja, ¿crees que andaría con una chica enferma y ciega como tú? No, chiquilla, la vida no es tan fácil como te la pintan —la siento cerca cuando me jala el catéter haciéndome quejar y al sentirme mojada sé que la sangre ha empezado a salir, me ha lastimado al sacarme el catéter con el que estaba canalizada—. Deja de mentirte, mi hijo te tiene como su juguete, mucho más ahora que te quedan seis meses de vida… princesita.

—No… no sabe lo que dice.

—Por lo visto sé mucho más que tú, hablé con el doctor y te vas a morir, pero eso sería lo mejor para que dejes de meterte en la vida de mi hijo y lo dejes ser feliz al lado de su esposa y su bebé. ¿Quieres atar a mi hijo a alguien como tú? Piénsalo porque no tienes futuro y lo menos que quiero es que la panadería de tu papá aparezca quemada, o peor aún, que tu hermano aparezca muerto, sería una pena, ¿cierto?

—¡Con mi familia no se meta, vieja loca!

—Entonces aléjate de mi hijo. Si en tres días no me entero de que lo dejaste te daré una probadita de lo que sé hacer —su risa suena tan divertida que me asusta—. Desde aquí ya huele a pan quemado. Nos vemos, guapa.

Espero que salga, por más que evito llorar no puedo. No sabía que esto pasaría y jamás me imaginé que me dolería tanto pensar que dejaría todo lo que me rodea. No esperaba que me soltaran tal noticia de una manera tan fría y sin escrúpulos, sabía que la mamá de Jacob no estaba de acuerdo que nos lleváramos, pero hoy que vino me hizo sentir como una basura, como si yo solo fuera un estorbo.

Seguir con Jacob me hace bien, me hace sentir viva, pero si algo es cierto es que no puedo dejar a una bebé sin familia solo porque yo estoy enamorada de alguien que llegó a mi vida cuando ya tenía novia y su mundo era tan diferente al mío.

Lloro abrazando mis rodillas, siento un dolor tremendo en el pecho de pensar que mamá tenía razón cuando quería protegerme de personas malas que me harían sentir como si yo no valiera. No sé qué voy a hacer, pero ahora solo quiero llorar y suponer que esto es una pesadilla.

(...)

—Jacob Becher—

—Semana número uno—

*Flashback*

—¿Cómo me pides que me aleje cuando fuiste tú quien me pidió que la besara aquella vez en el hospital? ¡Estás loca! —La tomo del brazo y se suelta como si mi contacto le diera asco—. Jaz, no puedes hacerme esto, no puedes pedirme que me aleje cuando los dos nos queremos.

—¡Que te vayas! Ya déjame quieta. ¿No te das cuenta de que no quiero verte, que me asfixias? —Me grita a medida que retrocede con su cara roja.

No sé lo que pasa, desde ese día que salió del hospital su actitud es muy rara, le pregunto qué le pasó y nunca dice nada, es por eso que hoy exploté y le grité que le pasaba, pero solo me decía que me fuera porque no quería saber nada de mí.

—Si me voy no pienses que te voy a buscar, te quiero, pero tu manera de ser está acabando con todo. Estábamos bien.

—No te he pedido que me busques, por favor cierra la puerta cuando salgas.

—Solo respóndeme algo, ¿hay alguien más?

Silencio.

—Pensé que te quería, pero me di cuenta de que solo eras una simple… ilusión.

—¿Una simple ilusión? —Mi voz suena dolida.

—Sí, pensé que contigo tendría lo que mi papá no me puede dar, que saldría de este encierro, pero no fue así. No te soporto.

*Fin de Flashback*

Me levanto de la cama y me acerco a la ventana, llevo días en casa de mis papás que se han encargado de hacerme ver que ellos sabían que iba a terminar mal por andar con una chica que solo buscaba mi dinero, y no puedo decir nada porque ellos tenían razón. Jazmín terminó siendo una chica que piensa nada más en ella.

Sentí algo tan matador dentro de mi pecho cuando me gritó que solo me quería para que la sacara de su aburrida vida. Jazmín me estaba utilizando y caí redondito en su juego.

—¿Puedo seguir? —Levanto la mirada cuando escucho la voz de Rina y sonrío porque ya está sentada en uno de mis muebles y no me fijé que había entrado.

—Hasta sentada estás —le dedico una sonrisa y me siento a su lado—. ¿Cómo estás? ¿Cómo va mi bebé preciosa?

—Muy bien, la bebé cada día con más ganas de salir —sobo su barriga como cada vez que la veo y se mueve—. Sabe que es papá.

—Ya me adora, sabe quién manda.

Se burla.

—¿Qué te pasa? Te ves triste, y no me digas que nada porque llevas días muy decaído.

—Estoy cansado por tanto estrés, me asignaron unos trabajos de último grado y revisar todo eso me afecta —le miento y Rina solo se ríe—. ¿No me crees?

—Eres un mentiroso de lo peor, estás así porque Jazmín no quiere saber nada de ti —afirma sin dejar de verme—. Ya me lo dijeron tus papás.

Me llevo las manos a la nuca y dejo salir una bocanada de aire.

—Dijo que no me quiere, me pidió que me alejara de ella porque la asfixiaba. En fin, me mandó a volar —trato de sonar normal—. Pero ya pasará, es solo una chica.

—No lo es y lo sabes, si fuera una simple chica no hubiese hecho que rompieras conmigo. Acepta que una chica de dieciocho años te robó el corazón.

—Ok, sí, pero esa misma chica me dejó con ganas de querer matar a todos, pensé que era sincera y me sale con que no me quiere, ¡no seas tan pendeja! —Exclamo, mandando un golpe al aire.

—¿No te has preguntado qué pasó? No la conozco, pero si te fijaste en ella es porque debe tener muchas cosas buenas.

—Ahí está el problema, me fijé en lo malo y no en lo bueno —me levanto—. Ya no tiene caso seguir mal por ella, no tiene sentido que me esté ahogando en un vaso con agua cuando ella está feliz de la vida.

—Ay Jacob, no la vas a olvidar así como así, Jazmín en poco tiempo se ganó tu amor.

Rina tiene razón, Jazmín en poco tiempo se fue ganando mi corazón y ahora me duele tenerla lejos porque yo sí la llegué a querer en serio. Quería ayudarla y ella solo me vio como un pase a la libertad que necesitaba.

—Especial Adrián—

—Semana número dos—

Los días pasan con más frecuencia y todo va tomando su lugar y otras cosas se salen de lugar. Cuando regresé no pensé que me iba a pegar tan duro ver a Jazmín sufriendo porque no está con el chico que quiere y todo porque la mamá de ese mismo chico intentó quemar la panadería de su papá.

Sabía que algo pasaba y cuando la convencí de que me lo dijera quería darle de golpes a esa vieja entrometida, estaba claro que ella iba a seguir con Jacob, pero cuando vio que esa señora no jugaba decidió alejarlo de la peor manera. Recuerdo que ese día estaba en la habitación y desde ahí escuché todo lo que ella le decía, quería salir y decirle a Jacob que todo esto pasaba por la arpía de su madre, pero le prometí a Jazmín no decir nada o ella se alejaría de mí.

Por otra parte, está esa chica que me atrae físicamente: Estela. Me gusta la manera que tiene de verme y de actuar como si nada cuando está su novio, aquel día en el hospital me di cuenta de que estaba nerviosa, pero no hice el intento por ponerle un dedo encima porque sería empezar un juego donde el único lastimado sería Miguel.

Escucho el timbre de la puerta sonar y salgo corriendo de mi habitación, quedé con todas las chicas de ver películas, bueno, con Javier y Miguel también. Pienso que es Jazmín hasta que veo a Estela de pie sobre el tapete, viene vestida con un vestido rosado y sandalias negras, luce muy bonita.

—Hola —me saluda con su habitual sonrisa encantadora—. Espero no llegar tan temprano.

—Hola —la dejo pasar—. De hecho, eres la primera, nadie más ha llegado, pero puedes sentarte, seguro no demoran. Pensé que vendrías con tu novio.

—Miguel vendrá más tarde, no siempre debe venir conmigo —se sienta en una silla y se cruza de piernas—. ¿No me darás algo de tomar?

—Tengo leche, ¿quieres? —Relamo mis labios y me manda un cojín—. ¡Qué! Ahora uno no puede ser amable.

—Bien sabes que me ofreces leche de ahí —señala en medio de mi pantaloneta—, y no de la nevera, no soy nada inocente si eso piensas.

—Como si no me tuvieras ganas, Estelita.

—Eres tan insoportable —suelto una risita al ver cómo rueda los ojos—. Deja de reírte.

—Ok, ya —levanto las manos en señal de paz y voy por algo de tomar para ver si deja de ser tan amargada.

Definitivamente, esta chica no tiene que ver para decir las cosas, es muy directa. Luego de un rato llegan todos los chicos con algunos dulces y cervezas para pasar el resto de la tarde viendo películas.

Es divertido estar todos juntos, pero entre risas y comentarios puedo notar las miradas que me da Estela y cómo Miguel parece darse cuenta de lo que está pasando. Será una noche muy movida para todos y espero que no termine mal.

—Especial Miguel—

—Semana número tres—

Cada día que pasa todo se vuelve más pesado, estaba seguro de que mi relación con Estela iba a durar muchos años como hasta el momento, pero hace semanas que siento que los dos hemos cambiado. Estela no es la misma conmigo, anda distraída en todo momento y cuando intento tocarla parece que se deja más por compromiso que por amor y, por otro lado, estoy yo, quiero a Estela porque me parece una chica increíble, pero verla tan perdida me hace pensar que ya nada es como antes.

Hace unos días cuando estuvimos en la casa de Adrián noté cómo lo miraba, pero es una idea loca que entre ellos pase algo más que una amistad cuando se conocen hace poco tiempo. Es una idea descabellada.

Cada día que ha pasado he estado metido de lleno en algunos trabajos para los que me han recomendado, he pasado con los chicos quienes están de vacaciones y están planeando ir a cualquier parte, pero aún no deciden. Han sido días caóticos, pero no se puede negar que cuando estamos todos juntos nos divertimos y pasamos un rato agradable.

—Especial Endry—

—Semana número cuatro—

¡Por fin vacaciones! Creí que nunca llegarían, estaba harta con tantos trabajos y exámenes, por poco termino tirando piedras o no sé. He pensado ir con las chicas de paseo por unos días para olvidar un poco todo lo que ha pasado, Jazmín anda muy triste y por más que trate de reír sé que estar lejos de Jacob la ha afectado mucho. Quise saber por qué tomó esa decisión de alejarlo y su respuesta solo fue, «me di cuenta de que no lo quiero». ¡Qué mentira tan grande! Por otra parte, está Cinthya que trata de hacerla sentir mejor, pero parece que nada funciona, hemos ido con Adrián y ese pendejo anda más distraído que todos juntos.

Miguel y Estela han ido con nosotros, pero cada vez los veo más alejados y es extraño porque se quieren. Jacob evita venir a las reuniones cuando sabe que estará Jazmín para no verla pensando que así dejará de quererla, qué tonto. Mi relación con Javier va igual que siempre, tenemos problemas como en toda relación, pero seguimos juntos y espero que así sea siempre porque lo quiero. Hace días fuimos al parque con Pablo y su amiga Nora, nos quedamos hasta tarde jugando porque no habían ido por Nora, los dos se gustan y no lo aceptan.

—¿Crees que Jazmín venga con nosotros? No anda muy animada desde que pasó lo del accidente en la panadería de su papá —vuelvo a la realidad cuando escucho la voz de Javier que está sentado en el piso junto conmigo.

—Tiene que venir, Estela quedó de convencer a Jacob para que fuera, obvio no vamos a decir que Jaz va —comento jalando la liga de mi cabello—. ¿Tú crees que fue un accidente ese incendio? A mí se me hace muy raro, el papá de Jaz nunca deja nada encendido y según fue un corto.

—No te hagas ideas locas en esa cabecita, los daños no fueron muchos y el señor Thaison no tiene enemigos, ¿o sí?

—Que yo sepa no.

Hace días llevo pensando que lo que pasó en la panadería no fue un accidente, el señor Thaison asegura que ese día apagó todas las luces y los que investigaron dicen que fue un corto. Todo es muy extraño porque justo después Jazmín decidió acabar con lo que sea que pasara con ella y Jacob, todos quedamos de no creerlo, pero ella insiste que todo acabó y no pretende dar marcha atrás. Algo raro pasó y nadie me quita esa idea.

—Nota—

Lancasticos hermosos, si notaron este capítulo está marcado por semanas y la razón es que quise que vieran un poco de lo que pasaba con algunos personajes durante cada día que pasaba. ¡Ojo! No todos los personajes son lo que parece y puede que a medida que siga puede pasar muchas cosas, desde muertes hasta verdades que lastimarán a más de uno.

¡Los amo pequeños!

Síganme:

Wattpad: AshleyLan2001
Instagram: ashleylan2001

Los ojos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora