𝑋𝑋𝑉𝐼𝐼𝐼

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Coloqué la llave en la cerradura para quitar el seguro y así entrar para estar con Haeri, hace algunos días no tenia el tiempo suficiente para pasar un día como tal junto a ella, los problemas llegan en montones y como siempre, el que los tiene que resolver soy yo.

A decir verdad me siento algo mal de no poder pasar más tiempo juntos, mi objetivo principal se está retrasando gracias a los imbéciles que no pueden hacer bien su trabajo, necesito comenzar los planes para nuestro nuevo estilo de vida, ese donde solo seamos ella y yo.

Y muy probablemente nuestros hijos.

Quiero que ella vea que todo lo hago es por su bien, conmigo no le faltará nada. Todo lo que pida, quiera o desee será traído lo más rápido posible, si ella pusiera de su parte de daría cuenta de todo el bien que hago en su persona.

Abrí la puerta despacio, encontrandola sentada en la orilla de la cama viendo hacia el piso, perdida en sus pensamientos, carraspee mi garganta y de inmediato subió su vista hacia mi.

Sus ojos grandes eran una de las cosas que más me gustaba, podría observarlos por horas y horas y nunca me casaría de hacerlo.

Me quedé parado en mi lugar esperando, un par de segundos después supo lo que quería y de manera lenta se paro de la cama, volvió su mirada al piso y camino hasta mi, posó cada una de sus manos en mis hombros para impulsarse y plantó un beso en mis labios.

Sentia esa necesidad de garrarla y besarla hasta que nuestros labios dolieran, pero todavía no era el momento para eso, así que lo único que pude hacer fue enredar mis brazos en su cintura, abrazandola.

Se quedó estática, lo más probable es que mi acto repentino la haya confundido, y lo comprendo.

Haeri ha sido la primer persona a la que he abrazado desde hace trece años.

Me separé de ella, tome su fina y delicada mano entre las mías para guiarla nuevamente a donde estaba sentada hace no mucho tiempo, ya que estaba ahí yo me senté en la silla de enfrente, aquella que usaba cada vez que venía a verla.

- Te pido una disculpa si no he tenido mucho tiempo de convivencia, han pasado algunas cosas que he tenido que resolver. -

- No te preocupes, esta bien - dijo en un hilo de voz, aún no me he podido sacar de la cabeza su cambio de actitud tan repentino, pensé que tomaría más tiempo.

Relami mis labios y me recargue en la silla, creo que es el momento de decirle algunas cosas que ocurrirán después, no quiero que la noticia le caiga mal.

- Haeri... Necesitamos hablar. - y ahí va de nuevo esa mirada inocente - Últimamente he tenido un plan en mente, y a decir verdad me gusta, siento que es algo que nos hará dar un enorme paso a ambos, hará que nuestra convivencia y comunicación sean mejores. - frunció levemente su ceño sin entender, suspire antes de continuar - Nos iremos de aquí, de Daegu, o bueno... De Corea. -

En ese instante su respiración comenzó a acelerarse, comenzó a negar de manera eufórica y yo solo podía mirar, sabía que esto pasaría, por eso quería adelantar la noticia para que no le afectara tanto.

- Yoongi, no... - su labio inferior comenzó a temblar y vi como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, me daban unas ganas inmensas de abrazarla - No puedes... No podemos... - inhalo profundo antes de seguir - N-no quiero irme... Todo lo que tengo y quiero está aquí, no quiero alejarme... Mi familia, mis amigos, mi vida, están aquí, no quiero dejar todo e irme... -

Un sollozo bajito salió de sus labios, tomé sus manos entre las mías y comencé a acariciarlas con mis pulgares, haciendo el intento de reconfortarla.

"𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛" - 𝑀𝑌𝐺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora