Preferencias Teen Wolf

Issac Lahey

Cada día trato de ser fuerte pero no logro, busco esperanza pero no la hayo, busco una razón de vivir, pero lo la encuentro. No se que hacer. Mis padres probablemente me dirían que busque la felicidad, que salga a delante pero ellos no están aquí para decírmelo. No lo puedo creer aun, de la noche a la mañana ya no tenia padres. 

Miro por la ventana observando el paisaje mientras nos acercamos a Beacon Hill, donde mi padrino me espera para recibirme en su casa, con el vive su hijo, Stiles. El Sheriff Stilinski es un buen hombre, uno muy bueno, era muy amigo de mi padre y cuñado de mi madre, se que no me sentiré incomoda ya que antes de veníamos continuamente a Beacon Hill a visitarlos, pero el trabajo de mis padres se volvió mas constante y no veníamos tanto, espero adaptarme pronto tanto al pueblo como a la preparatoria. Tendré que vivir con ellos hasta que sea mayor de edad o a lo que yo estime adecuado no vivir mas con ellos, aunque dudo mucho que me valla, recuerdo como eran y se que me harán sentir mejor. No puedo quedarme con mi abuela paterna ya que ella tiene Alzheimer y esta al cuidado de mi tía Inés de la cual  siempre recibí malos tratos.  

Pensar que con mi padres nos queríamos mudar a Beacon Hill para buscar tranquilidad, pero ellos no están aquí, bueno están en el cementerio de Beacon Hill porque ellos siempre venían aquí y les traía recuerdos, en el funeral el Sheriff me conto que me quedaría con el, ya que mi padre siempre decía que si les pasaba algo a ellos, el me cuidaría. 

El marido de Tía Inés estaciona frente a una casa y bajo lentamente de la camioneta, bajo mis pertenencias y me dirijo a la puerta ignorando a las personas que me trajeron.

-¡¡Celeste!! - grita la Tía Inés bajándose rápidamente de la camioneta y acercándose a mi rápidamente, me rodea con sus brazos y yo me quedo estática, no se que hacer. - Se que no fui la mejor persona contigo y que continuamente te trataba mal, perdóname ¿Si?

- ¿Yo? - digo confundida.

-Se que he sido un asco como persona contigo pero quiero que cuentes conmigo siempre, si necesitas algo me lo pidas, se que no confías en mi pero yo te quiero, eres de mi sangre y aunque demuestre cosas que no son ciertas, te aprecio y se que tu padre estaba orgulloso de lo que eras, eres y serás. - dice separándose, toma mi rostro y deposita un beso en mi frente - cuídate mucho y llámame - se da la vuelta y camina hasta la camioneta, Lucas su marido agita su mano en señal de despedida, por lo cual hago lo mismo confundida.

¿Qué rayos fue eso?

Me quedo ahí parada un rato observando como se van, con pasos lentos camino hasta la puerta y toco el timbre, mientras espero pienso en lo que me dijo mi Tía Inés, eso fue demasiado extraño. 

-¡Celeste! - un hombre vestido de policía abre la puerta con una sonrisa en la cara y se acerca a mi, dándome un abrazo - pasa - el me ayuda a entrar mis cosas y luego cierra la puerta - ¡Stiles baja! 

Al cabo de unos segundo alguien comienza a bajar por las escaleras - ¿Qué sucede pa... Oh... ¿Celeste?

- Hola Stiles - el mira confundido a su padre y luego a mi, pero sin embargo se acerca y me da un abrazo.

-Todo estará bien - susurra - se que es difícil, pero no estas sola.

-Gracias - susurro antes de separarnos.   

- Muy bien, Stiles ayuda a Celeste con sus cosas y luego bajan a comer.

- Ven, te ayudo - Stiles me ayuda a subir mis cosas y me guía hasta mi nuevo cuarto, el cual queda frente a la habitación de Stiles, no es grande, ni es pequeña, es perfecta. Al menos para mi. - ¿Te gusta?

- De hecho, si - dejamos las cosas sobre la cama y otras en el suelo.

-¿Vamos a comer? 

-Am no gracias, comí algo por el camino - miento -  pero agradécele de todas  maneras a tu padre... por todo, y gracias a ti también.