¿Número 8?

Capitulo 1 ¿Milagro?

Mi madre no estaba embarazada al iniciar el día, ella ni siquiera podía tener hijos. Según ella soy un milagro, y lo cierto es que no me siento como uno.

Mi madre era una florista y mi padre un militar, la verdad es que ambos querían un varón, pero en la guerra mi padre sufrió un accidente. Y mi madre, hablar de ella es otra cosa. El punto es que son felices conmigo aunque no sepan de dónde vengo. Mi nacimiento para ellos ha Sido un completo misterio.

... Después de que mi padre volviera, nos alejamos de todo lo relacionado con guerras y demás, después de todo, querían darme una buena vida. Nos mudamos a una pequeña ciudad. Todo era tan tranquilo, y me encantaba.
Compramos una casa pequeña con 3 habitaciones y un solo baño.
Mi madre decidió retomar su vida de florista, rentando un pequeño negocio en la ciudad.

Todo iba de maravilla...
Hasta una tarde. Tenía 2 años cuando comencé a desarrollar "habilidades" era algo peculiar. Podía saber que es lo que pensaban las personas que me rodeaban. Obviamente le comenté padres, como era de esperarse, no me creyeron.
Había veces en las que pensaba que eran alucinaciones mías o tal vez un trauma. Acudimos al médico en busca de respuestas, pero no había nada raro en mi (según el).

Cuando cumplí 5 años acudí a la escuela, sentía mi estómago hecho un torbellino.
Mi padre me acompaño en mi primer día
-¿Cómo te sientes Mack?
- Tengo miedo. Miedo a que me llamen fenómeno, por ya sabes...
- Nadie te dirá "fenómeno" porque antes de conocer esa parte sabrán lo dulce y linda que eres.
Escuchar a mi padre decir eso era algo que me llenaba de valor, me daban ganas de llegar pronto.

Mi primer día fue divertido, hice muchos amigos y lo cierto es que por un momento olvide que era diferente.
Me decía a mi misma que ser diferente no era malo, pero no creo que escuchar los pensamientos de los demás sea muy concurrente en una niña pequeña.

En el transcurso de los años, viví como un ser humano normal, había ocasiones en las que usaba mi poder. Pero jamás levanté sospechas a ningunos de mis amigos.
O eso creí.