Este no había sido el plan original de Quynh. Ella no había planeado vengarse del equipo de inmortales, ni de Andromache. Si, había estado enojada y dolida, pero no había tenido ideas de venganza.
Pero cuando estuvo libre de su prisión marítima y conoció a la Doctora Kozak, algo nuevo se encendió en ella. Las ganas de que descubrieran cómo terminar con la inmortalidad. Ella quería morir para no tener que lidiar con sus traumas, su dolor y su locura.
Ir por Booker había parecido una buena idea. Él estaba exiliado del equipo, él los había traicionado, y él había sido quien trajo a la Doctora Kozak a sus vidas. Él quería morir, igual que ella. Pero cuando fueron por él, Booker se negó a colaborar. Él ya no quería eso. Así que tuvieron que llevarlo a la fuerza. Y para sorpresa de ambos, el equipo lo encontró y lo salvó.
Quynh entendía que las operaciones que realizaba el equipo de la Doctora Kozak estaban mal, que no eran éticas, que experimentaban con las personas a la fuerza y sin consentimiento, que causaban mal... Pero a ella no le importaba, no si eso implicaba que pudieran descubrir cómo terminar con la inmortalidad.
En medio de eso, se sumó algo más que no esperaba. El equipo de inmortales empezó a intervenir en esas operaciones. A querer detenerla. A querer encerrarla. Y eso se sintió como otra traición más, una que partió su corazón en mil pedazos... Como si eso fuera posible cuando ya lo tenía roto desde hace mucho tiempo.
Y después de eso, las cosas poco a poco se fueron saliendo de control...
— ¿Algún avance con las investigaciones? — Preguntó Quynh a la Doctora Kozak.
— No, ninguna. — Respondió la Doctora Kozak, luciendo decepcionada de ella misma ante ese hecho.
Quynh estaba frustrada.
Hace un año que tenían a Andromache en su poder. Esa tampoco había sido su intención, pero era lo que la otra había elegido. Ella había ofrecido dar su lugar por el equipo de inmortales, y Quynh decidió aceptarlo ya que las experimentaciones con ellos no habían funcionado.
Durante todo un año experimentaron con Andromache y la torturaron. Y sin embargo, la doctora Kosak seguía sin poder descubrir el secreto de la inmortalidad. Eso era realmente frustrante.
Al principio había sido placentero ver a Andromache sufrir, aunque ese no había sido su plan original. Quynh presenció cada experimento que le hicieron, cada muestra que sacaron de sus órganos y cada tortura. La más placentera de las torturas era la de agua, a Quynh le gustaba esa porque sentía que de esa forma le podía dar a entender a Andromache lo mucho que ella había sufrido debajo del océano.
De a poco, lo que al principio en algún punto le había resultado placentero empezó a cansarle. Le molestaba ver a Andromache en constante dolor, todo el tiempo. Le molestaba verla sufrir porque todavía la amaba. Igualmente tenía que darle crédito, ella nunca se quejaba.
Lo peor de todo, lo que más le molestaba, era que Andromache no hablaba. Lo habían intentado muchísimas veces, porque los científicos estaban convencidos de que ella tenía que saber algo sobre la inmortalidad por ser la primera inmortal. Sin importar cuánto lo intentaban, Andromache no hablaba, y las únicas veces que habían logrado que dijera algo lo había dicho en idiomas olvidados, idiomas que solamente ella entendía. Quynh apreciaba su determinación y su fuerza, eso era algo que siempre le había gustado de la otra, pero en este momento simplemente le causaba irritación.
En el único momento donde la había visto realmente dolida, fue cuando ella le quitó su colgante. Quynh le había dado ese colgante a Andromache hace mucho tiempo, como símbolo del amor que le tenía. Le sorprendió que ella todavía lo tuviera con ella y que lo usara todo el tiempo. En un comienzo no le había dado mucha importancia y hasta lo había ignorado, pero un día se cansó y finalmente se lo quitó. Andromache estuvo completamente triste y derrotada ese día, como si le hubiera quitado lo único que todavía las unía.

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A million ways to die
Fiksi PenggemarSiendo Andy alguien que había experimentado toda clase de dolor y sufrimiento, todavía no encontraba algo que fuera peor que un corazón roto. [sequel de la película/comics de the old guard/la vieja guardia]