Capitulo 16 "Puedes decirme..."

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Paso un tiempo y yo estaba mejorando. Ya podía caminar e incluso correr.
Volví a integrarme a los entrenamientos. A los chicos le daba gusto verme. Y bueno, hablar de mi poder era otra cosa.
Habían pasado meses y mi poder apenas estaba regresando. Jamás mencioné nada, no quería alertar a los chicos, y mucho menos que pensaban que era debil.
Estaba observando los entrenamientos cuando Reginald me habla.
- ¿Todo bien?- pregunto llegando a su oficina.
- me comentaron que tienes experiencia manejando espadas- lo dice sin levantar la mirada y escribiendo en una libreta roja.
- Fue un palo de trapeador, jamás he peleado con una espada real.
- Lo harás
Logro leer su mente, cree que eso me va a ayudar a defenderme mejor.
Terminó le leer su Mente y comienzo a sentirme muy agotada, me sostengo en una de las sillas aparentando que estoy bien.

Me tranquilizó y entra Pogo con un pedazo de tela, parece cuero. Termina de acercarse y me da el objeto.
Lo dejo encima de la mesa. La tela era color roja atada con un lazo color negro.
Lo desató con cuidado y abro poco a poco los dobleces.
Es una espada. La sostengo, está un poco pesada pero lo olvido. Es muy hermosa, la hoja se va tan filosa, radiaba luz cuando estaba en contacto con los rayos del sol que entraban por la ventana. Su mango era negro con detalles en color plata, supongo que combinaba con mi traje para las misiones. 
Tenía un dibujo, el mismo que estaba por todos lados (la sombrilla encerada en un círculo).
- ¿Esto significa que regresaré a las misiones?- estaba emocionada, al fin regresaría a pelear.
- Primero debes aprender a pelear con eso, y reponerte.- contesta pogo con un tono de consuelo.
Volteo a ver a Reginald
- Empezarás mañana mismo con tus entrenamientos. Entrenaras con número 2. Una vez dicho eso, puedes retirarte.

Tomo la espada y la llevo envuelta en la tela. Salgo de la oficina y camino hacia las escaleras.
En eso número 1 me alcanza
- ¿Que llevas?- lo dice con un tono de curiosidad.
- algo que me dió Reginald, al parecer regresaré a la entrenamientos con ustedes- lo digo esbozando una sonrisa. Me daba mucha emoción reincorporarme
Número 1 está feliz, tanto que me abraza.- te lo dije, saldrías de esto, y me da gusto que regreses.
En eso voltea a ver a número 3.
- ¿Me permite dama?, Debo ir a hablar con alguien.
- Por supuesto, me saludas a Número 3- lo digo con una pequeña risa.
Número 1 estaba enamorado de número 3, lo pude leer en su mente y me daba mucha alegría.
Termino de subir y entro a mi habitación. Me sentía cansada, fue porque leí la mente de número 1.

Dejé la espada en el piso y comencé a sentirme mareada. Me dirigí hacia la cama y me recoste sin mover las cobijas. Poco a poco cerré los ojos hasta que me quedé dormida.

-Despierta, hora de cenar
Tardo en abrir los ojos, pero identifico que es la voz de Grace. Aún adormilada alcanzó a articular
- Claro, bajo en un segundo. - contesto arrastrando las palabras.
Vuelvo a cerrar lo ojos
Después de un momento, salgo de mi habitación y trato de bajar, aún me siento mareada. Veo que la mesa está levantada. Supongo que volví a quedarme dormida.
En eso número 6 se acerca a mi.
- ¿Ya estás mejor?
- ¿Mejor? ¿A qué te refieres?
- no bajaste a cenar, padre se enojo mucho.
- Perdí la noción del tiempo. Por alguna razón me siento cansada.
- Subiré a la terraza ¿Quieres venir?
- claro.
Subimos y nos dirigimos al lado opuesto de dónde están las recamaras, subimos por una escalera angosta y un poco descuidada, hacia falta que asearan ahí.
Número 6 sube primero y me tiende una mano para ayudarme. Ambos nos encontramos arriba, me dirijo hacia el lado que da a la calle. Todo está tan iluminado, es magnífico.
- Es bellisismo- exclamó con mucha emoción- No había tenido contacto con el mundo desde que me dispararon.
- por eso te traje, Luther y Allison tienen citas a escondidas aquí.
- ¿Allison? ¿Luther? ¿De que hablas?
- A padre no le gustan los nombres, cree que con eso se establece un vínculo emotivo, pero eso no significa que no podamos tener nombres. Número 1 es Luther y número 3 es Allison
- Entiendo.
Número 6 se acerca y los dos nos quedamos mirando a la calle.
- ¿Que se siente tener una familia?- pregunta número 6 con cierto grado de melancolía
- No se si se le pueda llamar familia, mi padre me abandono y bueno mi madre espero que esté bien.
Número 6 se queda pensando...
- En fin, eso quedó atrás y aún me duele, antes de venir aquí mi madre y yo fuimos atacadas. Ella no quería que viniera, me quería con ella. Y después de que nos atacaron cambio su decisión, queria  quedarme pero ella insistió.
Estaba derramando lágrimas, iba a seguir hablando pero mi voz estaba destrozada.
Número 6 me voltea a ver y pone su mano en mi hombro.
Parpadeo para espantar las lágrimas.
- Lo siento 6.
Trato de leer la mente de 6 y lo consigo. Está pensando en que el nunca tuvo ninguna convivencia con su madre.
- No debí decir eso, lo siento.
Comienzo a sentirme mareada, pero me mantengo de pie. Falta poco para volver a recordar y que las lágrimas vuelvan. 
Número 6 me da un cálido abrazo
- Ahora todos somos familia- lo susurra en mi oído.
- Gracias 6- logro artícular entre llanto.
- Puedes decirme Ben...

¿Número 8?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora