Preferencias Teen Wolf

Scott McCall - Parte 2

- Lo siento, lo siento - digo angustiada, me agacho para ayudarle a recoger sus libros.

- Fíjate por donde vas - veo su cabellera negra y creo conocerla - existen mas personas en esta preparatoria, no eres solo tu. 

- Eso lo se, solo no me di cuenta, lo siento.

- Como sea, no me sorprende de ti - eso me molesto. 

- Oye, te dije lo siento - me levanto, ya que ahora tiene sus libros en las manos. 

- Si, lo dijiste. Pero me chocaste e hiciste que tirara mis libros - la miro y levanto las cejas.

- No fue para tanto. Venia distraída y justo apareciste, no fue como que si te quisiera chocar.

- Pues no lo parece - alega y me mira acusatoriamente, esto es ridículo.

- Pues que te parezca lo que te parezca, no fue mi intención - ella mira hacia su derecha y sonríe burlescamente - además, no es como que seas el centro de mi atención para querer chocar contigo.

Me doy la vuelta y me alejo de ella, Allison parecía mas agradable la verdad, no fue mi intención chocarla, solo que no he tenido un buen día y tengo mucho en que pensar. Esto ya arruino mi ánimo, aun mas.  

Vamos Lily, tu puedes. Me animo. Solo es un día mas. 

A lo lejos veo a Mary caminar por el pasillo con la cabeza agachada, al parecer Marcus ya no quiso nada mas con ella. Me da igual. Lo mejor que pude hacer fue haber terminado ambas relaciones con ellos, mi relacion amorosa con Marcus y mi relacion de amistad con Mary. 

Es Lydia la que me intercepta en el pasillo, llevándome al campo de Lacrosse para charlar. 

- ¿No es genial? - me pregunta sacándome de mis pensamientos. Ella parece notar que no preste atención y bufa - No me estas prestando atención Lily. 

- No, yo... dime, ¿Qué me decías? - ella solo niega divertida.

- Te decía que somos las únicas pelirrojas naturales de toda la preparatoria, ¿No es genial?

- La verdad si - contesto pensando en el hecho de haber visto a algunas chicas pelirrojas.

- Las demás se tiñen Lily - la miro curiosa - se les nota en la raíz. 

- No me había dado cuenta.

- Eso si, tu eres la única pelirroja y con pecas  de la preparatoria, hay muchas con pecas, pero ninguna pelirroja - me mira durante unos segundos viendo mi rostro. - A mi me hubiese gustado tener pecas - eso me sorprende.

- ¿Enserio?

- Si.

- A mi me causaban inseguridad - le revelo, ella de inmediato cambia su expresión - cuando era pequeña, en Londres, mis compañeras me decían sucia, que me lavara la cara y cosas así. 

- Pues que envidiosas eras, tu eres una belleza andante Lily, no lo olvides querida. 

- Siempre me lo recuerdas - le comento.

- Es la verdad. 

La miro y sonrió, antes de la separación de mis padres yo vivía Beacon Hills, mi madre era muy amiga de la madre de Lydia, me llevaba a su casa para pasar tiempo con ellas, ambas niñas pequeñas y pelirrojas, Lydia era muy egoísta y nunca quería pasarme sus juguetes, yo llevaba los míos, y cuando comencé a hacer eso, comenzó a pasarme sus juguetes para que así yo le pasara los míos, era muy caprichosa de niña. Al poco tiempo mis papas se separaron y mi padre me llevo a Londres con él.