"𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛" - 𝑀𝑌𝐺.

𝑋𝑉𝐼𝐼

Llegamos a uno de los cuartos y me dejó en la cama, se alejó de mi para cerrar la puerta, volvió comenzando a desatar mis pies y mis manos, al fin, después de no se cuanto tiempo.

Mire mis muñecas lastimadas, ambas tenían moretones ocasionadas por la presión se las sogas en mi piel, había sido demasiado bruto a la hora de atarme. Comencé a masajear el área afectada con delicadeza, no me atrevía a subir la mirada sabiendo que él estaba frente a mí.

- Cocinaría yo, pero se que no es el momento indicado para que yo lo haga. Llame a un amigo mio, no tarda en llegar y él será quien cocine, te quedarás aquí. - camino de vuelta a la puerta, pero se detuvo antes de salir - Oh, por cierto, no intentes escapar porque no va a funcionar, solo por si lo estabas pensando. - y salió.

Una vez que me quede sola me permití levantar la vista, el cuarto estaba casi vacío, lo estaría por completo si no fue por un pequeño mueble del lado de la cama y la cama, había una puerta en una esquina, supongo que era el baño... Y no había ventanas, ninguna.

Me recoste en la gran cama, haciéndome una bolita, tratando de huir de todo lo que me rodea,  escondiendome en mi propio mundo lleno de pensamientos, recordando todo lo bueno que pase antes de que todo esto ocurriera.

No se cuanto tiempo estuve así, me pare de golpe al escuchar el sonido de la puerta siendo abierta, todos mis sentidos estaban alerta y estaba a más que segura que no podría dormir.

Era Yoongi con una bandeja de comida en sus manos, me di la vuelta y me senté en la cama matrimonial dándole la espalda, lo menos que quería era verlo.

- Te traje algo de comer, así que adelante. - escuché como dejó lo que traía en las manos en el mueble.

- No quiero. - trate de que mi voz sonara firme y a duras penas lo logre.

- Tienes que comer, no has comido desde ayer Haeri, así que no seas terca. -

- No quiero. - No iba a comer nada de lo que él me diera, ¿Y si me drogaba?, ya lo hizo una vez, no dudo en que lo haga más veces.

- Estas colmando mi paciencia Choi, estoy tratando de ser lo más amable que puedo. -

- ¡¿Entonces que quieres que te diga?!, "Oh, muchas gracias, es demasiado amable de tu parte aun después de secuestrarme, en serio", ¡Pues claro que no! - me pare exaltada para encararlo, su semblante serio me analizaba, estaba diciendo la verdad, su paciencia se estaba terminando.

- No voy a discutir contigo, come. -

- No. -

- Si. -

- No. -

- ¡Si! -

- ¡Que no! -

- ¡Mierda! - empuño sus ojos, paso sus dedos por su cabello despeinandolo de manera frustrada y un suspiro saliendo de sus labios - ¿Sabes que?, yo me voy, vengo más tarde. - se acercó a la puerta nuevamente - No soy lo suficientemente bestia como para dejarte sin comer, así que en unos minutos vendrá alguien más para asegurarse de que comas, no es una sugerencia, es una orden, y más te vale cumplirla. - y lo siguiente que escuche fue la puerta siendo azotada.

¿Quién se supone que era para darme órdenes?, ya suficiente me hizo en poco tiempo como para quererme mandar.

Me estaba muriendo me hambre, pero el orgullo y la desconfianza no me dejaban comer, no tenia ni idea de las intenciones que tenía, no lo conocía, a pesar de hablar con el casi por cuatro meses nunca lo conocí en realidad, todo fue a base de engaños y trampas para traerme hasta aquí.