CAPÍTULO VIII

14 3 2
                                    

Estuvimos entrenando sin descanso toda la semana, y al fin llegó el esperado fin de semana. Ares nos comunicó que la competición sería el domingo por la mañana, y que hasta entonces, tendríamos tiempo para descansar.

Aunque el verano no había llegado, hacía un calor insoportable. Por lo que Sejmet nos propuso un plan que nadie quiso rechazar: Pasar el día en la playa. Por raro que sonaba, Egipto tenía una pequeña playa que poca gente conocía.

—¿Os parece que quedemos en la playa a medio día? Podríamos tener una pequeña barbacoa y luego pasar la tarde allí —propuso Sejmet.

—Sí, ¿porque no? Yo y Loki nos ocuparemos de la carne —comentó Thor.

—Perfecto. Yo me ocuparé de llevar algo para poder asarlas. Y llevar bañador —dijo Poseidón.

—Claro. Pero ahora que lo pienso... —Sejmet se giró hacia mí. —¿Tú no tienes bañador, cierto?

—No, la verdad.

—¡Genial! Nos vamos de compras. —Me cogió del brazo con una sonrisa, pero yo no estaba tan entusiasmada.

—Perdonad la intrusión... —Una chica se acercó a nosotros, me sonaba de algo.— ¿Podría unirme a vuestro plan? Suena divertido... —preguntó tímida.

—¿Freya? —comentó Thor.

—Sí...

—Pensaba que eras más agresiva. —dijo Loki con tono burlón. —Creo que todos estamos de acuerdo en dejarte venir, ¿no? —Todos asentimos. —Pues antes del mediodía vamos a buscarte, ¿te parece?

—¡Gracias! Y en cuanto a lo del bikini...

—No digas más ¡Te vienes con nosotras! —dijo Sejmet.

—¡Gracias! Me encanta ir de compras.

—Pues vete con Sejmet, yo no estoy muy entusiasmada —dije intentando escabullirme.

—Si quieres sorprenderlos a todos, tendremos que elegirte uno bonito, así que te vienes con nosotras. —Sejmet me vuelve a coger del brazo y me arrastra.

—¿A qué te refieres con uno "bonito"? —Ella sin hacerme caso siguió tirando de mí. —¡Chicos, ayudadme! —Ellos se rieron.

—Que te lo pases bien Isis —me dijeron Thor, Poseidón y Loki.

—Sorprendenos. —Hades, con un guiño, me despide con la mano.

—Nos vemos luego. —Horus se despidió.

—¡Por favor! —Intente resistirme, pero Sejmet era más fuerte que yo.

Al final dejé de resistirme, y Sejmet nos llevó a un centro comercial, que por increíble que suene, estaba en medio de Grecia. Era enorme y tenía una arquitectura magnífica. Tenía todas las características de la antigua Grecia, pero también tenía unos toques modernos maravillosos. Todas las paredes eran de piedra y tenía muchísimos detalles. Los inmensos ventanales dejaban ver innumerables tiendas de ropa a la vista.

Entramos y me quedé asombrada. No era para nada a lo que me había imaginado. En el centro había un enorme poste que lo recubrían cascadas y maleza. Los pasillos eran enormes y había muchísimas plantas. Era como un jardín dentro de un centro comercial. Tenía por lo menos unos 5 pisos de altura y parecía tener una azotea.

Sejmet nos condujo por los pasillos con una facilidad increíble. Era como una guía que se sabía el mapa del centro comercial como la palma de su mano. Nos paramos en una enorme tienda llena de bañadores, colchonetas inflables y equipación para deportes específicos, todos en relación con el agua. Una dependienta habló con Sejmet y le indicó donde debíamos buscar.

Ancient Lost PlaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora