- Carajo... - susurre bajo, talle con mis manos mi rostro haciendo un esfuerzo de pensar lo más rápido posible - SeokJin, cierra todas las ventanas y puertas de la cabaña, es obvio que van a querer entrar, y van a hacerlo, solo quiero que pierdan tiempo. - el mencionado asintió eufórico, comenzó cerrando con llave las puertas y ventanas cercanas para después irse a no se donde - Hoseok, cuando yo te lo diga apagarás todas las luces desde afuera, cortarás el cable de la electricidad, ¿Quedo claro?. - sin decir nada asintió, se paró del sofa para sacar una pequeña navaja de la bolsa trasera de su pantalón - Cuando te de la orden te llamaré por tu apodo, mientras tanto yo iré con Haeri, la sacaré de aquí. -
Estaba a punto de dar el primer paso cuando siento que algo se enrosca en mis piernas, doy una rápida mirada hacia mis pies encontrandome con Jungkook abrazado como un koala a estas.
Por favor, alguien deme la paciencia necesaria para lidiar con este idiota.
- Joder Jungkook, sueltame de una buena vez. - hice un movimiento brusco para alejarlo de mi, él solo negó y sentí como su agarre se hacía aun más fuerte - No tengo tiempo para tus niñerias, ¡quítate ya, puta madre! -
- ¿La dejarás ir? - lo mire confundido y él me miro desde abajo, sus grandes ojos aún estaban llorosos - ¿Dejarás que se lleven a Haeri a su hogar?... -
Ahora entendía a lo que quería llegar. Solté un suspiro pesado para después posar mis manos en sus brazos haciendo un intento amable de separlo de mi.
- ¿Puedes soltarme y ponerte de pie, por favor? - me miro con duda, su rostro asustado me decia que no tenia ni la menor idea de que hacer - Necesito dejarte en claro las cosas, y peleando contigo más tiempo no lo voy a lograr. -
De manera lenta comenzó a soltarse, se arrodillo sobre el suelo para después comenzar a ponerse de pie, una vez lo hizo se paró frente a mi esperando a que comience a hablar.
- Jungkook, no puedo dejar que se lleven a Haeri, no puedo dejar que la alejen de mi, si lo hago, si lo hacen... No estoy seguro de lo que sería capaz de hacer, simplemente no puedo. - sus ojos se volvieron a inundar al escuchar lo que dije - Pero necesito saber... ¿Estás dispuesto a ayudarme para seguir con el plan?. -
Bajo su vista al suelo de madera, sus lágrimas comenzaron a salir otra vez, bajando por sus mejillas. Se quedó un par de segundos así para después mirarme.
- Yo... Perdón... - susurro bajo - Pero no puedo ayudarte en esto Yoongi-ah, no puedo ayudarte a arruinar la vida de alguien inocente. Mi deber es hacerte entender a diferenciar el bien y el mal, y esto claramente está más que mal, esta horriblemente mal. -
No dije nada más, camine unos pasos más hasta que mis pies quedaron a milímetros de tocar la punta de sus zapatos, no lo dude dos veces cuando mis brazos se enrollaron sobre su torso, abrazandolo.
- Quiero que sepas que te quiero mucho, siempre te quise. No quiero que te culpes por lo ocurrido hace años, no fue tu culpa, no fue culpa de ninguno de los dos. Pero antes que nada quiero agradecerte por estar a mi lado cuando más te necesite... Kookie, muchas gracias por no olvidarme nunca, por estar a mi lado en cada ataque de ansiedad y estar presente para calmarlo, por jugar conmigo, por hablar y hablar en los días tristes, en verdad te agradezco todos esos pequeños detalles que tuviste conmigo, gracias por tener esa paciencia que nadie más va a tener sobre mí... - su cuerpo estaba más que tenso, su respiración acelerada cerca de mi oreja y los cabellos rebeldes que caían por su rostro me hacían cosquillas - Pero, a pesar de que te quiero más que a nadie... No puedo permitir que arruines mis planes. -
De un rápido movimiento lo alejé de mi, para después estampar mi puño en su rostro haciéndolo caer en seco al frío piso, inconsciente.
- Perdón, en serio lo siento, pero no quiero hacerte daño... - susurre viendo su cuerpo sobre el piso, cuando me percate de todo el tiempo valioso que había perdido salí corriendo hacia la habitación de Haeri, teníamos que irnos de aquí lo antes posible.
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"𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛" - 𝑀𝑌𝐺.
Fiksi PenggemarNunca imaginé que ese hombre amable, con rostro hermoso y mirada pícara pudiera ocultar tantas cosas por dentro. Y sin saberlo me había metido a la boca del lobo, aquel lobo disfrazado con piel de cordero. "No puedo vivir sin ti, y te enseñaré que t...