𝑋𝑉𝐼

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Comencé a despertar, estaba recostada en el asiento trasero de un auto, podía sentir como este avanzaba pero no podía ver más allá, la oscuridad no me lo permitía.

Sentí un dolor horrible de cabeza y mi nariz seguía quemando, intente mover mis manos pero no pude, estaban atadas detrás de mi espalda y mis pies también estaban atados, lo supe cuando intenté moverlos... De inmediato intenté forcejear contra lo que sea que estaba impidiéndome movimiento, pero no funcionó, mi respiración se volvía cada vez más pesada y el miedo estaba comenzando a invadirme por completo otra vez.

- Buenos días bella durmiente, al fin despiertas. - de inmediato giré mi vista como pude al oír la  voz proveniente de la parte delantera del auto, mis ojos comenzaron a inundarse al verlo mirarme por el espejo retrovisor.

- ¿A donde vamos?, Min Yoongi... ¡Desatame ya y deja de jugar! - grite mientras me revolvía en mi lugar, ese sentimiento de ser un animalito asustado frente a él más el coraje me hicieron explotar, vi como su ceño se fruncía al oírme.

- Haeri, no estoy de humor para tus quejas, guarda silencio. - posó su vista nuevamente al frente, ignorandome olímpicamente.

- ¡¿Cómo pretendes que guarde silencio en una situación así, eh?!, ¡¿Eres idiota a caso?! -

Después de tanto esfuerzo pude sentarme, ahí fue donde pude observar lo que estaba haciendo; sus manos estaban comenzando a apretar el volante, supongo que conteniendo el hecho de hacer algo de lo que luego se arrepentiría.

De inmediato llegó una idea a mi mente... ¿Y si lo provocaba?.

Si llegaba a colmar su paciencia lo suficiente detendría el auto y podría hacer algo por mi cuenta, o siquiera esperar a que un auto pase por donde estábamos y así pedir ayuda, gritar.

- ¡Maldito bastado!, ¡Desatame de una buena vez! - grite aun más fuerte, podía sentir mi garganta arder.

- ¿Cuántas veces te he dicho que no me gusta que tengas un vocabulario soez?. - su tono de voz ronco me hizo sentir escalofríos, pero ese no sería motivo para parar.

- Me importa una mierda, tanto como tu, como lo que te agrade o no de mi, no eres nadie para que tu opinión me importe. -

Freno de golpe al oír mis palabras, sin mirarme bajó del auto azotando la puerta para rodearlo hasta mi lugar, comencé a temblar al ver su rostro con una mueca evidente de enojo y sus pasos decididos hasta mi, con mis pies me empuje hasta el otro extremo del auto, si mi plan resultaba como quería podía escapar de aquí.

Pude soltar el agarre de mis pies antes de que la puerta fuera abierta, no le di tiempo de decir palabra cuando una patada había sido depositada en su rostro.

Por el golpe su cabeza se hizo hacia atrás, esa fue mi señal para salir del auto y correr, sabía que no iba a llegar muy lejos y más aún con mis manos atadas detrás de mi espalda, pero tenía que intentarlo, si corría lo suficientemente rápido había probabilidad de poder llevar mi plan con éxito.

Pero no, todo se fue a la mierda.

Una mano me paro dando un fuerte tirón de mi brazo lo que me hizo parar de manera brusca, mi espalda choco con su fuerte pecho y su mano rodeo mi cintura para unirnos aun más, era tan incomodo estar en esa posición.

Su mano libre subió con una lentitud atemorizante a mi mandíbula y apretó fuerte, haciéndome emitir un gemido de dolor.

- Haeri, linda... ¿Estas consciente del lugar en el que estamos ahora mismo? - hablo contra mi oído, manteniendo mi vista hacia enfrente, viendo toda la desolada y oscura carretera - Corras, grites, llores, hagas lo que hagas no va a funcionar, no hay nadie más aquí, solo tu y yo. Y ten en cuenta que si te escapas no vas a llegar muy lejos, creo que lo sabes. -

"𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛" - 𝑀𝑌𝐺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora