𝑋𝑋𝑋𝐼

328 29 10
                                    

Ya no podía más.

No se cuanto tiempo llevaba recorriendo el bosque, pero para mi fueron horas. Me estoy congelando, el suéter y la pantalonera deportiva no eran suficientes para el horrible frío que hacía, tenía hambre, sed, y por cada paso que daba mis pies ardían horriblemente a parte que ya no los sentía, me arrepiento como nunca el hecho de no haberme puesto los zapatos antes de emprender mi plan.

Pero yo no sabía que iba a tener tanta suerte para que en verdad funcionara.

El cuchillo de sierra seguía firme en mi mano, era la única cosa que con la que me podría defender en caso de que algo o alguien quisiera atacarme, nisiquiera se si aquí hay animales salvajes con los que me pueda topar, pero si era la única forma de huir no me importaba, todo era mejor a seguir encerrada ahí.

Mis piernas temblaban, ya no sabía si era por el frío o porque estaba muy débil, probablemente sea por las dos cosas. Solo quería encontrar un árbol lo suficientemente ancho para poder detenerme un momento a descansar y donde pudiera cubrirme siquiera un poco del aire helado.

Después de andar no se cuanto tiempo más encontré mi objetivo, un árbol gigante era visible a unos cuantos pasos de mi, no lo pensé ni un poco cuando me dejé caer de rodillas frente a este, con la poca fuerza que me quedaba me arrastre hacia el tronco hasta que mi espalda quedó recostada sobre este, necesitaba urgentemente un descanso, después de dormir un rato podría seguir con mi camino.

Estaba a casi nada de cerrar mis ojos para caer rendida cuando detrás de mi escucho las hojas secas ser pisadas, mi alarma interna gritaba "peligro" a los cuatro vientos, pero yo ya no podía moverme, mi cuerpo pesaba una tonelada al igual que mis párpados, no me quería rendir, no podía rendirme cuando hice tanto esfuerzo para llegar hasta acá, pero no podía, mi cuerpo desobedecia las órdenes que le daba, así que sin más cerré mis ojos esperando lo que tenga que pasar.

Con la poca consciencia que me quedaba pude escuchar los pasos detenerse de una, para después escuchar exclamaciones en un idioma que no pude entender, fue lo único que escuché antes de caer profundamente dormida.

                        ×××××

Comencé a despertar, me removi en mi lugar tratando de acomodarme mejor en la suave, calentita y acolchada cama, estaba a punto de volver a dormir, pero mi mente captó ese pequeño detalle.

Estaba en una cama, cuando el último lugar en el que dormí era el bosque.

Me senté de golpe ocasionando otro de los horripilantes mareos repentinos, lleve una de mis manos a mi cabeza para usarla de soporte hasta que pasara por completo, pero no entendía que hacía aquí.

Cuando el mareo pasó levante mi vista lentamente examinando el lugar, gracias al cielo no era la cabaña de Yoongi, nisiquiera se le compara. La cabaña de Yoongi está llena de colores oscuros: negros, grises, cafés. Cuando esta cabaña está llena de colores llamativos: amarillos, naranjas, rosas... Mucho rosa.

Estaba completamente confundida, no entendía nada de lo que estaba pasando... ¿Dónde estaba?, ¿Quién me trajo hasta aquí?, ¿Por qué?.

Gracias a Yoongi he aprendido a no confiar en las personas, tal vez es algo que le tengo que agradecer, pero no tenia que ser de esta manera para enseñarme la lección.

Detengo mis pensamientos al escuchar pasos acercandose hasta el lugar en donde estoy, no voy a mentir, estoy nerviosa y asustada, ¿Y si quien me trajo aquí es un hombre mucho peor que Yoongi?, dios... No no no no no.

Pero mi cara de confusión se hace más visible cuando en lugar de ser un hombre es una chica, nisiquiera se acerca a lo que pensé, es totalmente lo contrario de hecho.

"𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛" - 𝑀𝑌𝐺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora