Barred

Capítulo 38.

a/n: Oops, perdón si me excedí con lo largo del capitulo, se que a veces es cansador leer tantas paginas pero, ya saben cuanto odio dividir capítulo. Y, como necesitaba explayarme, esto es lo que salió. Cuando lleguen al final del cap no serán las mismas personas que cuando comenzaron a leer ahre cualquiera pero en serio. No se olviden votar/comentar. Las amo<3

Canciones del capítulo: Set fire to the rain (Adele) / What hurts the most (Rascal flatts)

Harry’s P.O.V

Para mi suerte, cuando llegué a casa el sábado a la mañana luego del paseo en Yate con Samantha no me encontré en ningún momento con mi padre. Sabía que en cualquier momento tendría que enfrentarlo y darle una explicación a porque falté a la endemoniada cena de la empresa. Se supone que como director, era mí deber estar allí—pero de nada sirve llorar sobre la leche derramada, ¿cierto?

En el living estaban Cheryl, Kelly y mi madre, reunidas tomando el té. Era un poco raro cruzarme con mi ex prometida en los corredores, y en todas las salas de mi casa, pero claro estaba que no la iba a despachar. Después de todo llevaba a mi hijo en su vientre y era mi responsabilidad cuidarlo, como cuidar de ella—más allá de estar juntos o no. Por otro lado, se lo había prometido. Había prometido que me haría cargo, y estar allí con ella en cada paso era parte de estar a cargo.

Mi madre alzó la vista de su taza de té y cortó la conversación cuando me notó ingresando en la sala. Di los buenos días.

La mirada que mi madre me ofrecía en esos momentos no era de las más alentadoras. Entonces con ello supe que la noticia de la separación ya había sido difundida entre los integrantes de mi familia. Nuevamente, Kelly se me había adelantado. Ella tan solo me vio, se apresuró a ponerse de pie, y pidió un momento a solas conmigo. Me llevó hasta las afueras de la casa—al jardín si somos específicos—y caminamos unos varios minutos en silencio.

Kelly entrelazó los dedos de su mano bajo su vientre, y me sonrió tímidamente mientras continuábamos la caminata.

—Harry, sé que tal vez no terminamos nuestra relación en los mejores términos y quiero disculparme por las palabras que solté. Estaba enojada, confusa y sobre todo dolida. Y cuando estoy dolida digo cosas al azar que pueden sonar groseras. Así que, lo siento—Asentí—También, quiero agradecerte por la hospitalidad que nos estas dando—habló sobre ella, y el bebé—Luego de tu cumpleaños abandonaré tu casa, y regresare a la mía, como debe de ser. Lo cierto, es que mis padres aun no saben la noticia porque están en el exterior, de viaje. No quería sentirme sola así que es la razón por lo que aun estoy aquí—soltó un suspiro.

—Está bien, Kelly—animé—Te he dicho que puedes quedarte el tiempo que necesites. Lo que más deseo es que tu y mi hijo se encuentre bien. Tampoco es bueno que estés sola, digo por cualquier urgencia que tengas—admití relamiendo mis labios.

Me comentó también que necesitaba que la ayudara con algunas cosas de la boda que quedaban pendientes por cancelar, y que dentro de unas semanas tenía consulta con el médico. Y realmente deseaba que yo estuviera allí. Así que por supuesto acepté. Le debía eso al menos. Entonces su teléfono sonó interrumpiendo la conversación. Me regaló una sonrisa y se disculpó, antes de alejarse y dejarme solo en medio jardín.