𝙾𝙽𝙴 - 𝚂𝙷𝙾𝚃, 𝙸𝙼𝙰𝙶𝙸𝙽𝙰𝚂 𝚈 "𝙺𝙸𝙽𝙳 𝙾𝙵"

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𝑰𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒓𝒖𝒎𝒑𝒆𝒏 𝒔𝒖 𝒄𝒊𝒕𝒂

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—Lo siento, linda—me disculpé en cuanto tuve a la castaña frente a mí.

Mi novia.

—Cinco, sabes que no tengo problema—río—Lo importante es que ya estás aquí, cuéntame de tu día.

Amaba esa faceta suya, siempre ha sido una chica que le interesa más la otra persona que ella misma. Mi chica tenía un corazón de oro puro, platicamos por un largo rato, entre charlas y anécdotas del pasado la conversación fluyó a un tema que no era recurrente, por el hecho de que yo lo evitaba. 

—¿Y tus hermanos?—suspiré por su pregunta—Escucha, yo acepté que no quisieras presentármelos, pero no veo nada de malo en que pregunte por ellos. Son tu familia. 

—Sé que son mi familia y tú lo eres también—entrelacé nuestras—Pero los conozco, sé que no reaccionarán bien. 

—¿Reaccionar?—se sombró—¿Te.. te avergüenzas de mí?

—¡No, no!—exclamé con horror e incredulidad—Por Dios, ________. Eres lo mejor que he tenido y amo todo de ti con locura ¡Son ellos los que me pondrán en ridículo!—me sinceré con ella.

En todo el tiempo que llevamos de relación, ella ha sido la más afectuosa con sus acciones y palabras, claro que yo le recordaba mis sentimientos y le brindaba uno que otro gesto cariñoso, para que no olvidara lo que siento por ella. Eso jamás había sido un problema en nuestra relación. 

Ambos nos complementábamos.

Pero con su pregunta me hizo dar cuenta que la he dejado un poco de lado, por el tiempo en las misiones y entrenamientos constantes con padre, añadiendo el estudio extra respecto a los saltos en el tiempo, repercutieron que nuestras citas disminuyeran, haciéndome sentir terrible por darle tan mala impresión a mi chica. 

La estaba lastimando poco a poco 

—Nunca repitas eso—dije con voz seria, abrazándola para evitar que sus lágrimas retenidas salieran de sus preciosos ojos chocolate.

Nos quedamos en esa posición hasta que la respiración de la castaña estuviera tranquila de nuevo, por mi parte le dejaba pequeños besos en su cabeza con ternura. 

El sonido de la campana sonar en anuncio a la llegada de un nuevo cliente rebotó en toda la cafetería, pero no era la campana lo que me hizo tensar, eran las voces que alcancé a escuchar.