𝙾𝙽𝙴 - 𝚂𝙷𝙾𝚃, 𝙸𝙼𝙰𝙶𝙸𝙽𝙰𝚂 𝚈 "𝙺𝙸𝙽𝙳 𝙾𝙵"

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𝓒𝓘𝓝𝓒𝓞

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No podía creer que había dormido toda la noche en la misma posición incómoda, pero claro, los sueños que tuve donde la única mujer que me ha interesado de forma romántica era la protagonista, no esperaba menos. 

—Mierda—me quejé un poco por el dolo aún presente en mi espalda. 

Sonreí al recordar la situación entre ella y yo. En definitiva ella me gustaba, no solo físicamente. Algo en su persona me hace sentir vulnerable y siendo sinceros, esa sensación me encantaba y me reconfortaba. Me hacia recordar que sigo siendo humano a pesar de todo. 

Después de hacer mi rutina diaria de aseo, bajé las escaleras para encontrarme a toda mi familia, incluyendo a la mujer de mis sueños, la cual estaba riendo con el ruloso de mis pesadillas. 

Los ignoré el más tiempo que pude, no sabía que ella ya había perdonado al chico por nuestra interrupción a su habitación

 ¿Si lo perdonó a él también lo haría conmigo?

—No es problema, cariño—escuché su voz en tono dulce—¿Quieres ir a comer conmigo, Klaus?

—Nada me gustaría más que eso, _________.

—Vaya, vaya—me teletransporté frente a ellos, sin poder resistir su charla—¿Irán a comer algo? ¿Les parece que vaya con ustedes?

—No creo, estamos bien solo nosotros, Cinco—el ruloso habló de forma irritada, pero con una sonrisa hipócrita en el rostro

—No digas eso, Klaus. Es bueno pasar tiempo juntos en familia, incluso podría ser una forma de celebrar todo lo que pasó. 

—¿Lo que pasó?—pregunté confundido

—Sí, que regresaras con nosotros, cariño.

—Te extrañé demasiado—me sinceré con ella cuando sus ojos quedaron fijos en los míos. Podría estar deleitándome con su belleza si no fuera por el carraspeo del mayor. 

—Sí, sí. Vámonos ya.

En todo el camino al restaurante favorito de la femenina del trío, Klaus y yo nos lanzábamos miradas que prometían hacerle sentir mucho dolor al otro. Estábamos incómodos con la tensión y además, el rose de las manos de nuestra hermana contra nuestros nudillos.

Ambos tuvimos la misma idea, pues al unísono, entrelazamos las manos con ella, logrando que nos brindara una sonrisa tímida y un adorno en sus mejillas, se había sonrojado y no pude evitar pensar que fue lo más hermoso que vi en toda mi vida. 

—Bien, amores. Déjenme adivinar—llamó nuestra atención mientras tomábamos asiento en la mesilla disponible

—Estoy ansioso porque descubras lo que se me antoja comer, cielo—comentó el ruloso, haciendo que cerrara la mandíbula con fuerza al identificar el doble sentido que adornaba su oración.

—Bueno, el día que entraron a mi habitación pude darme una idea—comentó con coquetería, haciendo que nuestros cuerpos se tensaran por las posibles ideas que no son aptas para menores.

—Hablando de eso, quiero pedirte perdón—mis manos se movían conforme hablaba, ella era la única que me ponía nervioso y lograba que mis defensas bajaran.

Cuanto la amaba.

—No te disculpes, cariño—su mano acarició mi muslo, poniéndome la piel de gallina, incluso en ese momento no me importaba las dagas que seguro Klaus me dirigía con su mirada, solo ella era lo único que me importaba. 

—De verdad, lo siendo. No quería incomodarte y mucho menos en tu propia habitación—acaricié su mano que aún se encontraba en mi muslo.

—Ambos lo hacemos—la voz de Klaus logró que su atención se desviara hacía él

—Yo los amo con mi corazón, pero somos hermanos ¿no? Esto no es catalogado como "normal"

—Difiero contigo, _________. Nosotros somos adoptivos, no hay nada que nos una realmente de forma sanguínea. 

—Cierto, pero aún si lograra algo, sería solo con uno de ustedes. El corazón no puede dividirse—nos observó con tristeza—No puedo amar a los dos. 

—Lo sabemos—hablamos al unísono—Estamos consientes de ello, amor. Solo queremos que sepas que Klaus y yo no nos daremos por vencidos. Ambos lucharemos por ti y esperaremos tu decisión con paciencia.

—Ambos te hemos amado todo este tiempo, cielo. Yo no intenté nada cuando Cinco desapareció porque incluso yo sabía que no era justo.

—No puedo prometerle nada a nadie, pero estoy dispuesta a intentar tomar esta decisión con tal de no lastimar a ninguno. 

—Ambos acordamos que no importará tu decisión. Te amamos lo suficiente como para verte con el otro.

—Tu felicidad es la prioridad—el mayor sonrió deforma sincera al igual que yo.

Conforme el día pasaba nos dimos cuenta que nuestra hermana en definitiva era lo mejor que hemos encontrado, ambos estábamos dispuestos en hacer lo que sea con tal de ser el dueño de su corazón y por primera vez, amar a una persona con toda la fuerza posible.

𝑫é𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅, 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂.

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Nota: No olviden que no está editado.