𝑃𝑟𝑜́𝑙𝑜𝑔𝑜.

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Corría lo más rápido que mis piernas me lo permitían, quemaban como el infierno, pero en ese momento no era ningún impedimento.

Mi respiración era acelerada, trataba de esquivar todas las lápidas que se me atravesaban en el camino, todo estaba a penumbra, lágrimas a montón bajan por mis mejillas, tenía mucho miedo, sentía pavor hacia él.

Él venía por mi.

Trataba de tragarme todos mis sollozos para evitar hacer tanto ruido, mis pisadas era lo único audible en todo el solitario lugar, y más ya que eran altas horas de la noche, pero tropecé con la esquina de una de las tantas lápidas exparcidas por todo el lugar, sentí como la sangre salía de mis rodillas lastimadas junto con las palmas de mis manos, pero nuevamente no me importó, mi vida estaba en riesgo, y no pensaba rendirme tan fácil.

Antes de seguir giré mi cabeza hacia atrás, al parecer lo había perdido de vista. Me tranquilizó un poco el hecho de saber que no estaba cerca, tendría al menos unos momentos para reponer fuerzas y seguir corriendo para buscar ayuda, alguien que tuviera piedad de mi.

Al pararme sentí el horrible ardor en mis rodillas, hice una mueca de dolor, decidí ignorarlo, el tiempo se me agotaba.

De pronto, una mano cubrió mi boca y mi nariz con un pañuelo húmedo, aquel líquido frío hacia sentir que mi nariz quemaba, mientras otro brazo rodeaba mi cintura, en el proceso me sostuvo ambos brazos, inmovilizandome.

Todos los gritos y sollozos que salían del fondo de mi garganta quedaban atrapados en aquel pedazo de tela, me retorcía bajo sus brazos tratando de liberarme, pero era tan fuerte que era imposible. Podía sentir su respiración acelerada sobre mi oído, mientras su lengua jugaba con el óvulo de mi oreja, eso solo me hacía llorar más.

- Te lo dije Choi Haeri, te dije que no podrías escapar de mi. - su voz ronca resonó a pocos milímetros de mi oído, lo que hizo que mi piel se erizara, bajó sus labios hasta mi mandíbula, entreabriendolos y pasando su lengua por toda esta - Te dije que no podrías escapar de nosotros. -

Poco a poco me sentía más débil, trataba de luchar, tenía que hacerlo, no podía terminar así, pero era imposible, y sus fuertes brazos lo hacian todo aún más difícil. Mi cuerpo comenzó a pesar al igual que mis ojos, sus labios esta vez posados en mi cuello repartiendo besos húmedos por todo este.

Y fue lo último que sentí antes de caer inconsciente.

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Besos y abrazos 💞
Atte: Dark_Revange_

"𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛" - 𝑀𝑌𝐺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora