Harry condujo por si solo un gran rato más, mientras yo apreciaba el mar. En un momento determinado comentó que tenía muchas ganas de enseñarme el yate por dentro; de modo que colocó el autopiloto.
Tomé su mano y entrelacé nuestros dedos. Él me sonrió dulcemente.
Caminé tras él mientras me mostraba pieza por pieza. El interior era un lujo. Contenía cocina, sala de estar, baño, un mini-bar y un dormitorio más grande que mi apartamento entero. A medida que avanzaba me sorprendía mas. Sin embargo me tenía que esforzar para apartar la vista de Harry. Él parecía un niño de cinco años emocionado por su presente de navidad. Hablaba del yate como una de sus adquisiciones mas preciadas, y de algún modo eso me emocionó a mí.
—Ten, para que estés más cómoda—cuando estuvimos en la habitación Harry me tendió una de las camisas que resguardaba en el armario.
La verdad que me daba pena por Natalie, que había pasado horas con mi arreglo, pero no veía la hora de quitarme aquel vestido. Me sentía incómoda.
—Gracias—sonreí y me dirigí al baño para cambiarme.
Su camisa me quedó suelta; me llegaba unos dedos por arriba de las rodillas. Harry era unos centímetros más alto que yo, así que eso era de suponerse. La prenda era un poco reveladora sí, y me sentía un tanto expuesta, pero era mil veces más cómoda que arrastrar el vestido a todos lados. Así que no me quejé.
Cuando salí mi nariz captó un aroma peculiar y agradable, que me guió hasta la cocina. ¡Por dios, estaba famélica!
Me encontré con Harry tratando de manejarse con un sartén al fuego. Me recosté contra la pared y lo observé. Él no se percató de mi presencia en absoluto estaba concentrado en cocinar quien sabe que. Sonreí abiertamente. Había cambiado su traje por una camiseta blanca simple, y un pantalón chándal suelto. Sobre su hombro descansaba una servilleta de tela. Estaba todo un chef.
—Harry Styles cocinando, quien lo diría—cuando escuchó mi voz se volteó rápidamente, me observó de pies a cabeza—Eres como una caja llena de sorpresas. Me agrada—añadí.
—Bueno, a mí sin duda me agrada como te queda esa camisa—guiñó su ojo, y se volvió al sartén. Me acerqué lentamente a él, rodee su torso con mis brazos y descansé mi cabeza contra su espalda—Espera nada más, y te sorprenderás también con mis habilidades culinarias.
—Oh créeme, estoy esperando impaciente—reí y el negó con la cabeza—muero de hambre, y debo admitirlo, eso huele muy bien.
—Y apuesto que sabe aun mejor—Se movió para besar mis labios, algo a lo que no me negué en absoluto.
No me iba a negar a él ahora que lo tenía finalmente para mí. Entonces cuando habló, no supe si se refería al sabor del plato que estaba preparando, o al sabor del beso. Tenía que admitir también que se sentía bien besarlo, y tocarlo, sin culpas. Estaba segura que éramos capaces de dejar el pasado atrás, para así finalmente mirar hacia el futuro. Si ambos queríamos, y ambos poníamos todo nuestro empeño en ello, podríamos avanzar. Sin duda que sí. Nos tenía fe.

ESTÁS LEYENDO
Barred
ФанфикLa atracción entre Samantha y Harry es notoria, y tan fuerte que no conoce de limites, ni barreras. Él es un hombre completamente prohibido, y eso-aparte de incrementar en ella el deseo- le provoca la perdida instantánea de la razón, algo que a la l...