●CAPÍTULO CUATRO.

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Sollozando caminé rápidamente hacia la plaza, eran cerca de las 6 de la tarde. Le mandé una mensaje rápido a Tiago diciéndole que no me sentía bien, el sabia donde me tenía que encontrar.

Llegue a la plaza y me senté en el banco, me dolía el pecho, no quería dejar mi vida en esta Ciudad, no quería dejar a Tiago, ni mi casa.

Con mi buzo sequé mis lágrimas que caían sin parar por mi rostro, tenía miedo. Miedo de empezar de nuevo en un lugar que no conocía nada ni a nadie.

- ¿Qué pasó? ¿Estas bien?- pregunto Tiago apenas llegó, me abrazo y me refugié en sus brazos, era lo único que necesitaba, mi compañero de aventuras y de muchas experiencias, mi mejor amigo, y hace poco me había dado cuenta que lo amaba más que eso.

- Me tengo que ir- dije en un pequeño susurró y con la voz entrecortada.- Mi papá me quiere llevar a vivir a Bariloche- dije mientras mi voz se cortaba y empezaba a llorar nuevamente.

- ¿Qué? ¿Por qué? No, no te podes ir, no me podes dejar solo- dijo mientras me abrazaba un poco más fuerte.

No sabía que responderle, que le podia decir, me iba a tener que ir, tengo 16 años y mi papá no me va a dejar sola acá, mucho menos con Tiago.

Después de que lo hicimos, todo siguió igual, éramos mejores amigos, como si nada hubiese pasado. Pero algo dentro de mí se prendió, cada vez que teníamos cualquier tipo de contacto físico mi piel se erizaba, y mis manos comenzaban a sudar. 

Nos veiamos en la escuela, y siempre iba a la casa de sus abuelos, me sentía muy bien ahí, su familia era mi familia, Griselda que trataba como una hija más y Ambar es como mi hermanita menor.

Solloce más fuerte, mientras me aferraba a los brazos de Tiago, como si mi vida dependiera de ello, no quería dejarlos, no queria dejar a mi familia.

-¿Cuando se van?- pregunto con una voz suave, mientras acariciaba mi pelo rojizo.

- Cuando terminen las clases- dije mientras trataba de eliminar el nudo en mi garganta, lo miré a los ojos, aquellos ojitos tristes que me hacían sentir mil emociones a la vez.

- Falta un mes para eso- dijo frunciendo sus cejas, y apretaba sus labios. - Te necesito conmigo, no quiero que te vayas- dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

- Te amo, quiero que nunca lo olvides Tiago- dije segura, por era así, mi corazón le pertenece completamente.

- Yo te amo mucho más- Se le salió un pucherito mientras lo decía, sabía que trataba de no llorar, no quería demostrarme que esta dolido, triste y frustrado.

- Supongo que esto es una parte de amar- dijo mientras me miraba. - Tengo que dejarte ir, tenes que volar- Solto mientras una lágrima recorría su mejilla. 

El mes pasó volando, y me encontraba mirando la ventanilla del avión mientras mis lágrimas caían sin parar. No podía creer que había dejado todo por culpa de mi papá y su estupido trabajo.

La despedida fue muy dolorosa y difícil, mi papá casi me sube a la fuerza al avión.

Lo último que vi fue a Tiago, susurrar un "te amo" mientras me veían sus ojitos tristes.

***
Buenooo, es como que la introducción de la novela, espero que les esté gustando.

Por favor voten y comenten así la sigo.

Mucho amorsito para todos deaa



ojitos tristes - Tiago pzkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora