Capítulo 28

1.1K 182 316
                                    

Por un momento me cuestiono si salir de fiesta estando tan enojado sea una buena idea, pero ¿qué más da? ¿Qué otra cosa se supone que tengo que hacer? ¿Llorar? ¿Quedarme aquí encerrado como el resto de mis dieciocho años anteriores?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Por un momento me cuestiono si salir de fiesta estando tan enojado sea una buena idea, pero ¿qué más da? ¿Qué otra cosa se supone que tengo que hacer? ¿Llorar? ¿Quedarme aquí encerrado como el resto de mis dieciocho años anteriores?

Un mensaje de Luna me llega mientras me estoy bañando, lo leo aún envuelto en la toalla y mojado.

Luna – en línea

Perdóname por llamarte, es tonto cuando yo fui la que te pidió la distancia.

Ni siquiera voy a responder a eso, estoy como un estúpido dándole el poder de todo, perdiendo la dignidad y el amor propio —que ya de por sí es muy escaso—, solo esperando a que ella me diga que soy digno de su mirada.

No solo es que no le voy a responder, también la voy a bloquear en WhatsApp para luego no tentarme de volver a hablar con ella.

Esto querían todos, ¿verdad? Que me hartara del mundo, de ser el niño bueno, que dejara de pensar tanto en todos y pensara un poco en mí.

Mis padres me regalaron un auto por mi cumpleaños y apenas lo he usado, soy consciente de lo mucho que amo a Luna, pero también entiendo que no puedo hacer que mi vida se detenga por ella; no cuando ella decidió dejarme a la primera, así sin más.

¿Y para qué me llama? ¿Para ver si maduré en tres semanas? Evidentemente no, ni lo haré pronto porque no voy a esforzarme por ser lo que ella busca, yo la quise así, como era, insegura y poco valiente. Ella no supo quererme como soy, y está en todo su derecho de elegir el tipo de hombre que quiere a su lado, de lo que no tiene el derecho es de pretender que yo lo sea.

Mi abuelo me dijo que cuando no te quieren como eres es porque en realidad no te quieren, quieren a la idea que se hicieron de ti, que no es real. Creo que es el único consejo acertado que me han dado en estos días, porque aunque Luna no me dijo directamente que tenía que cambiar para estar con ella de todas formas lo hizo indirectamente.

Fue un "búscame cuando hayas madurado o ya no me busques", lo que no tuvo en cuenta es que, si maduro, probablemente venga acompañado con mi deseo de no buscarla más.

Me visto rápidamente y salgo por la puerta del frente a la casa de mi tío Liam, mis padres y mi hermana aún están en el jardín de atrás, así que los evado sin complicaciones. Cualquiera de mis tíos hubiera sido buena opción, pero la casa de Liam queda enfrente y cuanto menos demore hay menos posibilidades de que mis padres me descubran.

—¿A dónde vas, Stéf? —cuestiona Liam en cuanto le pido el permiso para León.

—Voy a salir...

—¿Y por qué me lo pides a mí, y no a tus padres?

—Porque peleamos recién —respondo sinceramente, mi intención es evitarlos, no preocuparlos.

Por una mirada [PR #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora