Sentía un increíble poder fluir por mi interior. Era de una magnitud increíble, como si se tratase del poder de un dios. Respire hondo y cerré los ojos. Apreté los puños y tiré hacia afuera. Las cuerdas se rompieron al instante y luego hice lo mismo pero con las piernas. Todo el mundo se alejo de mi y me miraron con desprecio.
—¿Cómo has conseguido desatarte? —Lars había cogido su espada.
—Lars, ese ahora no es nuestro mayor...—comentó uno de los chicos.
No le deje terminar su frase. Le había dado un puñetazo en el estómago, que lo lanzó a la pared de un solo golpe. Luego de caer al suelo escupió algo de sangre y se palpo el estómago. Mire al otro de los chicos, casualmente el que me había llevado a caballo. Y con una mirada de pocos amigos corrí hacia él.
Él pensaba que haría la mismo que con su compañero, pero esta vez quería asfixiarlo. Lo cogí del cuello, con una sola mano, y comencé a asfixiarlo. Pero no había prestado atención a Lars, él cual me apuñaló con su espada. Sin soltar al chico me giré hacia él. Cuando conseguí asfixiar al otro me gire completamente hacia Lars.
Este comenzó a girar al espada. Siendo sinceros, no me dolía para nada. No sabía si era por el poder de Haniel o simplemente por la adrenalina, pero debía aprovechar el momento. Lars sacó la espada y volvió a mirarme con desprecio.
—Eres un monstruo...
—No, nosotros le hemos obligado a esto. —La chica que había limpiado la herida a Horus no me miraba con desprecio, sino con preocupación.
—Chica lista. Así que, desata a mis amigos. Y si puedes limpiarle un poco la herida te lo agradecería.
—Claro. —La chica tragó saliva, y con precaución, paso por mi lado.
Lars cogió uno de los cuchillos y se lo lanzó. Mis reflejos también estaban más desarrollados, así que no se me hizo muy difícil coger el cuchillo al vuelo. Lo gire y lo empuñe. Esta vez quería matar a alguien, y ese alguien era Lars.
Mientras que la chica iba desatando a Sejmet y Horus, yo le estaba dando una paliza a Lars. El también se daba de aires de superioridad, pero no era mejor con la espada que Horus, y cuerpo a cuerpo, casi tenía menos nivel que yo. Cada vez que me intentaba lanzar un ataque yo se lo devolvía con facilidad.
Estaba jugando con el, por que sin esfuerzo podía matarlo. Yo tenia una herida casi mortal en el estómago, más las heridas superficiales de antes. Pero él...Tenía los brazos llenos de sangre, la cara llena de moratones y le temblaban las piernas. No iba a durar mucho más, así que le di el golpe de gracia. Se merecía morir y eso es lo que iba a hacer. Le clavé el cuchillo en el corazón y acerque mi boca a su oído.
—Antes de morir quiero que sepas unas cosillas. Mis padres salvaron ALP, dando su vida. Y tú te mereces morir. Por querer matar a esa chica, por dejar a tus compañeros a la intemperie y por aceptar un trato así con los dioses. —Saque el cuchillo de su corazón y le tiré al suelo.
Limpie el cuchillo de sangre y me lo metí en uno de los bolsillos de mi armadura. Sejmet seguía inconsciente y Horus se estaba desangrando. La chica me miraba preocupada, por mis heridas y por si le quería hacer daño.
—Tranquila, no hago daño a nadie sin motivo. Y tú me has ayudado. Gracias.
—¿L-le puedo pe-pedir un favor?
—Dime.
—Los compañeros de antes...
—Cierto, se me había olvidado. En cuanto me asegure de que mis amigos están bien, iremos a por ellos. No te preocupes.
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Ancient Lost Place
General FictionUna tarde después de salir del instituto, Itziar escucha una conversación extraña entre su mejor amigo y un hombre misterioso. Al percatarse de su presencia la abordan y es trasladada a ALP (Ancient Lost Place), un lugar que rompe cualquier regla te...