𝙾𝙽𝙴 - 𝚂𝙷𝙾𝚃, 𝙸𝙼𝙰𝙶𝙸𝙽𝙰𝚂 𝚈 "𝙺𝙸𝙽𝙳 𝙾𝙵"

ღ 𝙲𝙴𝙻𝙾𝚂 ღ

𝑰𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂 𝒂 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝒄𝒆𝒍𝒐𝒔𝒐

ღ

—¿Qué mierda?—exclamé cuando divisé a lo lejos como mi chica estaba siendo acosada por un castaño de sonrisa asquerosa. 

No perdí tiempo y me transporté a la entrada de aquella cafetería, asustando a una madre que estaba a punto de entrar. Alzó a su pequeña en brazos y corrió al lado contrario.

Abrí las puertas con demasiada fuerza haciendo sonar la pequeña campana que anunciaba la entrada de los clientes. 

—Vamos, nena—escuché hablar al sujeto—Te he estado observando desde hace rato y si fuera verdad que esperas a otra persona, ya hubiera llegado ¿No lo crees?

Estaba a punto de saltar sobre aquel idiota, pero me detuve abruptamente cuando la morena le sonrió de forma sensual.

Mi corazón se quebró.

—Sabes—ronroneó hacía el castaño, posando su mano en la nuca del contrario, acariciando sus cabellos—Ya me hartaste.

Acto seguido, el gran estruendo provocado por la cabeza del muchacho chocar fuertemente contra la barra de la cafetería resonó en todo el lugar, seguido del cuerpo inconsciente chocar contra el suelo.

—¡Amor!—aquella chica saltó a mis brazos en cuanto separó su mirada asqueada del castaño y la fijó en mí—Creí que te había pasado algo o  que habías olvidado nuestra cita.

—¿Cómo puedes pensar eso?—cuestioné de forma tierna al ver como un ligero puchero se formaba en su boca. Con mi pulgar delineé sus labios, logrando que su gesto desapareciera y lo  sustituyera por una sonrisa. 

—Lo importante es que ya estás aquí—me respondió dándome un beso delicado, transmitiéndome todo lo que sentía por mí. 

La abracé por la cintura escondiendo mi cara en su cuello al separar nuestros labios. Solté una gran carcajada cuando una joven camarera intentaba levantar al castaño sin éxito, la sangre manchaba el mármol del lugar. 

—Era muy impertinente. No tuve de otra—exclamó con falsa inocencia, haciendo que la besara una vez más. 

—No me quejo, linda—sonreí—¿Te parece que me quede aquí para que me tomen la orden, mientras me esperas en una mesa?

—Claro—respondió—Por favor, quiero...

—Una malteada de fresa con una dona de chocolate bañada en nuez—la interrumpí de forma egocéntrica. Conocía a mi chica como la palma de mi mano.

—Te amo más que a nada—me dio un pico—Te espero, no tardes.

Suspiré como idiota enamorado cuando pude ver como se acomodaba en una mesa un poco lejana a mi posición, así que espere un poco y en menos de dos minutos ya habían levantado mi pedido.

Sonreí altanero cuando el castaño ya había recuperado la conciencia y algunas personas lo auxiliaban para poder salir del lugar. Eso le pasa por meterse con mi novia. 

La camarera había dejado frente a mí toda la comida, le agradecí y con la charola en manos retomé mi caminar hacía la mesa donde mi mujer me esperaba. 

—Esto debe ser una maldita broma, joder—susurré con furia cuando un maldito azabache estaba frente a mi chica, portando una sonrisa coqueta. Otro maldito que intentaba coquetear con ella. 

Avancé con rapidez hacía ellos, viendo de reojo como mi chica cambiaba su gesto de molestia por diversión cuando me identificó a lo lejos. Ella solo estaba esperando ver lo que haría con aquel intruso.

—Esto no me puede pasar todos los días ¿Cierto?—le dije a la morena frente a mí, exaltando al sujeto a mi lado. Vaya sujeto más imbécil, ni si quiera escuchó cuando me acerqué.

Mi chica solo negó con la cabeza, mientras mordía un poco la pajilla de su malteada, reteniendo su sonrisa burlona. 

Volteé a ver al chico sonriendo altanero, imaginaba diferentes maneras en las que podría torturarlo o asesinarlo con mis propias manos. De reojo observé como mi novia ya no tenía su atención en nosotros, solo en aquella dona que devoraba con fervor. 

Observarla de esa manera provocó una calidez en mi pecho, motivándome a deshacerme de este niño mimado y cualquier otro que quisiera seguir sus pasos. 

𝑶𝒉, 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐. 𝑸𝒖𝒆𝒅𝒂𝒓á𝒔 𝒑𝒆𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒂ñ𝒐.

ღ

Nota: Este capítulo no esta editado.