Uno

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Habían pasado seis meses desde que el equipo se separó de Booker.

Ese tiempo lo pasaron conectando entre ellos, aprendiendo a aceptar y acostumbrarse a la mortalidad de Andy, y conociendo a Nile. De a poco todo se fue acomodando, y casi sin darse cuenta ya se sentían nuevamente como una familia.

Faltaba Booker, pero Andy estaba segura que los cien años no iban a durar. Que iban a querer que regrese antes. Por eso es que intentaba no preocuparse mucho. Nunca se había llevado muy bien con los temas de fe, pero en los integrantes de su familia tenía fe de sobra. Es así, que sabía que todo iba a quedar perdonado antes de los cien años.

Pero, ese tiempo llegó antes de lo que esperaba y a la fuerza.

Copley les informó que Booker había sido secuestrado. Eso fue todo lo que necesitaron escuchar para ir en su búsqueda y rescate. Eso era lo que hacían en su familia, se salvavan mutuamente.

— ¿Por qué Copley ha estado asegurándose de que Booker esté bien? — Preguntó Nile.

— Porque yo se lo pedí. — Respondió ella.

— Pero, la consecuencia de su traición era que estuviéramos separados cien años. — Dijo Nile, sintiéndose confundida.

— Que estemos separados no significa que lo íbamos a dejar solo o que no lo íbamos a cuidar. — Intentó explicar ella. — Además los cien años no iban a durar. — Agregó, haciendo que Joe y Nicky rieran porque habían estado pensando lo mismo.

— Si nunca iban a durar, ¿entonces por qué se los dieron? — Pidió saber Nile, aún más confundida que antes.

— Porque soy la líder y es mi responsabilidad cuidar de todos. Él nos puso en peligro y eso tenía que tener consecuencias. Mi prioridad para decidir esas consecuencias, fue tener en cuenta lo que Joe y Nicky sufrieron en el laboratorio de Merrick. — Expusó su razonamiento.

— Pero le pediste a Copley que cada tanto vea que esté bien y elegiste cien años de separación. — Insistió Nile, todavía sin comprender del todo a la otra.

— Le pedí a Copley que se mantuviera en contacto con Booker para cuidarlo a él, porque sé que la soledad lo deprime. — Argumentó. — Y los cien años fue lo que pude mediar, no lo que elegí. — Aclaró.

— Nosotros queríamos que fueran trescientos y vos no querían ningún año Nile. — Dijo Nicky, interviniendo en la conversación.

— Negociamos entre todos y finalmente llegamos a un acuerdo de cien. — Se sumó Joe a la explicación.

— ¿Ustedes también pensaban que los cien años no iba a durar? — Preguntó Nile, finalmente quitando su foco de Andy y prestando atención a los otros.

— Al principio no, estábamos enojados y dolidos. — Admitió Joe.

— Pero la semana pasada justo estuvimos hablando de que sentíamos que ese tiempo se iba a acortar. — Dijo Nicky con sinceridad.

Se subieron a la lancha y emprendieron camino. Por la información que tenían, a Booker lo tenían retenido en un barco en ese momento, en medio del mar del norte, entre Reino Unido y Noruega.

El viaje fue tenso, Andy casi nunca se subía a un barco con Joe y Nicky desde que habían dejado de buscar a Quynh. Ella sabía que ellos probablemente se estaban sintiendo culpables y dolidos. Y no sólo por Quynh, también por ella.

La verdad es que Andy nunca había dejado de buscar a Quynh. El equipo creía que ella había dejado de buscarla, porque habían decidido entre todos no hacer más búsquedas. Los fracasos de no encontrarla solamente generaban más desesperanza, dolor y peleas entre ellos. Además del peligro que implicaba cada búsqueda. El peligro que otro de ellos se perdiera en el océano. Y como ni siquiera la tecnología los ayudó a encontrarla, finalmente decidieron frenar y volver a concentrarse en sus vidas y la misión de ayudar a la humanidad.

A million ways to dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora