Capítulo 30

1.1K 171 191
                                    

Llevamos como dos horas aquí, me hicieron análisis de sangre, un electrocardiograma común y uno de fuerza, y el último fue una ecografía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevamos como dos horas aquí, me hicieron análisis de sangre, un electrocardiograma común y uno de fuerza, y el último fue una ecografía. Ahora estamos en la sala de espera cuando una enfermera se acerca.

—¿Stéfano Romano? —pregunta mirando en su planilla.

—Soy yo —me pongo de pie y mis padres conmigo detrás.

—La doctora Hope lo está esperando, pero solicitó específicamente que entrara solo.

—¿Cómo? —reclama mi papá— Definitivamente no, nosotros entramos con él.

La enfermera vuelve a negar ante la impertinencia de mi padre.

—Pueden hablar con ella luego, quiere hablar con su paciente, el cual es mayor de edad, a solas.

Mi madre también va a reclamar, pero la interrumpo antes de que comience.

—Está bien, al menos el sistema me toma como adulto —ironizo caminando hacia el consultorio, ganándome una risita de mi madre como respuesta.

No puedo negar que tengo miedo, y a la vez siento un poco de vergüenza porque ir al médico sólo es algo que jamás he hecho. Aún me lleva mi papá, y él habla mientras yo solo estoy a su lado como un niño.

El consultorio es pequeño, todo es súper blanco y solo hay un escritorio con sillas a ambos lados. La enfermera cierra la puerta luego de que entro y me deja solo con la doctora, se ve muy joven, tiene el cabello oscuro recogido en un rodete y su mirada me inquieta un poco.

—Te puedes sentar... —comenta, casi que con un deje de burla.

Seguro me veo como un tonto, es que estoy asustado y nervioso, ella solo intenta descontracturar la situación.

—Me llamo Amaya, puedes decirme así —comienza por decir—. Tengo los resultados de tus análisis, pero antes que nada necesito que me respondas con sinceridad algunas preguntas, por eso pedí que vengas solo, sé que los adolescentes suelen decirles muchas mentiras a sus padres.

—Okay... —respondo tímidamente.

—¿Consumes drogas? —comienza su cuestionario muy directo.

—No.

—¿Las has consumido en alguna oportunidad? Me refiero a marihuana, cocaína, éxtasis...

—No, nunca he probado ninguna —reitero mostrándome seguro.

—¿Has consumido alcohol en grandes cantidades por tiempos prolongados?

—No, solo me emborraché dos veces, y la última fue hace un par de meses ya.

Y me trajo muy malas consecuencias, así que dudo que lo vuelva a hacer.

—¿Tabaco, energizantes o anabólicos?

—No.

—¿Seguro no tomas anabólicos? —insiste como si no me creyera.

Por una mirada [PR #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora